sábado, 25 de julio de 2009

EL LOCO DE LA SALINA

YO HAGO LO QUE ME DA LA GANA

Metí la mano en el bolsillo y me encontré de golpe con el clásico papel que nadie sabe cómo llegó a las interioridades de mi pantalón. Lo saqué a la luz y recordé que lo había guardado porque, cuando la memoria falla, no hay remedio mejor que escribir lo que se puede olvidar fácilmente. No era nada del otro mundo y ya se había convertido en un estorbo. Lo apreté entre los dedos y me dispuse a salir de él. Todo estaba tan limpio a mi alrededor, que era un crimen tirarlo al suelo. Busqué una papelera y mis ojos se dieron de frente con el policía de barrio. Muy amablemente me indicó el lugar de la papelera.

Naturalmente no estoy hablando de España, ni mucho menos de La Isla.
Al rato me crucé con un señor que llevaba un perro tirando de su mano derecha y en la izquierda una bolsita preparada por si acaso. El perro, como todos los perros del mundo, dijo que hasta aquí hemos llegado, se agachó y se puso a la faena de apretar. El señor no se inmutó, se detuvo, esperó con la bolsita abierta y, cuando la caca iba a tomar contacto con el suelo, se dio maña para recoger meticulosamente el material.
Naturalmente no estoy hablando de España, ni mucho menos de La Isla.
Esto es otra cosa. El país y el pueblo donde nos ha tocado vivir carece de ese sentido común que nos pide un respeto por los demás y por las cosas comunes. Con otras palabras, carece de educación. Esto es como la selva, pero sin Tarzán. Esto es otro mundo. Si un día tienen ustedes tiempo, pueden recorrer despacio el puente que va a Bahía Sur. Está de mierda que se puede caer.
Pasa un chaval terminando una coca-cola. Cuando le ha sacado las últimas gotas, la tira al suelo por toda la cara. Cuídese de no decirle nada, si no quiere escuchar palabras increíbles relacionadas con la democracia y con yo hago lo que me da la gana. Pringue seca de helados, bolsas de patatas tiradas, pipas por el suelo…
Ésa es la imagen que da La Isla al que se dispone a atravesar el estercolero en que se está convirtiendo el puente. Los cristales no hablan, pero cualquier día esos cristales que protegen los laterales del dichoso puente pueden salir gritando, porque todo tiene un límite y la mierda se los va a comer poco a poco.
Pasa un chaval con un perro. Va suelto por supuesto y dice el perro que no aguanta más. Tal como lo piensa lo hace y suelta allí sus buenas morcillas. Como si no fuera con él, el chaval lo llama con un tono de voz que parece dejar claro que los que vengan atrás que arreen. Le llamo la atención y me dice con malos modos que eso es lo que hay y que él no puede hacer nada para impedir que su perro haga caca donde le cuadre.
Hablando de cuadras, hay calles en las que la gente saca sus bolsas de basura a la una de la tarde y las deja en la calle. Tal como se lo estoy diciendo. Vaya por ejemplo a la calle Murillo, que es donde vivo, y verá que lo que digo no es una calumnia.
La policía al parecer no puede hacer nada, el servicio de limpieza parece animar a esos señores a que dejen sus mierdas allí, pues después manda un camión que las recoge. El Ayuntamiento envía un hermoso papel diciendo a los ciudadanos que colaboren y que La Isla camina hacia el diez. Yo creo que va todavía por el uno pelado.
Y que conste que el Ayuntamiento no es culpable totalmente de tan poca educación, pero uno no se va a estar peleando todos los días con aquellos vecinos incivilizados que impunemente tiran sus bolsas de basura delante de tus propias narices.
En fin, para qué seguir hablando. Esto no pasa ni en el manicomio.

viernes, 24 de julio de 2009

Aquellos “progres” de los años setenta

José Antonio Hernández Guerrero

La congoja, la amargura y la preocupación generadas por las noticias de las violaciones a dos niñas por adolescentes menores de 14 años en Baena (Córdoba) e Isla Cristina (Huelva) han sido generales. A todos nos han dolido y son muchos los que se han esforzado en identificar las raíces y en sugerir algunas propuestas que favorezcan la eliminación de estos comportamientos tan agresivos e inhumanos

No han faltado políticos de diferentes signos ideológicos ni responsables del orden público que han abogado por un cambio de la actual Ley del Menor, de acuerdo con las reformas que han adoptado algunos países europeos. “No podemos agarrarnos siempre a lo mismo para no intervenir aduciendo que no es oportuno legislar en caliente”, ha declarado el Secretario General de la Confederación Española de Policía, Ignacio López.

El defensor del Pueblo Andaluz considera, por el contrario, que, antes de reformar la Ley del Menor, "hemos de hacer un estudio pormenorizado de los diferentes casos imputables a menores, y, después de una seria reflexión, extraer las conclusiones pertinentes". Para José Chamizo dichas atroces violaciones nos remueven la conciencia, porque entendemos que “la formación de los menores es una responsabilidad que hemos de compartir los padres y los demás miembros de la sociedad".

El ministro de Educación también ha pedido una reflexión sobre los valores morales de los menores de edad y de toda la sociedad para evitar que estos graves atropellos se sigan repitiendo. Pero, en esta ocasión, Ángel Gabilondo, dirigiéndose a los periodistas en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial, donde ha inaugurado el curso titulado “Televisión, poder y audiencias”, ha declarado que es necesario que todos "analicemos a fondo qué ocurre en una sociedad donde los menores de edad tienen tan dislocados los valores como para cometer esos atropellos". El titular de Educación lamenta que la sociedad trate de exculparse de estos comportamientos y los atribuya sólo a la falta de valores en los menores agresores. A su juicio, "la educación y la sociedad no son dos ámbitos diferentes ya que quien educa, en realidad, es toda la sociedad".

Ha insistido en que es importante que los adultos identifiquemos nuestra escala de valores, las convicciones que nos orientan, el modelo de sociedad que estamos construyendo y los principios que estamos transmitiendo". En su opinión, esta situación sólo se soluciona si la afrontamos mediante un plan de educación del que nos corresponsabilicemos las familias, los colegios, los medios de comunicación, los servicios sociales y todos los que ostentamos responsabilidades públicas y políticas.

A mi juicio, hemos de hacer una seria autocrítica en especial aquellos “progres” de los años setenta que, para liberarnos de las represiones de la Dictadura, nos sacudimos de una manera radical e indiscriminada -y sin sustituirlas por otras- las pautas que, durante mucho tiempo, habían orientado nuestros comportamientos personales, nuestras relaciones familiares y nuestras conductas sociales. Aquella alegría con la que entonces banalizamos las relaciones sexuales, desacralizamos los principios éticos, desmitificamos las tradiciones milenarias y desacreditamos los valores cívicos sigue constituyendo, en la actualidad, el objeto de comentarios frívolos de unos “progres” trasnochados que ya lucimos canas o calvas.
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Carta abierta al Iltmo. Sr. Alcalde de Algeciras.

