jueves, 29 de julio de 2010

CONFESIONES A MI PÁRROCO Y OTRAS YERBAS

EL SACRISTAN, DE MOMENTO, DE SANTA ANA

Mi querido y nunca suficientemente bien ponderado ex-párroco: TURURÚÚÚÚ!
Ahora se va a enterar de quién soy yo y cómo me las gasto. Y ya que no tiene jurisdicción jerárquica sobre mí, me voy a vengar de todos los malos ratos que me ha hecho pasar, desde que entré de monaguillo, hasta que, gracias a unos enchufillos que tengo en el Obispado, pude ascender a sacristán.
¿No se acuerda que me hacía tocar el órgano y cantar las misas de difuntos para ahorrarse un dinerito con que comprar el abono del concurso del Falla?
No, no me diga que me daba alguna entrada. Bueno, sí, es verdad, pero para las preliminares, cuando no cantaba ninguna agrupación de Cádiz, o para la fase clasificatoria de los romanceros.
¿Y las bodas? ¿Ya se le borró de la memoria? ¿También me va a negar que me hacía recoger el arroz de la puerta de la iglesia para después hacer una paella para Vd. y sus coleguillas?
Mucho presumir de tocar-pelotas, y ahora qué? Ahora le veo con un pie en Santa Ana y el otro en La Bolera, jugando al mus con Don Máximo.
Es que Vd. presume de tenerlos bien puestos, y no me refiero a la perpendicular de la carretera general, sino a lo que Vd. muy bien define en su libelo “de parrocorum economorumque” del pasado 25 de Junio, refiriéndose, en un símil taurino, a esas protuberancias óseas huecas en forma de conos doblados en espiral, formados de queratina.
Sí señor, ahora me voy a vengar y va a enterarse de lo que vale un peine.
Y es que don Luis, hablando de peines, a nos se nos cae el pelo, pero siempre nos cabe la esperanza de encontrar algún remedio cosmético o crece-pelo milagroso que oculte nuestras carencias. Y si no que le pregunten a Bono la maravilla que le han implantado en su alopécica calavera
Y si cogemos algunos kilillos de más en Navidad por aquello de los pestiños, turrones o fantasías diabéticas, sabemos que con un buen régimen después de Reyes, todo solucionado. Fíjese que antes del verano, estuve un mes a dieta para poder lucir mi cuerpazo en la playa del Rinconcillo, y he perdido 30 días!!!
Pero hay cosas, y voy al caso, que, por muchas vueltas que le demos al coco, al final, por muy optimistas que seamos, siempre llegamos a la conclusión de que ya ni existe reparación que lo remedie, ni tiene solución.
Permítame que me explique: Hace diez años, después de una incansable batalla dialéctica y burocrática con facultativos e inspectores de la administración de la Seguridad Social, conseguí que me operaran los dos ojos. Y es que si no lo hacía, me quedaba ciego, como se han quedado muchos esperando que lo llamaran, debido a la escasez de especialistas (tres en toda Andalucía) y a la enorme lista de espera existente.
Llegué a ser tan pesado y machacón que, un día, una Inspectora, harta de oírme, me dijo muy altanera: “Pues si no está conforme, formule una hoja de reclamaciones” Ja, ja, ja! A mí!, a Manolo Argumedo!, a mí que no me gusta escribir, ni sé qué hacer con un bolígrafo en la mano.
Inmediatamente le contesté: “Deme, por favor, unos cuantos folios y un lugar donde apoyarme, que el boli lo pongo yo.”
No recuerdo textualmente el contenido completo del escrito, pero sí recuerdo que, en uno de los pasajes les dije que, si, motivado por las demoras en la intervención quirúrgica, me quedaba ciego, no dudaría en ningún momento hacer las demandas que fuesen necesarias, responsabilizándoles a ellos por no haber puesto los medios necesarios en su momento y no haber acudido a tiempo.
No sé si fue casual o no, pero a la semana me llamaron del Hospital de Puerto Real, y en tres meses estaba operado de los dos ojos, uno en Cádiz y otro en Puerto Real. Esa es la triste realidad. La mayoría de “pacientes” se hubieran dado la vuelta, hubieran agachado la cabeza y se hubieran marchado sumisos e impotentes a sus casas esperando resignados a que se les cerraran los ojos para siempre.
Esto viene al hecho de que, a pesar de las intervenciones practicadas, al poco tiempo, se me produjo el desprendimiento de la retina de mi ojo izquierdo y perdí la visión. Pero, a pesar de todo, nunca se disipa la esperanza, y, aunque yo sabía sobradamente que, en el fondo, aquello era irreversible, al menos el ojo permanecía aún en su sitio.
El problema surge cuando, debido a problemas colaterales y a la disminución de su tamaño causado por la hipertrofia, decido meterme de nuevo en un quirófano para extirparlo.
Pero no era un problema de origen fisiológico, sino un problema psíquico. Y es que, leche!, me han sacado un ojo! Y de la categoría de “ciego de un ojo” paso al estatus de tuerto.
Ciertamente traumatizante.
Pero ya pasó todo. Me ha costado trabajo, lo he asimilado y lo he superado. Además mi amiga, la Seguridad Social, me ha regalado un ojo de pega, y ahí ando la mar de chulo luciendo mi nueva imagen. Ya le mando una foto para que vea lo bien que he quedado. Estoy hasta más guapo, dicen las mujeres, si cabe.
Esa es la razón de mi silencio, el porqué de mi ausencia en muchos actos y eventos, el motivo de haberme encerrado en mí durante todo este tiempo, y es más, incluso teniendo que soportar críticas y reproches por mi actitud poco social.
Aquí estoy de nuevo. Amárrese bien los machos, Don Ingenio, que no estoy para bromas.
En breve, retomaré temas pendientes que quedaron en el tintero.
Hasta la próxima. Y para que vea que no soy rencoroso, le mando un disciplinado y litúrgico beso. O como dirían los franceses “un gros bisou”.
Manolo Argumedo.

