domingo, 12 de diciembre de 2010

PARTICIPACIÓN EN LA GESTIÓN

Aunque la palabra “crisis” pueda llevar una connotación de crecimiento en algunos aspectos psicológicos; sin embargo, en los momentos actuales todos le estamos dando un significado inmediato de una situación económica y social de la que queremos salir cuanto antes por todas las consecuencias familiares y sociales que, de una manera u otra, nos están afectando negativamente. Hay que repetir que de esta crisis hay que salir sin volver al sistema que la ha provocado. Si ahora se están poniendo los esfuerzos precisamente sobre los más débiles económicamente, difícilmente se podrá salir de la crisis. Sabemos que hay quiénes son contratados con salarios indignos del ser humano. Una gran mayoría de ciudadanos carecen de una vivienda digna y son explotados y considerados como meros instrumentos de producción.

En una sociedad conformista, se escuchan comentarios lastimeros exclamando: “quien tenga un puesto de trabajo que se considere dichoso”. No obstante, de ninguna de las maneras, en justicia social, se puede admitir ni el paro ni la explotación en el trabajo. Quiénes viven en la más absoluta inseguridad y situación de inferioridad personal, apenas pueden tener ocasión de actuar libre y responsablemente ni participar en la vida social de manera positiva. Además no podemos olvidar que la injusticia genera impaciencia, degradación personal y a la larga o a medio plazo violencia. La ley de supervivencia se esconde en lo más profundo del ser humano, pero se manifiesta ante la opresión con violencia.

Tal vez más que nunca se está poniendo de manifiesto la necesidad de reformas profundas que tengan como objetivo la mejora de las condiciones laborales, el aumento de la seguridad en el empleo, el estímulo para la iniciativa en el trabajo, la participación en la gestión y el acceso a la propiedad de los medios de producción tal como establece el artículo 129 de la Constitución Española. Puede parecer utópico afirmar que el ser humano no sólo tiene derecho a un trabajo digno, sino también decir que la Constitución da un paso más allá de la mera función consultiva, informativa y de control que el Estatuto de los Trabajadores reconoce a los Comités de Empresa y Delegados de personal.

El artículo 129 abre la participación a las esferas de la organización, planificación y decisión a través de la participación en la administración o cogestión en la empresa, un terreno aún virgen al no cumplirse el mandato por los poderes públicos: “También establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción”. Al respecto conviene recordar que el conjunto del proceso de producción debe ajustarse a las necesidades de la persona y a la manera de vida de cada uno en particular, de su vida familiar, teniendo en cuenta también el sexo y la edad. Según nuestra Constitución hay que ofrecer a los trabajadores la posibilidad de desarrollar sus cualidades y su personalidad en el ámbito del mismo trabajo. Los bienes deben llegar a todos en forma equitativa bajo el prisma de la justicia, sean las que sean las formas de propiedad.

La misma propiedad privada tiene también, por su misma naturaleza, una índole social, cuyo fundamento reside en el destino común de los bienes. Así, independientemente del derecho a la propiedad privada o de un cierto dominio sobre los bienes que aseguran a cada cual una zona absolutamente necesaria para la autonomía personal y familiar, como ampliación de la libertad humana, no podemos olvidar que la tierra y cuanto ella contiene es para uso y disfrute de todos los seres humanos y de todos los pueblos.