Iltmo. Sr. Alcalde

Permítame, Sr. Alcalde, con todos los respetos, que le dé mi opinión personal y, al mismo tiempo, le traslade la opinión generalizada de la mayoría de los ciudadanos, en relación con la implantación de los nuevos horarios y trayectos en la línea de autobuses urbanos.
Durante muchos años, los algecireños hemos venido sufriendo el pésimo servicio que, con su consentimiento, la empresa C.T.M. ha venido dando en esta localidad con las líneas urbanas de autobuses.
Hemos tenido que soportar vehículos viejos, [en algunos casos, desechos de otras poblaciones], destrozados por dentro y que se averiaban constantemente.
Unido a su deplorable estado, había que sumarle el hecho de que técnicamente era imposible que una unidad, concretamente la del Rinconcillo, pudiera realizar el recorrido en los 30 minutos que tenía asignados. Y, como consecuencia de ello, irremisiblemente, se producían numerosísimas demoras.
Pero además había que añadir, que a los factores técnicos de mala conservación y problemas de tráfico, se le unía el factor humano.
Porque yo he vivido, he sufrido y he visto cómo en más de una ocasión, los mismos retrasos han provocado que dos autobuses coincidieran en su recorrido. Y en vez de esperar el segundo media hora para corregir el desajuste horario, ha proseguido su marcha detrás del primero.
Lógicamente, el resultado inmediato era, cómo mínimo, una hora de retraso.
Podría ocupar varias decenas de folios la descripción de los múltiples atropellos y anomalías que los algecireños hemos venido sufriendo en nuestras carnes durante tanto tiempo, como por ejemplo, la mala educación de algunos conductores.
He aquí, que de pronto, aparecen 21 nuevas unidades para cubrir las líneas de Algeciras.
Parecía un sueño irrealizable que, casi sin darnos cuenta, y después de más de un año de promesas, surgió de la nada. No me lo podía creer.
Pero la cruda realidad, desvaneció mis ilusiones y muy pronto nos dimos cuentas, que todo, no sólo seguía estando tan mal como antes, sino que además era mucho peor.
No sé qué mentes privilegiadas han intervenido en la elaboración de los horarios y en el ajuste de las líneas. Pero se han lucido. La cagada ha sido enorme!
Es cierto que los autobuses siguen siendo nuevos y que todos, aunque los asientos siguen estando igual de duros, tienen aire acondicionado.
Pero Don Tomás, lo que quiero, lo que pretende el empleado que va a trabajar, lo que desea el ama de casa que se desplaza al mercado a hacer la compra, es PUNTUALIDAD.
Mi vecina Pepi, o mi amigo Carlos, no pueden permitirse el lujo de esperar 45 minutos a que pase el autobús, o aguantarse una hora y cuarto en el terminal del puerto, o en la parada del Parque, como me ha pasado a mí más de una vez, para volver a casa.
Porque mi amigo tiene que llegar puntual a su trabajo y a su jefe no le vale con que le diga que los autobuses vienen con retraso. El jefe le dirá que coja el anterior, y él le contestará: No, es que también han suprimido el que antes salía a las seis de la mañana y hasta las siete no sale el primero.
A propósito del autobús que sale a las siete: A diario, pasa por delante de la Iglesia del Rinconcillo, a las 07,05, con destino a la parada inicial. Con lo que, de entrada, empieza su recorrido con 10 minutos de retraso.
Porque mi amiga Pepi, no está en el Rinconcillo de vacaciones. Ella, primero, tiene que hacer las camas, dar el desayuno a sus hijos, barrer, pasar la fregona y dejar la casa digna y aseada antes de irse al mercado a hacer la compra.
Y cuando termina de pelearse con el carnicero, el frutero o el pescadero para conseguir lo mejor para su familia y al mejor precio para poder llegar a fin de mes, no puede permitirse el lujo de esperar durante más de una hora a que pase su autobús para volver a su casa y tener la comida lista para cuando llegue su marido. Y mucho menos gastarse 5 o 6 euros en un taxi.
Sí, Sr. Alcalde, el descontento es general. No se tape los ojos. Es cuestión de acercarse a las paradas y oír a la gente. Mézclese con el pueblo y oiga sus problemas. Entonces conseguirá entender cuál el es el mejor método político para conseguir que todos tengamos una ciudad digna que merezcamos todos los algecireños.
No nos merecemos que se rían de nosotros en nuestras propias narices. Nos tapan la boca con autobuses nuevos, pero resulta que el servicio es pésimo y mucho más lento.
Hace dos o tres años pusieron una unidad más en el Rinconcillo, modificando las horas de salida, de manera que, en vez de media hora, el autobús pudiera realizar el desplazamiento en 45 minutos. Paralelamente pusieron dos vehículos más que pasaban por San José Artesano y llegaban hasta la rotonda de Brígida. Posteriormente se suprimieron estas modificaciones, con lo que volvimos a los mismos retrasos e inconvenientes.
Pues bien, en la actualidad, es cierto que se ha aumentado a tres el número de vehículos y que se ha restablecido el servicio de San José Artesano.
Pero, ojo, el autobús ya no llega hasta el puerto y después retorna. No!. Ahora sigue hasta la iglesia de San García y vuelve. No hay que ser ningún genio para entender que a desplazamientos más largos corresponden mayores demoras.
¿Cuánto tiempo necesita, Don Tomás, para darse cuenta que es imposible que ese recorrido se haga en 45 minutos? Y es que hasta los mismos chóferes lo reconocen. En cuanto al servicio de San José Artesano, solamente hay un autobús que pretenden que haga la ruta en tan sólo 20 minutos. Demencial!
Miré, el viernes, estuve desde las diez y media hasta las doce menos cuarto esperando a que llegara. Y ya desesperado, me decidí, con dolor de mi corazón, a coger un taxi.
Estuve llamando al teléfono de atención al cliente y no pude hablar con nadie, porque me salía la insoportable cantinela de “si quiere esto marque 1, si quiere lo otro, marque 2, etc.” Y cuando ya, por fin, pude coger línea, me sale un contestador automático para que dejara un mensaje.
Evidentemente colgué y no dejé ningún mensaje, porque mi educación me impidió expresar lo que, de buena gana, hubiera querido decir.
Por favor, no se rían más de nosotros.
Acérquese! Acérquese a las paradas. Súbase a los autobuses y oiga el comentario de la gente.
El comentario más apacible es “Esto es una poca vergüenza!”, o “no hay derecho que nos hagan esperar más de una hora!”
Esta mañana oía quejarse a un hombre que tenía que bajar de la barriada de la Granja hasta la parada del autobús del Rinconcillo, porque, si no lo hacía así, iba a llegar tarde.
Sería demasiado grosero reproducir en este escrito lo que salía por su boca.
Por otra parte, ¿qué hace un autobús de la Piñera en la plaza Alta? ¿Es que los que vivimos en otras barriadas no tenemos derecho a que nos lleven a la plaza Alta? ¿No es esto un agravio comparativo?
Y lo más vergonzante, es que, encima, vd. esté financiando a esta empresa con dinero de todos los algecireños.
Cuando perdió las elecciones, mi amigo Antonio Patricio se lamentaba diciendo “Hay que ver, con lo que yo he hecho por Algeciras, y así me lo pagan”
Sí. Es cierto, Antonio. Hiciste mucho por Algeciras, pero te olvidaste de estas y otras muchas menudencias que lleva en la mente el algecireño a la hora de votar.
Quizá te olvidaste también que muchísimos algecireños queremos una Andalucía unida y fuerte que nos represente a todos en el contexto nacional y no tengamos que conformarnos con las migajas que el gobierno de turno nos quiera dar.
Pero tú te empecinaste en desmembrar nuestra provincia en reinos de taifas, con nefastos, excluyentes y erróneos aires nacionalistas, emulando a tu admirado Almanzor, [por cierto,el sanguinario y asesino más grande y devastador que ha conocido nuestra ciudad].
Ahí lo tienes, presidiendo la principal arteria de acceso al centro de Algeciras.
Perdone el inciso. Siguiendo con el hilo y principal argumento de mi escrito, le diré, para concluir, que, ocupado por los múltiples problemas que asolan nuestra ciudad, a lo mejor aún no se ha percatado que el servicio de autobuses no es algo opcional que está a disposición del pueblo para cuando quiera usarlo como algo recreativo o para dar un paseo por otras barriadas.
No, Sr. Alcalde. Es una necesidad ineludible, inexcusable e innegable. El 90% de los residentes del Rinconcillo no estamos de vacaciones. Y necesitamos, reivindicamos y exigimos que, como mínimo, haya puntualmente un autobús cada media hora.
Sin más, aprovecho la ocasión para saludarle respetuosa y afectuosamente.
Fdo. Manuel Argumedo del Olmo
31.179.406P

domingo, 19 de julio de 2009

¿DÓNDE ESTÁ EL LEVANTE?