martes, 27 de julio de 2010

CIFRAS CON ROSTRO HUMANO

Nos estamos acostumbrando a las grandes cifras, pero al hablar de personas cada una de ellas tiene rostro humano. Y cada persona, aunque se parezca mucho a otra, sin embargo la individualidad le hace totalmente diferente. Podemos afirmar, por tanto, que no ha habido, ni hay ni habrá otra persona idéntica a cada uno de nosotros. Todos somos protagonistas de nuestra propia historia, a pesar de que retumben, a espaldas de los intereses de los ciudadanos, los nombres de grandes empresas, superpotencias económicas y las negociaciones de grandes organismos internacionales.
Grandes entendidos nos vaticinan futuros mejores o peores cuando analizan el momento actual y entrecomillan el término “comercio internacional” como para alertarnos del respeto que se merece. Pero el comercio a nivel mundial también tiene rostro humano. El economista Gonzalo Fanjul nos dice que en el Sur de Asia, es la cara de una joven que cose camisas para una importante cadena de almacenes en Europa y Estados Unidos. En África, es el rostro de un cultivador de café. En el este de Asia, el de una mujer que trabaja ensamblando circuitos electrónicos para sistemas informáticos. Y en América Latina, el de un campesino que tiene que competir con productos importados desde Estados Unidos.
El comercio vincula las vidas de la gente sencilla con negocios de los países más ricos del mundo. Y aquí viene la denuncia.
Todavía en nuestro mundo, unos pocos se permiten tomar decisiones que marginan a millones de personas pobres y vulnerables. Con las reglas actuales del comercio se generan cada vez más diferencias entre los países pobres y ricos porque unos pocos países y grandes empresas ponen las normas.. Por ello, desde un punto de vista social y humano es inadmisible que la situación mundial siga según el modelo actual. No se debe permitir por más tiempo que los países ricos y las grandes empresas sean los verdaderos ganadores mientras cientos de millones de personas dependen de un sistema cada vez más inestable.
Hay que tomar conciencia de la situación de desigualdades, y no se deben tensar más las cuerdas ya que más de mil doscientos millones de personas viven prácticamente en la miseria y esa situación no puede perdurar en el tiempo. De hecho 21 países del mundo se encuentran en peores condiciones que hace diez años. La experiencia nos está advirtiendo que, como comunidad mundial, hemos de actuar con rapidez porque o nos cogemos de la mano para nadar unidos o nos hundiremos todos ya que ningún país, por poderoso que sea, se puede considerar una isla.
A pesar de los graves problemas y las dificultades existentes hay que convencerse de que todo tiene solución y el cambio es posible. Sabemos que el comercio, tal como se gestiona ahora, aumenta la pobreza porque todo está pensado para mantener el poder y los privilegios a costa de todo, aunque sea ver morir de hambre a grandes masas de seres humanos.. A pesar de todo, esto tiene solución.. En unos momentos, en los que se está en riesgo, es esencial salvaguardar reglas del juego que ayuden a orientar todas las acciones hacia el interés común. Habría que reconstruir un proceso de negociaciones desde el nuevo equilibrio de fuerzas, exigiendo a los países ricos que hagan, lo que no han hecho hasta ahora, realizar un gran esfuerzo para aprender a compartir y poner rostro a las cifras.
Sabemos que la ambición es mucha, pero estamos convencidos de que el éxito va a depender de la alianza de organizaciones y movimientos sociales preocupados y comprometidos por nuestro futuro.