Juan de Dios Regordán Domínguez
juandediosrd@hotmail.com

jueves, 9 de diciembre de 2010

JUSTIFICACIÓN DEL PRESENTE Y SENTIDO DEL FUTURO

Se habla mucho de “memoria histórica” y hay quiénes sacan su provecho de las posibles localizaciones y de los sentimientos contenidos en rescoldos sin estar totalmente apagados. Jugar con los recuerdos y sacarlos a flote puede ser peligroso. El hombre de hoy, no anhela una explicación del pasado, sino que busca una justificación del presente y un sentido del futuro. Es interesante conservar todo aquello que, de alguna manera sean muestras y señas de nuestras raíces y de nuestra historia. De ninguna de las maneras podemos despreciar nuestro pasado reciente, pero ello no quiere decir que tengamos que resucitar los recuerdos de odios y contiendas de lo que ya es historia.
La Democracia no es que “haya venido a España”, sino que realmente los españoles hemos sido los que nos hemos puesto de acuerdo en trabajar juntos para construir un Estado en que el pueblo decidiera; que el Poder estuviera distribuido entre las diversas nacionalidades y regiones que la integran; y donde los derechos humanos y las libertades públicas constituyeran el fundamento de toda acción política. Por tanto, ahora ni somos autómatas sin derecho a reflexionar ni debemos admitir que seamos programados por el poder político.
La sociedad no se construye sólo con relaciones de derechos y deberes. Con frecuencia se ha creído que la creación de instituciones bastaba para garantizar a la humanidad el ejercicio del derecho al desarrollo. De forma desafortunada se ha depositado una confianza excesiva en las instituciones, casi como si ellas pudieran conseguir el objetivo deseado de manera automática. Sin embargo, sabemos que las instituciones por sí solas no bastan, porque el desarrollo integral es ante todo vocación y, por tanto, comporta que se asuman libre y solidariamente responsabilidades por parte de todos
Vivimos en un siglo en el que gozamos de posibilidades técnicas, científicas y culturales de desarrollo individual y colectivo como en ninguna otra época anterior se tuvo. Sin embargo, cuando se fija como objetivo exclusivo el beneficio, muchas veces mal obtenido y sin mirar el bien común, se corre el peligro de destruir riqueza creándose pobreza. Se dice que no podemos dar al otro de lo nuestro sin haberle dado antes lo que en justicia le corresponde. El hambre en el mundo no depende tanto de la escasez material, cuanto de la insuficiencia de recursos sociales, el más importante de los cuales es el de tipo institucional, capaz de asegurar que se tenga acceso al agua y a la comida de manera regular y adecuada desde el punto de vista nutricional.

En el contexto actual social y cultural en el que está difundiéndose la tendencia a relativizar lo verdadero, hemos de comprender y defender que la adhesión de los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral. En España es posible regenerar la democracia, conseguir una convivencia basada en la tolerancia y la libertad más plena. Es posible construir una sociedad democrática avanzada en la que todos y cada uno, por el hecho de ser ciudadanos, tengamos un mínimo vital asegurado y donde la igualdad inicial de oportunidades sea la condición indispensable para el reconocimiento y la recompensa del esfuerzo y del mérito. Las nuevas formas de esclavitud, como la droga, y la desesperación en la que caen tantas personas tienen una explicación no sólo sociológica o psicológica, sino esencialmente espiritual. No puede haber desarrollo pleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo.