EL LOCO DE LA SALINA

Eso mismo me pregunto yo todas las mañanas, cuando asomo las narices por la ventana de mi habitación. ¿Dónde está el levante? Es como si se lo hubiera tragado la tierra, o el cielo. La verdad es que lo echamos de menos, porque el roce produce el cariño y teníamos con él una tradición de roce que rozaba límites cercanos a la locura. El levante ha desaparecido y La Isla entera se pregunta cómo es posible. La Feria se siente huérfana, y su albero, el mejor aliado del viento, ha sido innecesariamente humillado bajo el asfalto. La Isla contempla con estupor cómo el poniente y los frescos de sus amigos se han hecho con la situación y no dan tregua al pobre levante. Tampoco hay derecho. Todos lloran la inexplicable ausencia de nuestro acompañante de siempre: los papeles callejeros han perdido el rumbo y ya no se arremolinan como de costumbre haciendo interminables ruedas; las faldas de las mujeres ya no se levantan en la Cuestecilla provocando una gran decepción en los mirones de toda la vida de Dios; el humo de los churros se ha vuelto perezoso y se está viniendo abajo poquito a poco perdiendo la agilidad que siempre tuvo; los peines, impulsados más por la estética que por la necesidad, se están sintiendo poquita cosa y han perdido ya la autoestima al verse casi inservibles y relegados a peinar cabellos dóciles y ordenados. Ante tanto despropósito cabe preguntarse por qué. Algunos hablan del cambio climático y se quedan tan tranquilos, pero eso de los cambios es un tema muy manoseado y recurrente, que siempre está a cargo de unos cuantos para llegar ellos al sillón y vivir como nunca han vivido sin que después quieran hablar de más cambios ni tonterías. Ya he perdido la fe en los que quieren que todo cambie, menos ellos. Y lo de climático parece dar a entender que el clima vive en un ático y por eso nos viene impuesto desde arriba. Otros dicen que éste es un año de ponientes. Y lo dicen poniendo cara de adivino, como si ellos supieran los secretos que nos reserva el dios Eolo. También hay quien levanta sus ojos al cielo y bendice la ausencia de levante, pues consideran que el fresquito en pleno verano no tiene precio. Y no falta quien le eche la culpa a la crisis. Esto último pudiera ser, porque aquí el que no esté en crisis que tire la primera piedra y el levante no iba a ser menos.
Sin embargo yo mantengo teorías totalmente diferentes. Para mí La Isla lo está perdiendo todo. Ya perdió la sal hace tiempo, con lo cual no es sorprendente que ahora pierda al padre de la sal y a la madre que la parió si hace falta. También perdió la Bazán y la Escuela de Suboficiales y el pito de la Constructora…Todo se quedó en el aire para los restos. El futuro está con las carnes abiertas. La Isla ha perdido de momento la batalla del pequeño comercio con las grandes superficies y ha perdido tantas cosas que, aunque dicen que La Isla es una ciudad dormitorio, no me extrañaría que un día perdiese la cama e incluso el ropero empotrado. Para colmo La Isla ha perdido, aparte de la vergüenza, siete millones y pico grande de euros, sin que hasta el momento sepamos dónde están.
Finalmente, como decía, hemos perdido también el levante. Y no vayan a pensar que la cosa es normal. No. Algunos insensatos dicen que al levante ni lo nombre, pues están muy bien sin él. Perdónalos, Señor, porque no saben lo que dicen. Gracias al levante las cabezas de los que vivimos en este bendito manicomio se han vuelto locas y desde luego tenemos la preocupación de que no vuelva nunca más y cada vez nos tengamos que parecer más a los cuerdos de ahí fuera con la que tienen montada.

martes, 14 de julio de 2009

Se presentó con éxito la revista 'Speculum'


José Antonio Hernández Guerrero: “¿Es la literatura una broma o, por el contrario, es un desafí­o?”