Juan de Dios Regordán Domínguez

domingo, 18 de julio de 2010

EXPERIENCIA DE CULPA Y CORRUPCIÓN

El sentimiento de tristeza, de remordimiento, de culpabilidad que se siente después de haber cometido una acción moralmente reprobable, es un estado emocional propio de cualquier persona normal. Sin embargo puede suceder que una persona experimente estos sentimientos de culpabilidad sin haber cometido una acción moralmente mala o que exagere su gravedad. También puede darse que una persona cometa acciones moralmente graves, sin que sienta el más leve sentimiento de culpabilidad. En el primer caso se trata de deformaciones de carácter patológico y en el segundo de falta de formación moral.
Aunque la conciencia moral presupone la conciencia psicológica, sin embargo la conciencia moral no es simplemente una aplicación de la conciencia psicológica al campo moral. Hay que dejar claro que la conciencia moral tiene su originalidad y sus propias reglas. No obstante, es verdad que la conciencia moral está psicológicamente condicionada, sin que ello signifique que la conciencia esté estricta y totalmente determinada por los factores psicológicos. Pero la experiencia nos demuestra que, más o menos, siempre se recibe influencia de los factores psicológicos y ambientales. Por ello, se puede llegar a creer que una acción es buena o mala según el mayor o menor número de personas que actúen de esa manera. En ese caso el concepto religioso se tambalea, llegándose a negar a Dios, con palabras o con hechos.
La conciencia moral se va formando, poco a poco, desde la edad más temprana a través de diversas etapas, de una manera similar y correlativa a la del desarrollo mental. Estas etapas pueden ser precisadas y se suceden en un orden fijo, pero de tal manera que su duración pueda variar de un ser humano a otro y hay siempre una imbricación de una etapa a otra. Para facilitar la comprensión de estas ideas podemos decir que el proceso se realiza de una manera similar a lo que sucede con las olas del mar cuando hay marea alta. Estas distintas etapas y características corresponden a los diversos niveles del psiquismo humano, de tal manera que la conciencia moral se va formando a estos niveles, pero según las leyes psicológicas, de modo que cada nivel superior integra el nivel inferior y cada nivel inferior determina más o menos el nivel superior.
En esta sociedad parece prohibido hablar de “pecado” y a robar y se le denomina “corrupción”. ¿Por qué llamar corrupción a acciones con las que individuos se apoderan de bienes pertenecientes al conjunto de la sociedad? En el Antiguo Testamento la infracción de la Ley de la Alianza es como una rebeldía contra el Dios de Israel. El pecado no consiste sólo en no cumplir unas normas externas, sino que es apartarse de Dios mismo, serle infiel. En la descripción del primer pecado, antes de la infracción de la norma, aparece el deseo de poseer, el afán de autonomía, de ser dueño del bien y del mal, de darse a sí mismo la Ley. Esta actitud interior se pone también de relieve en los pecados de Israel (Isaías 5,20: ”¡ Ay de los que al mal llaman bien y al bien mal!”. La actitud culpable está en el corazón del hombre pecador. El pecado más grave es rechazar a Jesucristo y no aceptar el Reino de Dios, que por medio de Jesucristo se hace presente.
Los pecados contra el prójimo aparecen como oposición a Cristo, y de ahí su gravedad Mt 25,41-46. El daño contra el prójimo es pecado contra Dios y contra Jesucristo. Hay que redescubrir la conciencia de pecado para llamar las cosas por su nombre.