Juan de Dios Regordán Domínguez
juandediosrd@hotmail.com

domingo, 28 de noviembre de 2010

Instantáneo

José Antonio Hernández Guerrero

En la actualidad, debido a esa manera de vivir el tiempo como una serie de instantes desconectados entre sí, y no como una sucesión orgánica de la existencia, está alcanzando una alta cotización el instante, ese espacio temporal tan corto que apenas tiene existencia. Uno de los síntomas más visibles de esta fugaz instantaneidad es la elevada valoración que alcanzan las técnicas que acortan los procesos de preparación y que reducen al máximo los tiempos de espera. No es extraño, por lo tanto, que la publicidad pregone como supremo valor añadido la instantaneidad de las sopas, de los cafés, de los calentadores o de los créditos. A favor de la brevedad se suele argumentar con el dicho popular según el cual “lo breve y bueno es doblemente bueno”; no caemos en la cuenta de que, a veces, los mejores alicientes de los viajes residen en su espera. En mi opinión, tanto el disfrute como el aprovechamiento del tiempo exigen que, en vez de acortarlos, alarguemos los instantes y que, en vez de aligerar los ritmos, los detengamos. Como les ocurre a los deportistas de élite, la resistencia depende, en gran medida, de la lentitud de las pulsaciones.
He llegado a la conclusión de que uno de los procedimientos más eficaces para aprovechar y para disfrutar de nuestro escaso tiempo humano es ralentizando el ritmo de nuestras acciones y deteniéndonos para contemplar con complacencia la belleza y la bondad que encierran muchos de esos momentos presentes que, en silenciosa soledad o en grata compañía, dilatan nuestra existencia parando realmente el tiempo. Para saborear los momentos de bienestar, hemos de aprender -como repite Antonio Cantizano- a disfrutar esperando, pero no sólo manteniendo las “esperanzas”, sino también aumentando nuestra capacidad de “espera” que, como es sabido, se apoya en la paciencia. Para lograrla hemos de aprender a prestar atención a nuestro interior, a ese espacio íntimo en el que se aloja la felicidad. Estoy convencido de que para experimentar estas vivencias no nos sirven las estrategias publicitarias que nos engatusan y se aprovechan de nuestra inevitable búsqueda de la felicidad. Por esta razón, me decido una vez más a expresar mi convicción de que la dirección que hemos de tomar es exactamente la contraria y preferir, en vez de la rapidez, la lentitud. Por esta razón, cuando acompaño a mi amigo José Carlos, siempre le pido que elijamos el camino más largo.

¿ MUERTE DIGNA O VIDA DIGNA..?

Hace pocos días el Gobierno de la nación ha lanzado sus “prioridades” y las concreta en el compromiso de aprobar 26 leyes antes de verano, para superar la crisis y otras de carácter social, como la de “Cuidados Paliativos y Muerte Digna”.(prevista para marzo de 2011). La primera pregunta que se me ocurre, después de leer toda nuestra Constitución, es si no hay otras prioridades para que en vez plantear la muerte pensemos en la vida digna de la que carecen muchos ciudadanos y que si no se les solucionan sus problemas terminarán en una muerte indigna no deseada.
El pretendido equilibrio constitucional de poderes entre legislativo y ejecutivo se está inclinando ahora más que nunca a favor del Ejecutivo que parece querer dominarlo todo, incluido el poder legislativo. La dialéctica se tendría que establecer entre Gobierno y oposición. Pero la realidad es que cuando existe mayoría parlamentaria absoluta el equilibrio de poderes se minimiza. La oposición en el Parlamento sólo puede limitar al poder a través de la denuncia, intentando influir en la opinión pública.. Es esencial facilitar la tarea de la oposición, y muy particularmente poner a su disposición la creación de Comisiones de Control, Información e Investigación, que no puedan ser impedidas por la mayoría.
Según la Constitución cuando haya conflicto de competencias entre Legislativo y Ejecutivo de cualquier índole, quien cierre el proceso debe ser otro poder con libertad e independencia de acción. Por ello, el mecanismo básico para controlar al poder político en una sociedad moderna es: La Justicia. Y ello en una doble vertiente, el Poder Judicial en sentido estricto, y la llamada Justicia Constitucional. De ahí que la libertad de la Justicia frente a todo tipo de interferencias de quien ostenta el poder, constituya la piedra angular en la que se fundamente el edificio del Estado Democrático Constitucional de Derecho. Jueces independientes, amparan y tutelan efectivamente los derechos humanos, pese a quien pese, incluidos los aparatos de Poder y la propia Razón de Estado.
Mucho tiempo se empleó en intentar consensuar la composición del Consejo General del Poder Judicial. Pero fue una solución política entre políticos, debilitándose la independencia de poderes, fundamental en toda democracia. Los mismos políticos que debilitaron la independencia dirán después que respetan las decisiones de la justicia. Otro tanto ha ocurrido con el Tribunal Constitucional, un órgano judicial fundamental para el funcionamiento del sistema democrático español. El Constitucional tiene facultad para rectificar cualquier ley, aunque haya sido aprobada por un parlamento o votada en referendum. Sin embargo, en ocasiones han aparecido dos bloques votando aquello que favorecía al partido que los eligió.. Este proceder pone en tela de juicio su actuación ante las cuestiones sobre las que tengan que pronunciarse.
Aunque se reconoce que la mayoría de los jueces son excelentes personas y profesionales; quizás sea difícil administrar justicia con medios insuficientes y en situación estructuralmente injusta. La experiencia está demostrando que para que la justicia funcione bien debe gozar de independencia política y dejar constancia de que el mundo de la justicia es uno de los que necesita una gran reforma que implique agilizar, democratizar e independizar. Por ello, una de las prioridades de acción de un Gobierno, que pretenda profundizar en el desarrollo de las libertades, es acometer un Plan de reforma de la Justicia en todas sus facetas: que, entre otras cosas, le proporcione recursos personales y económicos suficientes. Los Tribunales ordinarios y el Tribunal Constitucional, deben tener medios suficientes que les permitan impartir justicia con agilidad. Si no fuese así, se estaría quebrando un elemento básico del Estado democrático.
Juan de Dios Regordán Domínguez
juandediosrd@hotmail.com