La literatura –como la fe, como los propósitos de enmienda, como el decálogo de valores del yo intransferible- mueve montañas. Francisco Umbral –nuestro dandi hispano de fluyente y confluyente prosa en requiebros metafricos- nos dejó dicho que la escritura no postula la verdad del mundo: sencilla y francamente la potencia. En efecto: la potencia, la promueve y promulga, la contrasta por exceso y por defecto, la entroniza como postulado desprovisto de ningún ardid semntico. Hete ahí el quid de la cuestión, el subrayado con enérgico trazo de carboncillo, la congónita identidad de la función literaria: suscribir en negros sobre blanco todo cuanto, instalándose supremamente sobre la dermis de la realidad, exige la interpretación o la reinterpretación de una mirada capaz de ver más allá de lo puramente visible. No por razones de narcicismo inveterado, sino por las superlativas analogí­as de la captación personalizada. La letra –recordémoslo sin aspavientos- con sangre entra. Y con brotes de confesionalidad sale. La literatura, en efecto, suele estar colgada en la pared de nuestra propia introspección y de nuestra misma retrospección. Como un espejo de cristal irrompible.
Toda esta suerte de conceptos –tanto lingüí­sticos como, tal pregonara el poeta, “fieramente humanos”- han sido tenidos muy en cuenta por el cualitativo, homogéneo, polifacético, cohesionado y preclaro grupo de amantes del nobilísimo arte de la escritura y de la balsámica dádiva de la lectura que, agrupados bajo el identificador tí­tulo de Club de las Letras de la Universidad de Cádiz, no cesan en su luminoso empeño de abrir veredas, aunar criterios, unificar análisis, compartir pálpitos, colonizar territorios insospechados de una obra literaria sensu stricto, extender urbi et orbi las excelencias argumentales de determinadas novedades novelescas y no noveleras, salpicar y salpimentar de tertulia y crí­tica (constructiva, compartida, aprendida y aprehendida) los foros del más cenital intercambio intelectual.
El Club de las Letras de la Universidad de Cádiz no es grupúsculo asociativo de tres al cuarto. En su base, en su arquitrabe, en su busilis cultural, en su soldadura académica, en su engranaje participativo existe la sustancialidad de una de las tendencias menos asibles y preponderantes de la sociedad de hogaño: amor por el hecho lingüí­stico así como una fundada y fundamentada raigambre de otro valor en peligroso proceso de extinción: el manejo del criterio propio, del conocimiento de causa y de una ética y estética alteza de miras.
Pues bien: el Club de las Letras de la Universidad de Cádiz ha presentado en Jerez, concretamente en la sede de la Escuela de Hostelerí­a, el número 0 de cuanto debiera catalogarse apriorí­sticamente como una plataforma de incentivación, promulgación, motivación y sustanciación literaria: la revista Speculum. Regresamos, originariamente, a la nada trivial razón de ser del espejo. Pero de un espejo de cristal de brillo que no deforma los directos reflejos de la cotidianidad como así reflectaran los célebres de la no menos celebérrima obra de Ramón Marí­a del Valle-Inclán. El espejo que paradigmáticamente presentan los integrantes de este Club no desdibuja imágenes ni distorsiona contornos. Porque es cristal de papel, nido de entrelazos, acudidero de alquimias (textuales, espirituales e incluso afectivas), sendero unidireccional, apoteosis de progresí­a, zurcido sin roturas, matraca de elegancia, taller de redacción, maestrí­a de corrección, punto de encuentro.
La Escuela de Hostelería ha acogido este acto consagratorio: la fiesta de las letras también precisa a menudo del respaldo de las multitudes. Y precisamente multitud –que no muchedumbre- acompañaba, protegía y abrazaba el nacimiento de una publicación a la que, de entrada y de entradilla, auguramos larga y fructífera vida. Sus hacedores no manejan la temporalidad –la irregular periodicidad- de la inconstancia como divisa, sino muy al contrario, constituyen un grupo de intelectuales serios, tenaces, sensatos y, mayormente, contrastados de currí­culo y renombre. Verbigracia el mentor, el animador, el impulsor y el director de esta cofradí­a de escritores con fundamento y de lectores con predicamento: José Antonio Hernández Guerrero.
José Antonio Hernández Guerrero –entrañable catedrático, agudo articulista de prensa, hombre de afabilidad y magnanimidad ilimitada- nos explica a las claras la génesis intencional, el propósito primigenio, la idea primera de Speculum: “Con la incontrolable timidez de quienes se disponen a descubrir por primera vez las vibraciones í­ntimas que, en sus cuerpos y en sus espíritus, despiertan esos episodios cotidianos que de manera enmarañada se suceden en el correr de nuestros días, nos hemos atrevido a situarnos ante este espejo traslúcido y, sin duda alguna, empañado por el calor húmedo de nuestro aliento. Tras seis intensos años de intercomunicación oral, los miembros de este Club de Letras nos aventuramos a dejar constancia de nuestros irreprimibles afanes por alimentar el crecimiento de nuestra sensibilidad estética y por estimular el desarrollo de nuestra conciencia ética y por alentar la progresión de la solidaridad humana”.
“Partimos del supuesto –añade José Antonio Hernández Guerrero- de que la literatura es una lectura profunda de la vida y de que la vida, si la vivimos de una manera intensa, más consciente, más plena y más humana, constituye una manera de hacer literatura. Creemos que la literatura cumple su función saludable cuando se impregna de esa realidad compleja, cambiante y polivalente que es la vida humana. La base y el horizonte, el punto de partida y la meta de nuestros textos convergen en nuestro propósito explícito de averiguar el sentido de la vida y de investigar el significado de la existencia humana. Por eso nos esforzamos por escuchar, en el fondo de los textos las irreprimibles ganas de vivir y el clamor sordo de la exasperación que nos cuestiona el sentido último de este "circo", de esta "farsa" o de este "juego" de procedimientos: ¿es la literatura -nos preguntamos- una broma o, por el contrario, es un desafío?”.
El Club de las Letras de la Universidad de Cádiz cree a pies juntillas en el sentimiento de la literatura, en la literatura como generadora de sentimientos, en la sensibilidad de la argamasa que construye un idioma en marcha, en el énfasis del acento individualizado, en el idealismo nómada de todo párrafo que siempre regresa al campo de visión de nuestra mirada: “Ponemos especial énfasis –nos explica Hernández Guerrero- en el hecho de que la literatura, además de estudiada y disfrutada, puede ser sentida, experimentada y vivida. La vida tiene sentido para quienes toman su existencia en sus propias manos, para quienes hacen de ella, de algún modo, una obra literaria o, en general, una creación artí­stica, en vez de abandonarse a sus ocupaciones vanas o fútiles. No dudamos que la vida se trasforma por la acción de las palabras ni que las palabras adquieren sus significados cuando conectan con la vida. Vamos a ver si somos capaces de lograr que el ritmo y la rima de nuestros versos transparenten la música dulce o amarga de nuestros zigzagueantes recorridos vitales”.
No albergamos ningún ápice de duda. No regateamos opciones a la contra. Speculum nace vigorosa de traza y heteráclita de significado. Plural y democrática. Ilustrada e ilustrativa. El movimiento se demuestra andando. Y los componentes del Club de las Letras de la Universidad de Cádiz avanzan (a paso de gigantes) mil leguas a cada golpe de tertulia, con la grandeza y con la certeza de un libro debajo del brazo. Ya así­ lo certifica un reconocible proverbio hindú: “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.

domingo, 12 de julio de 2009

CRISIS Y CAPITALISMO

Se habla de gran crisis económica, pero en realidad se trata de una crisis global de la humanidad que no se resolverá con ningún tipo de capitalismos. Y ello por una simple y cruda realidad: porque nunca ha existido ni existe un capitalismo humano. El capitalismo sigue siendo homicida, destructor del ecosistema y suicida.

No se puede servir simultáneamente al dios del dinero, al dios de la banca y al Dios de la Vida. No se puede conjugar la prepotencia y la usura con la convivencia pacífica y fraterna. Por ello, ante lo que se le llama crisis, hay que preguntarse si se trata de salvar el Sistema o salvar a la Humanidad.

Hay quiénes afirman que “a grandes crisis, grandes oportunidades”. Conviene recordar que en los momentos actuales la palabra crisis se puede desdoblar en dos sentidos:: “crisis como peligro y crisis como oportunidad.” Unos lo pasan muy mal y otros aprovechan la coyuntura para explotar cada vez más a los más débiles, haciéndoles indefensos.

La gente está harta de promesas incumplidas y de políticas sumisas. Y ello porque ya son muchos los que piensan y quieren ser libres de hipotecas ideológicas sin soluciones a los verdaderos problemas humanos. Del cansancio y de la pasividad se está pasando a la actitud de salir de la resignación y exigir a los políticos responsabilidades.

Ya el gran filósofo social norteamericano John Dewey nos advirtió de que “la política es la sombra que la gran empresa proyecta sobre la sociedad” Y así seguirá sucediendo mientras el poder resida “en los negocios para beneficio privado a través de un control sobre la banca, sobre el suelo y sobre la industria.” Un poder que se ve ahora reforzado por el control en los medios de comunicación.

No obstante, sin sentirnos “iluminados”, conscientes de la convulsa coyuntura actual, hemos de profesar la vigencia de muchos sueños y de que otro mundo es posible. Seguiremos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el hambre a una gran mayoría de la Humanidad.

Según datos de la FAO somos 6.500 millones de personas, de los cuales la mitad vive debajo del umbral de la pobreza, y 854 millones sobreviven con hambre crónica. Y nada indica que se vayan a cumplir hasta el “tan pronunciado 20015”, las metas del milenio de la ONU, entre las cuales está la erradicación de la miseria. Seguirán habiendo crisis, pero no faltarán campañas universales de solidaridad hasta llegar a compartir con los más necesitados, con los sin techo y los sin tierras.