Juan de Dios Regordán Domínguez

EL TIEMPO

El ser humano vive entre dos coordenadas el espacio y el tiempo, sus actividades se desarrollan siempre en este marco.
Todos sabemos que nuestra presencia en la Tierra no es infinita, mi madre repetía a menudo, sobretodo cuando alguien fallecía, el siguiente dicho: “a este mundo traemos una vará, y hay que cumplirla”, el problema es que no sabemos cuanto dura esa “vará”, desconocemos cual va a ser la extensión de nuestra vida, lo contrario condicionaría toda nuestra existencia, sería algo angustioso.
La cuestión que me planteo es: ¿Tenemos conciencia de la situación tan precaria en la que vivimos? A menudo podemos observar que nuestras ideas y actuaciones se desarrollan como si nunca fuéramos a morir, la aceleración diaria que llevamos no nos permite reflexionar sobre nuestra condición de seres contingentes, solo de vez en cuando acontecimientos que nos suceden nos hacen pensar y comprender lo absurdo de algunas de nuestras tareas y preocupaciones, pero luego el “paso del tiempo” se encarga de ir difuminando esta reflexión que habíamos interiorizado , volviendo a lo de siempre, a la rutina de cada día, es decir perder esta percepción.
Cuando decimos, “el tiempo todo lo cura”, se refiere a la nube que momento a momento se va extendiendo sobre una situación dolorosa vivida, que va quedando poco a poco difuminada como una acuarela donde no se ven figuras sino manchas que nos recuerdan como era la pintura anteriormente.
El paso del tiempo es traicionero y paradójico pasa rápidamente cuando no se desea y se eterniza cuando se quiere lo contrario.
Actualmente, me preocupa no el tiempo que gastamos con mejor o peor criterio pero conscientemente sino el que nos hace perder el mundo que nos rodea. Es lamentable tener que subsanar errores que caen sobre nosotros procedentes de Instituciones, Empresas y Particulares: bancos, eléctricas, compañías de comunicaciones, administraciones públicas, hipermercados o tiendas y un largo etcétera por sus fallos y malas planificaciones.
Tenemos y debemos reclamar nuestros derechos contra los abusos, tengamos éxito en la reivindicación o la echen en saco roto, sabiendo que en este empeño hemos perdido una parte irrecuperable de nuestra vida que nos ha sido ROBADA CON NOCTURNIDAD Y ALEVOSIA.
Las reclamaciones se deberían terminar con algo así como EXIJO ADEMAS QUE SE ME DEVUELVA EL TIEMPO QUE ME HAN SUSTRAIDO IMPUNEMENTE CON ESTA DEMANDA.
A lo peor he perdido algunas horas escribiendo todo esto, pero lo he hecho dándome cuenta, por propia voluntad, sin que nadie me meta la mano y me robe la cartera.

Algeciras, 16 Julio 2010
Andrés Baquero

viernes, 9 de julio de 2010

Escribir a mano

José Antonio Hernández Guerrero

Por supuesto que reconozco que, en la actualidad, el uso de los instrumentos electrónicos nos facilita la lectura y la escritura. Gracias al ordenador, por ejemplo, podemos leer, escribir, corregir, archivar y enviar textos escritos a interlocutores que, alejados a miles de kilómetros, podrán leerlos de manera casi inmediata. El Internet y el correo electrónico nos resultan unas herramientas fáciles, económicas y rápidas para comunicarnos con esos amigos que, quizás, viven en otro continente. Opino, sin embargo, que no deberíamos abandonar totalmente la escritura a mano ya que, a mi juicio, nos proporciona unas notables ventajas que no deberíamos menospreciar. No estaría mal que, de vez en cuando, volviéramos a hacer aquellos ejercicios de caligrafía de nuestra niñez.
Mediante la caligrafía –ese arte tan expresivo- reflejamos nuestra sensibilidad artística y nuestra realidad psicológica, dejamos constancia de nuestro estado emocional y, a veces, traslucimos nuestra salud fisiológica. La escritura es como una radiografía del funcionamiento psico-físico de las personas. Pero es que, además, este ejercicio, rítmico y pausado, con el que trazamos unas líneas que encierran sensaciones, pensamientos y emociones, puede ser, en cierta medida, un remedio terapéutico porque, si lo empleamos de una manera asidua, nos puede servir para serenar nuestro espíritu e, incluso, para modificar conscientemente algunas de los trastornos de nuestro comportamiento.
Formulo estas elementales reflexiones para explicar las gratas sensaciones que he experimentado este fin de semana y para expresar mi honda gratitud a quien me ha regalado un prodigioso bolígrafo que me ha devuelto a mi época de estudiante en el Colegio de la Viña cuando disfrutaba haciendo dibujos y grecas que ilustraban los ejercicios de redacción. Como decía, este bolígrafo Bluetooth me permite escribir y dibujar sobre un papel que reproduce los trazos en el ordenador. El funcionamiento es fácil aunque es cierto que requiere que seamos pacientes a la hora de hacer los primeros ensayos. El bolígrafo dispone de una pequeña cámara en la parte inferior, junto a la punta, que lee las marcas que vamos haciendo y crea una copia digital perfecta. El resultado es el mismo que si se pasáramos la nota por un escáner, pero posee la ventaja de que, además, nos resulta posible enviar la carta por correo electrónico con sólo realizar una marca en un cuadrado situado en la parte inferior de la página. Éste es uno de los inventos que hacen que luzcan más nuestras tradicionales destrezas.