sábado, 20 de noviembre de 2010

DE DEMOCRACIA REPRESENTATIVA A DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

Muchas veces hay que luchar contra corriente. Todavía son bastantes los que piensan que la democracia es sinónimo de votaciones cada cuatro años. Aunque normalmente sigo sus consejos, en otras ocasiones discrepo de las opiniones de amigos economistas. Sigo afirmando que la “economía” está marcando el paso a la sociedad y sobre todo a la política y mucho más en estos momentos en los que nos ha cogido de las manos y se nos ha metido en un mundo en el que es difícil vislumbrar el horizonte. Todo se controla, hasta lo que hay que decir y quién lo debe decir. Si la eco­nomía va bien, la política va bien. Si la eco­nomía va mal, la política será la culpable y caerán sus responsables. El principio rector de la economía es la ganancia. El éxi­to de un proyecto económico no se mide por la mejora de las conductas y el bienestar de los ciudadanos, sino si produce ganan­cias. Los criterios de la distribución de los beneficios económicos les interesan a los gestores de la economía sólo si de ese reparto se van a conseguir mayores ganan­cias. La economía no se rige por criterios éticos, sino por el interés de la ganancia.

Un proyecto político, que hoy quie­ra triunfar, tiene que echarse en brazos de la economía y de la gente que vive bien. Y esto, no sólo por razón económica, sino porque hoy cual­quier aspirante a gobernar sabe que la franja más ancha de electores pertenece a la clase media acomodada, a los grandes capitales y a los altos cargos de la administración. Los que viven bien van más a votar que los que necesitarían el cambio. La política actual está pensada para los que viven bien, no para solucionar los problemas de los que viven mal. Por ello, quien hable de reformas fiscales y sociales, encaminadas a repartir los beneficios económicos de una manera justa, difícilmente ganará las elecciones a nos ser que se tome conciencia de la necesidad de una democracia participativa. ¿Es posible una política económica que contemple la justa redistribución de la riqueza? Es posible siempre que se cambie de una “democracia representativa a una democracia participativa”.

En España tenemos, ahora en la práctica, una democracia representativa y son los partidos polí­ticos los que deciden quiénes representarán a los ciudadanos. Pero la experiencia demuestra que esos “representan­tes’, en lugar de representarnos y defender nuestros intereses, representan los intereses del partido. Funcionan como máquinas de sus dirigentes y los ciudadanos ven reducida su capacidad real de cambio a la posibilidad de votar cuando pasen cuatro años. Si de verdad se quiere el bien de todos es urgente en España conseguir un sistema verdaderamente ‘participativo”. Un sistema que contemple la participación, como dice la Constitución, en el que todos podamos participar también en la toma de decisiones en todo aquello que afecta directamente a los ciudadanos