Hay quiénes dan como alternativa al hambre el control de la natalidad, incluso sin respetar la libertad y responsabilidad de las parejas. El hambre es un problema de justicia y de compartir. Si la Tierra produce lo suficiente para alimentar a 11 mil millones de personas, lo que falta es justicia para evitar la excesiva concentración de la riqueza en pocas manos. Y ya somos cada vez más los que nos negamos a renunciar al sueño de la solidaridad.

Juan de Dios Regordán Domínguez
D.N. I 31.158044J

viernes, 10 de julio de 2009

El Maestro de las Medias Figuras

José Antonio Hernández Guerrero

Con sus palabras y, sobre todo, con las expresiones de sus rostros iluminados, lo expresaban aquellas tres señoras –Eloísa, Carmen y Ana- que estaban sentadas en la fila de delante: “¡Hay que ver la suerte que hemos tenido al enterarnos hace un cuarto de hora de esta conferencia!”. Y es que, efectivamente, el acto que, dentro de las actividades de la Delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía y organizado también por la Asociación Qultura, celebrado el pasado miércoles en la sala de proyecciones del Museo de Cádiz, constituyó el mentís rotundo de un tópico que repetimos de manera insistente muchos de los que amamos y veneramos las manifestaciones artísticas: No es cierto que los temas artístícos despiertan aquí un escaso interés.
Como reconoció el mismo conferenciante, el elevado número de asistentes, la atención que prestaron a su exposición y el entusiasmo con el que le aplaudieron demostraron que, en nuestra Ciudad, existe un amplio y variado público que acude con gusto a los actos culturales cuando están dotados de calidad y han sido adecuadamente programados.
Gracias a la maestría descriptiva y analítica del profesor Enrique Valdivieso, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, desde aquella sobria sala, giramos una amena y placentera visita a los museos de Prado, Ermitage de San Petersburgo, Metropolitano de Nueva York, Rijkmuseum de Ámsterdam, Pinacoteca de Brera de Milán, Louvre de París, Kunsthistorische de Viena y Staatliche de Berlín. Al final del acto, varios asistentes coincidían en la habilidad con la que el conferenciante, de manera sobria, precisa, interesante y breve, nos explicó los rasgos que caracterizan las obras del Maestro de Medias Figuras, un pintor cuyo nombre aún permanece en el misterio y cuyas obras están distribuidas entre las pinacotecas más importantes del mundo. La descripción de este amplio conjunto de pinturas sirvió para ubicar geográfica (Países Bajos) y cronológicamente (entre 1500 y 1550) un estilo característico y, sobre todo, para valorar el cuadro objeto de nuestra contemplación: La‘Virgen con el Niño’, obra que permanecerá expuesta durante tres meses en la planta primera del Museo.
La elegancia, por ejemplo, de Santa Catalina (Pinacoteca Brera), la delicadeza de las “Tocadoras de música” (Ermitage), la sobriedad del retrato femenino (Kunsthistorische museum), la delicadeza del los rostros del tríptico (Museo del Prado) o, incluso, la hermosura del “Juicio de París” (Rijkmuseum) nos sirvieron, no sólo para interpretar el gusto estético de una época decisiva de la Historia de nuestra cultura, sino también para valorar la depurada belleza de la pequeña obra que, perteneciente a una colección privada, se expone en nuestro Museo.
Por esta razón no hemos dudado en acudir a la nueva convocatoria de la Asociación Qultura, ese grupo de amantes de las “cosas buenas y bellas”, que nos proporciona periódicamente la oportunidad de que nos deleitemos con agudos análisis y con sabrosas explicaciones de obras expuestas en nuestro Museo Provincial. Hemos disfrutado contemplando la sobria elegancia que nos transmiten cálidos mensajes de liberadora simpatía Con el fin de asimilar con mayor facilidad estos exquisitos y sustanciosos manjares, he decidido regresar con el fin de que, sedimentados, asimile los interesantes datos y las múltiples sensaciones que acabo de experimentar.

jueves, 9 de julio de 2009

EL LOCO DE LA SALINA.

CRISIS Y CARNAVAL

Estoy desconcertada. No me había visto jamás en esta situación y por muchas vueltas que le doy no acabo de salir de mi asombro. Nunca me había pasado lo que voy a relatarles a continuación y, si tienen la infinita paciencia de escucharme, verán que ni miento, ni tengo por qué mentir. Siempre voy de frente y dando la cara, aunque los que me conocen sobradamente me tachen de perversa.
Pero antes que nada perdonen por no haberme presentado desde el principio. No me gusta llegar por sorpresa a los sitios y mucho menos pasar por mal educada. Me llamo Crisis a secas, porque hasta mis apellidos huyeron como diablos al verse unidos de por vida a un nombre tan depresivo como el mío. Mi patria es el mundo, mi ciudad la que le toca, mi pueblo el que me busca, aunque mi residencia habitual es Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente, que por ser tan veterana sabe de mi inconfundible condición. Mi pareja de hecho se llama Paro, con el que he tenido multitud de hijos comenzando por Miseria, aquella que se paseó una vez por la playa gaditana y ¡válgame San Cleto! la que allí formó. A Miseria, que es mi primogénita y sin duda mi más fiel acompañante, le siguen Dolores, Angustias y un largo etcétera de hijos que solamente producen quebraderos de cabeza. No hubiera hecho falta presentarme, porque aquí me conocen a fondo, pero cada una es como es y siempre suelo anunciarme con el debido tiempo de antelación. Vivo de apretar cinturones y, aunque aprieto lo indecible, huyo de ahogar a quienes me padecen, ya que al fin y al cabo son mis asiduos clientes y yo sin ellos carecería de justificación. Por ello me encanta llevar las cosas a un límite más o menos soportable y tensar la cuerda razonablemente para que todos maldigan siempre mi funesta presencia y nunca me releguen al olvido. Soy capaz de aparecer en el momento más inoportuno y tengo la habilidad de poner en guardia a todo el que me ve llegar. Mi más encarnizada enemiga se llama Esperanza, que, además de estar aún muy verde para competir conmigo, sueña la hipócrita con verme desaparecer cuanto antes, sin obtener beneficio alguno, pues con mi desaparición también ella se esfuma en el aire efímero de los sueños. Sin embargo no vayan a creer que no tengo cualidades. Son pocas, pero fácilmente reconocibles. ¿Quién echa el freno más que yo a los gastos innecesarios? ¿Quién, más que yo, le da sentido a eso de que es mejor prevenir que curar? ¿Quién no escarmienta conmigo más que con todos los discursos del mundo? ¿Quién, al sonar mi nombre, no se pone en guardia y vigilante para que nada malo suceda? ¿Quién, mejor que yo, hace que nadie tire las campanas al vuelo de una manera insensata? Les comento todo esto, porque, a pesar de que tengo clara conciencia de lo que soy y de lo que represento, hoy estoy desconcertada. Tengo que reconocer que me gusta vivir en Cádiz y que le tengo bien puestos los puntos al cinturón de la Bahía. Sin embargo en cuanto febrero aparece por Puertatierra, la cosa cambia sin ninguna explicación convincente. Los gaditanos me erigen en protagonista de muchas letras de Carnaval y se burlan de mí y de mi familia. Se toman a broma mi perseverancia y viven la vida como si yo no existiera. Hacen que me sienta ridícula de tanto mencionarme y de tanto jugar con el doble sentido que al parecer inspiro. Yo, que suelo presentar una cara oscura y trágica, me siento en febrero como un juguete grotesco recorriendo calles y escenarios. El parado se ríe de mí, como si yo no fuera la causa directa de su falta de trabajo. Los pobres dicen que mañana será otro día, cuando yo les cierro todas las puertas desde el amanecer hasta que intentan sepultarme en el alcohol o en la cama. Muchos insensatos se disfrazan, como si yo no supiera cuánto me padecen los infelices bajo su disfraz. El vino corre y las carteras cansadas se abren sin temor, a sabiendas de que no perdono fácilmente las locuras. Las gargantas no paran de cantar, cuando yo no suelo dar motivos para cantar sino más bien para llorar amargamente. Ya digo, esto no me ocurre en ningún lugar del mundo. Por eso no alcanzo a explicarme qué es lo que pasa en Cádiz en febrero. A mí me gusta que la gente me sienta, que me sufra, que me eche maldiciones, que me desprecie, que pronuncie mi nombre y se eche a temblar. Pero así, con ese desparpajo con que el gaditano me trata y me concibe durante ese mes fatídico, no puedo vivir. Debo confesar que me estoy enamorando de Cádiz a fuerza de pensar en febrero, mes en que Cupido dispara sus flechas envenenadas. Ya sé que hay amores que matan, pero, como dije antes, yo nunca mato a mis amantes. Y, si Cádiz hace todo lo posible para olvidarme en Carnaval, yo tendré que olvidarme de Cádiz en febrero, si ella así lo quiere. Me sentaré en la murallita y esperaré. Si al llegar a Cádiz con ganas de Carnaval, ustedes me ven allí en silencio y sin ganas de sumarme a la fiesta, pasen de largo y disfruten, que febrero pasa pronto y ya vendrán tiempos mejores para mí.