lunes, 5 de julio de 2010

APRETARSE EL CINTURÓN

Me lo han contado de varias maneras, pero en un mismo sentido. Dos amigos de los de antes, se van ayudar ahora. A primera vista parece un enchufismo puro y duro. Dice así: “Por fin mi hijo aprobó el bachiller y necesito que le eches una mano”, le dijo Pedro a Manolo; “Por supuesto” respondió Manolo, “¿Qué te parece si lo colocamos de asesor en uno de mis departamentos ganando 9.000 Euros mensuales? Pedro respondió: “Te lo agradezco, pero me parece excesivo; a sus 24 años, le conviene algo que le ayude a esforzarse”. El amigo benefactor le respondió: “Podré buscarle un hueco con 5.000 Euros mensuales”. El “padre agradecido” terminó aclarando: “Quiero un puesto en el que gane alrededor de mil euros”. Ante esta última “inocente propuesta” el influyente político respondió: “Eso es imposible, tendría que tener, al menos una licenciatura y pasar por oposiciones. Y ahí no tengo nada que hacer”.

Ser funcionario aseguraba estabilidad económica; al mismo tiempo, ha sido fuente de chistes y envidia de quiénes no superaron oposiciones. Decir que se bajará un cinco por ciento del sueldo a los funcionarios parece que cae hasta bien. Pero los funcionarios no han cometido delito al aprobar unas oposiciones. Y ¿Cómo se atreven a hablar de congelar las pensiones? Hay pensiones que no admiten congelación porque con ellas, quiénes las tienen se mueren de frío. No obstante, parece que para contrarrestar meter mano a las pensiones, “se insinúa, se pide” a los alcaldes se bajen un quince por ciento los sueldos.¿Serán obedientes a los aparatos de los Partidos? Seamos claros: bajar el quince por ciento a un sueldo de 100.000 Euros anuales, significaría un sueldo de 85.000 Euros. Comparándolo con una pensión de 30.000 Euros (buena pensión) después de 35 años de profesor, existe una diferencia de 55.000 Euros a favor del sacrificado alcalde, sin tener en cuenta su cualificación ni su rendimiento.
Que un alcalde de una provincia andaluza se haya bajado el sueldo de 97.000 a 79.000 Euros aparece como una gran noticia. Pero dentro llega una fuerte falacia. Los datos son escalofriantes. Sabemos que se solapan competencias y se crean “administraciones sin necesidad”. Sabemos que la suma de los sueldos de los presidentes de las Diputaciones Españolas asciende a 3.059157 Euros (hay quienes se preguntan para qué sirven) y los sueldos de los diecisiete Presidentes Autonómicos suman 1.408981,46 Euros y a todo ello añadir: Consejeros, asesores, gastos corrientes de parque móvil, dietas, móviles, convenios etc. Estos o no tienen cinturón que les oprima o sus tirantes les facilitan respirar cómodamente. A veces sin ser sujetos de graves controles fiscales.