Pero ¿por qué no se arbitran mecanismos para que todo el que quiera, pueda emitir su voto y que éste tenga las debidas consecuencias en la resolución a tomar? Todas las dificultades se pue­den resolver, siempre que haya voluntad política de resolverlas. Pero si se llegara a esta democracia participativa ¿a dónde irían los que hoy viven de la política? Taz vez lleven algo de razón quiénes piensan que la defensa de la participación en la toma de decisiones es propio de idealistas utópicos, pero es preferible que nos tachen de utópicos a permitir y alabar a quienes dicen querer salvarnos, cuando en realidad lo que parece que quieren es vivir bien sólo ellos.
Juan de Dios Regordán Domínguez
junadediosrd@hotmail.com

miércoles, 17 de noviembre de 2010

DESCONFIANZA

Vivimos una época de gran escepticismo, ya no nos creemos las cosas porque si, hemos dejado de ser el niño que aceptaba a pie juntilla todo lo que le decían sus padres y sus maestros sobre todos los ámbitos de la vida. Las verdades transmitidas en esa época infantil no se ponían en duda, era tan fundamental seguir esas enseñanzas que se escapaba a nuestra inteligencia poner reparos a la doctrina que se nos presentaba.

Pero crecimos, fuimos adultos y nuestra actitud crítica comenzó a funcionar poco a poco, se fue desarrollando, progresivamente nos íbamos planteando si lo que escuchábamos, veíamos o leíamos tenía aspecto de verdad, era coherente o si por el contrario era un cuento, una opinión si más, quizás incluso interesada, algo que realmente no tenía un fundamento racional o era incierto.

Ahora, en estos momentos, constantemente vamos cribando lo que llega a nuestras manos, intentando diferenciar el grano de la paja, lo verdadero de lo falso, lo fundamental de lo accesorio. Cuando escuchamos lo que dice el cura o a la jerarquía nos planteamos la cuestión de si su discurso sigue realmente el Evangelio o simplemente son interpretaciones y opiniones subjetivas, ya no admitimos como dogma cualquier afirmación aunque venga del mas alto poder religioso.

Las afirmaciones de políticos y de la prensa hay que ponerlas en cuarentena porque a poco que escarbes, descubres que se desdicen o entran en contradicción con lo manifestado poco tiempo atrás. Mención especial merecen las campañas electorales donde te puedes encontrar con cuentos como que caperucita era de izquierda porque llevaba un gorro rojo o la estadística publicada en un periódico manifestando que tal o cual partido obtendrá un número importante de escaños para encauzar el voto en una dirección determinada.

En estos tiempos en los que la crisis ya se ha instalado en nuestra sociedad casi estructuralmente, escribo el “casi” para no cerrar una pequeña puerta a la esperanza, nos encontramos día si y día no con tertulias en la que cada uno de los participantes tiene la varita mágica para resolver este problema.

Los que rigen los destinos de la nación y la oposición también tienen sus fórmulas para solucionar el peliagudo asunto del paro, las pensiones, la reactivación del consumo y terminar, en definitiva, con esta situación tan grave, pero los ciudadanos no ven la luz de la salida de este oscuro túnel, al contrario que los políticos que con cualquier medida ya están visionando “los brotes verdes.”

Con este panorama que tenemos a todos los niveles en la sociedad, un escalofrío recorre el cuerpo de los españoles cuando lee los periódicos y revistas, escucha a sus dirigentes políticos o religiosos, a los intervinientes en la radio y la televisión porque ellos han alentado con sus medias verdades, sus mentiras, sus opiniones arregladas, sus programas y promesas no cumplidas y sus actuaciones LA DESCONFIANZA.
Algeciras,15.11.10
Andrés Baquero