miércoles, 8 de julio de 2009

SOBRE LA LENGUA CATALANA. José Antonio Carmona

"Acabo de oir en un noticiero de Televisión al Sr. José Mª Aznar decir que los hijos de los catalanes, que puedan pagarlo, tendrán que salir de Cataluña para poder aprender español, porque en Cataluña no podrán hacerlo. Esto lo decía en función de la nueva Ley catalana sobre la enseñanza que se ha debatido y aprobado en el Parlamento catalán.

La Ley ha sido aprobada por todos los partidos, excepto el PP y Ciudadanos (3 parlamentarios más ultras que los del PP).Ante tamaña demagogia, ante tanta intencionalidad de poner enfrentados a unos españoles contra otros (cuando he salido de Cataluña he podido comprobar que es así), no me puedo callar.Hay que tener en cuenta algunas cosas, antes de emitir un juicio con esta carga de falsedad, por no decir algo más fuerte.

1º La lengua vehicular de Cataluña es el catalán, que es, queramos o no, la lengua materna de los catalanes. En la que aprenden los nacidos aquí sus primeras palabras, sus primeras expresiones...

2º La pluralidad de lenguas es una riqueza más de la Humanidad, no un empobrecimiento. Sería muy pobre "el pensamiento único", la lengua única. Claro esto supone tener que aprender más... con lo que nos enriquecemos más.

3º Todo catalán es al menos bilingüe, habla catalán y español, cosa que no sucede a la mayoría de los venidos de otras partes de España a Cataluña (no hablan catalán).

4º La única lengua que corre peligro de perderseen Cataluña es el catalán, porque la lengua social empleada en la calle, en los cines, en la televisión, en la prensa, la lengua empleada en la inmensa mayoría de la ocasiones es el español. He experimentado personalmente que en Valencia se habla con toda normalidad el valenciano dialectal, en Galicia el Gallego, y ningún partido político arremete contra estas comunidades. Muy curioso...

5º El español no se pierde en las aulas de Cataluña, sino que se enseña, aunque no sea la lengua vehicular, y según esta Ley , a la que se ha referido el Sr. Aznar, se ha de enseñar . Y no se enseña peor, ni mejor, que en otras comunidades autónomas. ¡Cómo se habla y escribe el español en Castilla, León, Murcia,Andalucía...! El problema de la enseñanaza es otro problema, muy grave, pero no aparece asustar tanto.

6º Es misión del gobierno de una comunidad autónoma bilingüe ayudar un poco a la lengua más débil.

7º Eliminar el pluralismo es muy malo, pero afirmar lo que no es, no es menos malo. Mi nietecita que aún no tiene dos añitos y medio, y que sólo va a una guardería "catalana" habla, con el lenguaje propio de su edad, tanto en catalán como en español...y algo de inglés. Está inmersa en ambas lenguas y no tiene ningún problema. Los problemas los crea en buena medida el odio y la confrontación.

8º Todo esto lo digo sabiendo que yo soy andaluz, y como tal de una comunidad que habla un "habla" del español, con su fonética especial, su léxico a veces ininteligible para los de Castilla, pero que por ser andaluz soy hombre (no se puede ser hombre sin haber nacido en un lugar del planeta), ciudadano de la Tierra, miembro de la comunidad humana y, por lo mismo, del Kosmos, al que toda riqueza de lo humano alegra, lo mismo que la pluralidad kósmica, como manifestación que es del Espíritu.

8º Y la única razón que me parece válida para que se sepa de verdad qué es Cataluña(como cualquier otra parte del mundo), no es más que recordar las palabras de Jesús a quienes le preguntan: Maestro, ¿dónde vives?. Venid y lo veréis. Vengan ustedes a Cataluña y palpen su realidad social, palpen si hay, o no, problema con el bilingüismo. No dependan de lo que puedan decirles otros con buena, o mala, intención. Así podrán tener una opinión bien fundamentada.