Salir de la crisis, apretarse el cinturón, son palabras que influyen en el subconsciente de los más débiles, domesticándoles para pagar platos que otros rompen. Todo está programado para llegar al convencimiento de que la cosa está tan mal que todos hemos de arrimar el hombro. Para quiénes tienen ingresos anuales entre 164.043,54 Euros y 97,339 Euros, poco les afecta la crisis. Pero, para poder apretarse el cinturón, hace falta en primer lugar tener cinturón o podérselo comprar. La expresión: “apretarse el cinturón” la entienden aquellas personas y familias a las que cada vez les cuesta más llegar a fin de mes. La salida de la crisis no puede basarse en cargar aún más las espaldas de los más débiles, sino de poner en marcha los mecanismos de una administración que utilice los recursos con eficacia y eficiencia y unos políticos que luchen día a día con ilusión utilizando el poder como servicio y con sentido común.

Juan de Dios Regordán Domínguez

EL PRESENTE Y NUESTRO FUTURO

Vivimos tiempos cargados de noticias desagradables. Parece que se dejan en la cuneta los valores humanos, como si eso no mereciera la pena. Independientemente de las noticias sensacionalistas que se lanzan para distraer la atención y que la gente no piense en los verdaderos problemas, puede ser oportuno girar una reflexión sobre el presente y nuestro futuro. Hay que frenar las prisas y poder pensar y decidir libremente; merece la pena. Después de algo más de treinta y dos años de la proclamación de la Constitución Española, debemos preguntarnos sobre cuál es el grado de cumplimiento y las acciones desarrolladas para aproximarnos al objetivo marcado en el Preámbulo de nuestra Constitución que dice: “ Establecer una sociedad democrática avanzada”.
Después de que el pueblo español, en uso de su soberanía, se haya constituido en un Estado Social y Democrático de Derecho; después de que en España haya habido Gobiernos de diferentes ideologías y con diferentes apoyos parlamentarios, es necesario valorar ahora si hemos avanzado para conseguir una sociedad dotada de un orden económico y social justo, donde el progreso de la cultura y de la economía esté asegurando a todos una digna calidad de vida. También hay que analizar si vivimos en una sociedad en la que los poderes públicos, como prescribe el artículo noveno de la Constitución Española, están promoviendo las condiciones para que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas para todos.
En estos momentos, cuando hay tanto abuso de poder y ausencia de consenso, una respuesta global a una pregunta tan amplia simplificaría una realidad muy compleja. Sin embargo, se puede afirmar que se ha producido un notable desarrollo legal del Estado de Derecho, pero apenas se ha avanzado hacia un Estado Social. Y lo que es más grave, cuando han existido mayorías absolutas se han producido serios daños en muchos aspectos de nuestra convivencia democrática.
Cuando un padre de familia tiene que gobernar a base de órdenes autoritarias decimos que no es buen padre. Así también, cuando un político gobierna a base de Decretos, sin saber lo que es consenso, hemos de concluir diciendo que no ha entendido la democracia. Hay quiénes confunden democracia con votación, como si al ser elegido tuviera un cheque en blanco para actuar como quiera. Además, los partidos políticos que para llegar al poder sólo utilizan el desgaste del otro, sin presentar alternativas, no han entendido la democracia. Mal funcionará la democracia cuando un partido llegue al poder, porque el que gobernaba perdió las elecciones y no porque se valore el programa del partido que llega al poder
No hace falta insistir en la regresión social que la política económica del Gobierno está introduciendo en la sociedad española; en la degradación de la libertad para acaparar cada día más parcelas de poder, no dejando que las iniciativas de ciudadanos y colectivos puedan ver que sus opiniones y sugerencias sean escuchadas. No hará falta tampoco insistir en el deterioro del funcionamiento de muchos de los servicios públicos.
A pesar de las dificultades del momento presente, caracterizado por generar decretos y leyes para facilitarse la labor de control y mantenerse en el poder, hay que procurar que se valoren los esfuerzos ciudadanos y colectivos realizados en beneficio del bien común vertebrando la acción participativa. El proyecto de futuro y esperanza que se puede ofrecer desde una sociedad democrática y avanzada responde a un análisis riguroso de los graves problemas de la convivencia nacional e internacional; a la elaboración de soluciones imaginativas, posibles y eficaces, y a una decidida voluntad política participativa.