José Antonio Carmona

ESTO ES OTRA HISTORIA

EL LOCO DE LA SALINA


Llevaba yo tiempo figurándome que vivía en otra época. Los locos tenemos esas partidas, pero es mejor callarse, porque también los cuerdos se pasan la vida haciendo multitud de películas sobre el regreso al futuro, la máquina del tiempo y todas esas cosas raras. He soñado muchas veces que yo era un romano al ponerme las zandalias de verano, que era un árabe al echarme la toalla sobre la cabeza, que era un renacentista al contemplar el cielo y creerme que la Tierra es la que se mueve alrededor del sol, que era un astronauta al observar el traje espacial de un muñeco de mi nieto. Sin embargo no podía imaginarme que de golpe, sin comerlo, ni beberlo, me iba a dar de cara con un montón de cañaíllas metidos de lleno en una época imaginaria que abarca varios siglos desde no se sabe cuándo y no se conoce hasta dónde. Eso mismito me ha pasado en La Isla con el Mercado que se extendió el pasado fin de semana sobre una parte más o menos arreglada de la calle Real en obras, que por cierto sigo defendiendo que va a ser un pelotazo (por supuesto cuando acaben las malditas obras). Había tanto personal paseando, viendo y comiendo, que las dudas que yo tenía sobre la manera de ser de La Isla se fueron despejando. Una chica en una bicicleta era capaz de darle mil vueltas a unos caballitos que no eran más que trozos de ruedas de camión con unas orejeras, un chico balanceaba una cunita llena de niños sin más energía que la que proporcionaban sus brazos...Si todo funcionara sin electricidad, ya podía el gobierno subirnos la luz cuanto le diera la gana.
Todo lo cual quiere decir que en La Isla, en cuanto nos ponen cuatro cosas juntas con un punto de originalidad, los cañaíllas nos volcamos y disfrutamos. ¡Para que las malas lenguas digan después que aquí no hay más que procesiones! Había caramelos de todas clases, quesos para poner el colesterol como una moto, carnes en barbacoa para no coger el sueño, rastrillos de madera, espadas, cuadros, lámparas, fotos, especias incluso para cuando a uno le duele la cabeza el fin de mes, juegos infantiles simples y siempre de madera...Parece que Acosafe está cogiendo otro rumbo y por eso hay que felicitar a quienes parieron la idea y a quienes la pusieron allí. Yo los admiro, porque a mí no se me ocurren esas cosas, ya sea por lo desquiciado que tengo el coco, ya por tener siempre el coche encendido para irme a Cádiz, a Chiclana, a Conil o donde se tercie, antes que quedarme en una ciudad muerta viendo pasivamente sacar santos a la calle y condenado a ser eternamente espectador. La cosa me gustó y creo que también los locos podemos llevarla a cabo en el manicomio. Lo único que me echó para detrás es que la cartera me comenzó a dar voces advirtiéndome de que, como me pusiera a comprar detalles o a montar a mi nieto en los dos cacharritos que había, ella se abría definitivamente. Para la próxima vez espero que las cosas sean más baratas y que montar a mi nieto en un cacharrito medieval o renacentista o de la época que sea, no llegue a costar 2 euros, teniendo en cuenta que allí se ha gastado menos en luz que un calvo en peines.Por cierto, hablando de dinero, ¿dónde están los siete millones y pico de euros que desaparecieron? Ya la gente no habla del tema. Si a mí me robaran esa cantidad, estaba todos los días ronco de gritar y de preguntar sobre su paradero. Pero es que da la casualidad de que es a mí a quien han robado esa cantidad. Y a usted, y al otro de la esquina. Bueno, a lo dicho, felicidades a Acosafe y al Ayuntamiento. Que no decaiga y que aparezca la pasta de una vez

lunes, 6 de julio de 2009

LA PILDORA DEL DIA DESPUES – MANUEL MOTA

Después de leer por los periódicos y escuchar al de los brotes verde , pienso que el Siglo XX pasará a la Historia como el Siglo de los derechos Humanos y el Siglo XXI debe pasar a la Historia como el Siglo de la Madre Naturaleza.

Ojalá, pero lo cierto es, que tanto el XX como el XXI, si no lo remediamos pronto , van a pasar a la Historia por sus genocidios, y de la misma manera que los alemanes de ahora se avergüenzan de las barbaridades de los nazis, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos se darán golpes de pecho porque los padres de sus padres no hicieron bastante para evitar semejantes matanzas ya que el holocausto judío a mi entender es poco al lado del genocidio de fetos que se va a ocasionar con la (PDP) y la cantidad de niñas que abortarán haciendo caso a esta nueva Ley que el gobierno quiere imponer.

Esta masacre se la debemos al Zapatero a la ministra de sanidad Trinidad Jiménez y por último a la,Aido que debería dar gracias a Dios ya que su madre no tomo esa pastillita que ahora ella recomienda y que gracias a eso está comiendo del bolsillo de los Españoles.

Adjunto envío una circular de la plataforma formada por LEY y FARMACIA donde se le pide a Zapatero la dimisión de estas dos mujeres.

Estimado ciudadano/ciudadana:
Como sabes, la Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y la titular de Igualdad, Bibiana Aído, han anunciado la decisión de poner a la venta en las farmacias la “píldora del día después” sin necesidad de receta y sin límite de edad. Lo han presentado como un medio eficaz para evitar embarazos no deseados, principalmente entre las jóvenes.

Desde la Plataforma LEY y FARMACIA estamos buscando adhesiones para pedir la dimisión de las Ministras por las razones que exponemos en el escrito que acompaña estas letras.

Si estás de acuerdo, envíanos un email con tu nombre, dos apellidos y tu provincia a:
peticiondimisiones@leyyfarmacia.org

Al Excmo. Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA
Excmo. Sr. Presidente:
Nos dirigimos a usted mediante estas líneas para solicitar el cese inmediato en el cargo de las actuales Ministras de Sanidad y de Igualdad, la Sra. Dña. Trinidad Jiménez y la Sra. Dña. Bibiana Aído Almagro, a raíz del anuncio de poner a la venta en la farmacias la “píldora del día después” sin necesidad de receta y sin límite de edad. Lo han presentado como un medio eficaz para evitar embarazos no deseados, principalmente entre las jóvenes.
Los motivos para esta solicitud son los siguientes:

* Es falso que la píldora del día después no tenga efectos abortivos como reiteradamente ha señalado la Ministra de sanidad. En el siguiente link podrá ver una sencilla y clara explicación del funcionamiento abortivo de la píldora. (Fuentes: Universidad de Paris VI, FDA, Laboratorios Gedeon Ridcher y Laboratorios Grünenthal); http://www.aciprensa.com/vida/pildorads.swf

* La medida contraviene las sentencias de los tribunales y de la Audiencia Nacional que prohibió dar la píldora sin receta médica.
* Es falso que los farmacéuticos no puedan aducir el derecho de objeción de conciencia por ser un derecho reconocido constitucionalmente y porque su prohibición violaría el código ético de los Farmacéuticos. El TS ya ha tenido ocasión de pronunciarse sobre este derecho de los farmaceúticos afirmando su existencia.
* Por parte de las Ministras se ha ocultado la imprescindible información sobre las contraindicaciones y efectos secundarios del fármaco. Como indican numerosos estudios científicos, este compuesto constituye toda una «bomba hormonal», y puede provocar insuficiencia hepática, aumentar el riesgo de cáncer de hígado y páncreas, producir náuseas (42%) y vómitos (16%), sangrado vaginal(31%), vértigos o mareos (20%), dolor abdominal (15%), fatiga (13%),dolor de cabeza (10%), sensibilidad mamaria (8%), retraso de la menstruación (5%) y diarreas (3%).
* Además de estos efectos secundarios, se han observado también consecuencias como el embarazo ectópico y la formación de coágulos sanguíneos, debido a las dosis hormonales tan elevadas suministradas a las mujeres.
* Ante la nueva situación el farmacéutico se enfrenta en este asunto a un problema de RESPONSABILIDAD SANITARIA, es decir, al no venir dispensado por receta médica se traslada la responsabilidad de las consecuencias al farmacéutico que la dispensa. Hasta el momento el médico o el personal sanitario que las administrase o recetase debía asegurarse de que eran adecuadas para los pacientes, pero desde este momento serán los farmacéuticos los que deban hacerlo siendo responsables de sus consecuencias.

Las declaraciones de la Sra. Ministra de Sanidad respaldadas por la presencia de la Ministra de Igualdad constituyen un engaño además de un peligro para la salud pública.

Las Ministras parecen ignorar las conclusiones de los principales informes presentados en relación a la utilización de la “píldora del día después”, en otros países, que son:

A) La eficacia de la medida liberalizadora, en cuanto a reducir el número de embarazos no deseados se refiere, ha sido mínima o inexistente.

B) El uso de la “píldora del día después” produce el efecto de incrementar el número de relaciones sexuales, al trivializar éstas, lo que podría favorecer el aumento del número de embarazos, abortos y contagio de enfermedades infecciosas de transmisión sexual.

C) Con relación al número de embarazos que terminaban en aborto, las adolescentes que habían utilizado la píldora del día después previamente a su embarazo, tenían 2,8 veces más posibilidades de que su embarazo terminara en aborto, que las que no lo habían hecho. Para las que lo habían utilizado en los 12 meses previos al embarazo, el riesgo de aborto fue 3.01 veces mayor.

Bien sea por ignorancia, bien sea por manipulación intencionada de la realidad, consideramos que cualquiera de las dos situaciones son lo suficientemente graves como para exigir desde este momento la dimisión de las Sras. Ministras al afectar a aspectos tan relevantes como la salud, en primer lugar, y el derecho a una información fehaciente por parte de los ciudadanos a los que deben servir.

Así mismo desde la Plataforma LEY y FARMACIA consideramos de vital importancia el respeto a la profesionalidad de los farmacéuticos, evitando actitudes coercitivas y exigiendo una actitud de prudencia y veracidad a la hora de informar de temas de salud pública. Máxime cuando se pretende trasladar la responsabilidad sanitaria de las posibles consecuencias a este sector.

Por todo ello denunciamos la grave irresponsabilidad de las Ministras Jiménez y Aído al imponer el suministro de una sustancia tóxica bajo la apariencia de un fármaco inocuo, obligando, además, a los farmacéuticos a su dispensación.

Por estos motivos consideramos que es urgente su inmediata destitución.

Atentamente,

Alberto Aizpurua Alonso

Plataforma LEY y FARMACIA

sábado, 4 de julio de 2009

Salvación por el amor

José Antonio Hernández Guerrero

Tras la lectura comparada de las obras de Pedro Salinas y de Jorge Guillén –cultivadores de la poesía pura- hemos llegado a la conclusión de que el tema vital de ambos está constituido por diferentes círculos concéntricos cuyo núcleo es el amor y cuyo significante ineludible es el cuerpo. Para los dos poetas la médula, el eje y el motor de la existencia humana es el amor experimentado, expresado y transmitido mediante los sentidos corporales y, en especial, a través del tacto.

Pedro Salinas, profundamente afectado por la tensión entre el decir y lo dicho, nos presenta su práctica poética como una aventura hacia lo absoluto enigmático, eufórico y trágico, y Jorge Guillén, un vidente que proporciona existencia a las ideas, vida a las imágenes, alma a los cuerpos y espíritu a la materia, nos explica cómo poetizar es ver el discurrir imparable de la vida y observar el continuo sucederse de los episodios con el fin de, en la medida de lo posible, recuperarlos mediante el amor. Para ambos poetas, la función del poeta es evocar y hacer reversible el paso del tiempo humano que está compuesto, como la playa, de finos y de rubios granos de amor, y de blancas y de efímeras espumas de recuerdos.

Amar es la manera de “ser más” proyectando luces y difundiendo músicas: himnos de amor que, estimulándonos con sus ritmos y con sus melodías, nos hacen avanzar en “El viaje” de la vida. Transitar por la vida, crecer, vivir, llegar a ser, estar de pleno en la realidad es el fruto del amor en sus múltiples dimensiones: como fuerza vital, como afán, como meta total: “Único poder puro del escritor: erigir mundos sobre este mundo… claro poder de amor”.
Es cierto que, en el poema “Huerto de Melibea”, Guillén abraza al amor con la muerte, pero también es verdad que la muerte no prevalece ya que el amor creador produce el prodigio del nacimiento, de la resurrección, de los siempre continuados re-nacimientos y, con ellos, del orden en armonioso contrapunto final:

Sosteniéndose entre todos
Se deslizan confiados
Nuevos grupos que se gozan
En nacer resucitando.

Si, como ha observado Alma Zubizarreta, el afán de espiritualización de Pedro Salinas excluye los detalles concretos, hemos de reconocer que, en La Voz a ti debida, cede al ansia de conservar la unión evocando la realidad corporal y circunstancial. Fruto de este esfuerzo es “Salvación por el cuerpo”, que tiene un curioso paralelo en “Salvación por la primavera” de Jorge Guillén. La poesía de Pedro Salinas -igual que la de Jorge Guillén- es una profunda meditación sobre la necesidad de unión de dos cuerpos.

viernes, 3 de julio de 2009

Los aprovechados

José Antonio Hernández Guerrero

Tiene razón –opino- Antonio Cantizano cuando, en su comentario crítico sobre mi artículo titulado la “beatería política”, afirma que lo más grave, no son los beatos, sino los mesías y, todavía más, los aprovechados: aquellos que, tienen singular habilidad para sacar “beneficios” económicos del “oficio” político. Coincido con él en que, debido al vacío producido por el alejamiento mutuo entre las religiones y la sociedad, entre la teología y el pensamiento, entre la moral religiosa y la ética ciudadana, ha sido escaso el éxito de los diferentes intentos realizados por ocupar ese amplio y necesario espacio de pensamientos, de pautas de comportamiento y de códigos de símbolos imprescindibles para fundamentar y para orientar las conductas individuales y las relaciones sociales.

Pienso que quien ha explicado de una manera más clara y detallada las diferentes propuestas para rellenar estos huecos “ideológicos” ha sido el ensayista George Steiner, en su libro titulado Nostalgia del absoluto. Resulta sorprendente la facilidad con la que muchos autodenominados intelectuales, al mismo tiempo que olvidan o niegan los contenidos de la religión tradicional –esas sustancias que han alimentado nuestros pensamientos, nuestras convicciones y nuestros comportamientos- tratan de sustituirlos con unas creencias y con unos ritos muy semejantes. Este autor parisino nos muestra cómo dichas teorías filosóficas, políticas y antropológicas son construcciones alegóricas copiadas casi literalmente de los principios religiosos que ellas tratan de reemplazar.

En esta ocasión, por lo tanto, no me refiero a los ritos, a las ceremonias, a los emblemas o al vocabulario, sino que pienso en ese mesianismo visionario con el que algunas doctrinas laicas predicen el futuro dibujando un cielo terrenal, y en la renuncia ascética que impone compromisos perpetuos y absolutos. Recordemos cómo, no sólo el marxismo, sino también los partidos actuales de derecha, de centro o de izquierda, exigen a sus militantes una implicación total de sus conciencias y de sus personas y una dedicación plena a sus actividades. Es posible que aquí se sitúen las raíces de esas prácticas tan extendidas como, por ejemplo, las listas cerradas o la disciplina de votos en el Congreso de Diputados.

Pero, en mi opinión, mucho más peligrosos que los creyentes radicales e integristas de la política son los “vivos” que, aprovechándose de la credulidad de sus fieles y de la inmunidad parlamentaria, se dan la buena vida: los que, predicando la igualdad, la libertad y la solidaridad, no reparan en medios para situarse por encima de sus correligionarios y para lograr que su patrimonio personal aumente desmesuradamente.

Estoy de acuerdo en que la gran mayoría de los políticos son honrados, pero también reconozco que, quizás por no existir una política global, organizada y programada contra la corrupción, esas manchas tan notorias contaminan toda la acción política porque, al restar credibilidad, socavan directamente los pilares del sistema democrático. ¿Cómo –me pregunto- esos dirigentes, que tan rápidamente descubren la podredumbre de los adversarios, no advierten el hedor que desprenden esos colegas ostentosos y horteras que, sentados a su verita, alardean de riqueza y nos demuestran a los demás que son unos aprovechados de la política?

Sortear la vejez y vivir la ancianidad

José Antonio Hernández Guerrero El comienzo de un nuevo año es –puede ser- otra nueva oportunidad para que re-novemos nuestr...