Juan de Dios Regordán Domínguez

viernes, 2 de julio de 2010

MISDU DASDEA YERYDE HOY

Recuerdo que yo tendría unos 18 años y que se me presentó una gran duda, una duda que no paraba de corretear por mi cabeza día y noche y se la planteé al superior Alfonso Guerrero que era un superior-superior, porque había otros superiores que eran de 2º orden, como Juan de Dios Regordán, Luis Suárez y otros que no eran padres, pero Alfonso Guerrero era un superior de primera como Barberá, pues bien, íbamos de paseo por el Campo Sur, ya cerca de la cárcel de mujeres que yo entonces tenía problemas para entender que hubiera mujeres en la cárcel y me decía: “tienen que ser unas mujeres malas, malas para estar ahí” porque yo no sabía que entonces una mujer podía estar en la cárcel porque se le antojara al rico, que en realidad yo no sabía nada de nada entonces y volviendo a lo que iba, le pregunté mi duda mientras miraba de soslayo, andando junto al pretil de piedra, los enormes dados de hormigón sobre los que se estrellaban inútilmente las olas: Padre, tengo una duda, -yo le dije Padre porque en aquellos tiempos se les decía “Padre” a los superiores-superiores-, dime, y entonces le dije la duda: Jesucristo, después de resucitar al tercer día de entre los muertos, estuvo con los apóstoles y algunas mujeres –que no vea le follón que después se ha liado con eso en los best sellers- y después ascendió a los cielos y lo que yo me he preguntado hace días es si Él, con su poder anuló la fuerza de la gravedad y entonces, con un pequeño salto, subió a los cielos, o si por el contrario, ascendió venciendo simplemente con su fuerza superior la ley de la gravedad. No recuerdo qué me contestó el Padre Alfonso Guerrero, pero me imagino que no me acuerdo porque haría como mi amigo el ingeniero cuando lo de las nubes que vuelan, que me contestó lo primero que se le ocurrió sin ningún atisbo de cientificidad creando el malestar interior ese que se crea en esos casos y seguro que por eso no me acuerdo.
No crea nadie que la pregunta, con mi inquietud incluida, era una falta de respeto o ganas de tomar a broma los misterios de la fe. No. Lo que ocurre es que yo soy un científico por nacimiento, que hay otros científicos que son científicos después de estudiarse inmensos libros, pero yo no, mi inquietud científica es hereditaria y no acepto verdades con vagedades sin explicaciones serias al explicarnos cómo funcionan las cosas, a mí no me sirve que me digan, por ejemplo, “los aviones vuelan porque tienen alas”, no, eso no me vale porque no es una explicación, pero si me dicen que vuelan porque la parte superior de las alas tienen una superficie mayor que la de la parte inferior, eso sí, eso tiene sentido y me vale, y por eso le hice la pregunta aquella al superior-superior Padre Alfonso.
Y seguía sin saberlo.
Pero al cabo de muchos años, mi amigo Juan García del Castillo me contestó la pregunta, aunque fuera a medias, pero fue sin hablar siquiera del tema, sino con su agudeza habitual dio en el clavo, porque resulta que yo le había hecho un busto de barro a Eduvigis que como había asistido yo a las clases nocturnas de la Escuela de Arte, supe hacer el vaciado y era una escultura hueca y Edu la pintó de cobre y se le parecía bastante y la puso en una especie de atril plano en la parte más visible del salón que estaba muy ufana ella y orgullosa de su busto, pero un día que estábamos los cuatro charlando en su casa yo no hacía más que mirar el busto y mirar a Edu y mirar el busto y mirar a Edu, y me levanté del sofá y me acerqué al busto y lo cogí con las dos manos y lo dejé caer al suelo con coraje porque resulta que se le parecía, eso sí, pero era una escultura muerta, no tenía la vida que Edu derrochaba y por eso lo dejé caer que se hizo añicos y Edu se quedó con la boca abierta que parecía que se había tragado una aceituna que ni para adentro ni para afuera y cuando reaccionó se enfadó mucho, que porqué había hecho yo eso y entonces fue cuando Juan, con su agudeza e ingenio dijo: Edu, no tienes que decir nada a Luis porque él es el creador y puede hacer con su obra lo que crea conveniente y ahí es donde dio en el clavo respondiendo sin saberlo a la pregunta que yo le hice al Padre Alfonso diez años atrás.
Pero sigo sin saber cual de las dos opciones eligió Él: anuló la fuerza de gravedad o la venció simplemente.
Imagino que no tendrá mucha importancia pero es que a mi me gusta saber cómo ocurren las cosas y eso es lo que ennoblece al humano.
Luiyi

Sortear la vejez y vivir la ancianidad

José Antonio Hernández Guerrero El comienzo de un nuevo año es –puede ser- otra nueva oportunidad para que re-novemos nuestr...