lunes, 8 de noviembre de 2010

He oído opiniones de todo tipo y tendencias sobre la visita del Papa a Barcelona y Santiago.
El tema tiene muchas facetas. Sobre la que más opiniones se vierten es sobre el dinero que ha pagado el gobierno de España para que venga ese señor.
Recuerdo una discusión que tuve con una colega (de co-legere, Luis) sobre el dinero que los gobiernos se gastan en la luna y otros astros celestiales. Le expliqué que a la luna no va “ni un solo céntimo o centavo”. A la luna sólo va un montón de kilos de cobre, plástico, aluminios, etc. que no valen nada. De las chatarrerías españolas se pueden sacar miles de cohetes lunares. Los dineros se quedan en tierra en manos de los carpinteros, albañiles, electricistas, informáticos, ingenieros, etc, etc, etc. Y eso es crear riqueza.
El Papa no se ha llevado ni un sólo céntimo. El dinero se ha quedado en manos de electricistas, currantes, técnicos de sonido etc. En lo que tañe al dinero esta visita ha cumplido la misma función que el plan “E” de Zapatero. Crear puestos de trabajo temporalmente. El problema es quién ha pagado este dinero; si los beneficiarios han sido el comercio catalán y compostelano, lo lógico hubiera sido que los gastos lo sufragaran estos ayuntamientos. Como cuando organiza una feria, un concierto o un festival de cine. Corre con los gastos y crea riquezas en el municipio. Si después el negocio les sale mal, eso puede pasar, es frecuente en el mundo de los negocios. Otra vez saldrá mejor. Yo una vez monté un invernadero, lo llené de pimientos y justo cuando iba a empezar a cosechar los primeros, vino una especie de tifón y se lo llevó todo; me quedé con cuatro hierros pelados. Nadie escribió un solo artículo sobre ello.

Otro tema distinto es el moral. Lo que no es admisible es que el predicador de la buena nueva, la de “vende todo lo que tienes y sígueme”, utilice toda esta parafernalia para –como dijo un cura en la tele- hacer el camino como cualquier peregrino. Al menos mientras haya un niño muriendo de hambre (por nombrar solo un problema), este señor no debía aceptar estas atenciones por mucho que le insistieran. El papamóvil lo que demuestra es el miedo que tiene este señor a la muerte. Y no entiendo porqué si predica el reino de los cielos. Mahatma Gandhi valía muchos más que este señor (a mi parecer, claro) y lo mataron, pero no por ello su obra quedó muerta. Él no tenía miedo. Y sin ir tan lejos, el mismo líder al que sigue el papa: Jesús. No llevaba escolta adinerada. Y tampoco quedó muerta su obra cuando lo mataron.

Otra faceta sobre la que he oído opiniones en la tele y la radio la representa la frase: No acepto que se pague con mi dinero la visita de un señor que no acepto ni me importa. Esa es una de esas chorradas ridículas de solemos decir los humanos. Si un gobierno no pudiera gastar nada del dinero público, mientras no les interese a todos los españoles, sería la leche. No podría gastar ni un céntimo. Dinero para la guerra, dinero para el cante hondo, dinero para la semana santa, dinero para los partidos, para el desfile en la Castellana… todos estos dinero para mí sólo tendrían de bueno que dan puestos de trabajo, por lo demás no estoy de acuerdo así que habría que quitarlo. Si la venida del papa no le interesa a mucha gente, es verdad que sí les interesa a otros muchos, así que esa no es razón para que no venga. A mí no me ha gustado pero con no asistir, tengo bastante.
El problema no está, a mi juicio, en que haya venido, que cada uno puede ir donde le plazca, sino en cómo. Eso no es un problema, es una indecencia.
Y en agosto, otra vez.
Luiyi

EL SENTIDO COMÚN

Es sinónimo de razonable, lógico, sensato, que cae por su peso, que tiene cordura y un sinfín de locuciones que nos llevan a una conclusión, pensar y hacer las cosas bien de tal forma que no ofendan la inteligencia humana.
Nos percatamos que éste se ha perdido cuando llegan a nuestros oídos u observamos situaciones o actitudes que rayan más o menos la insensatez.
Hace algún tiempo me enteré que unos padres, como obsequio por la primera comunión, habían regalado a sus hijos unas vacaciones de una semana en el parque de atracciones de Disney World Paris, el hecho no tendría mayor importancia si no se hubiera producido en el mes de mayo y los niños hubieron de faltar a clase de enseñanza obligatoria durante ese tiempo. Podría ser un ejemplo a nivel individual; todos conocemos a poco que analicemos casos de parecidas características.
Con ser preocupante la dimensión personal, lo es muchísimo más la política, la institucional, donde los que ostentan el poder se mueven en un mar proceloso de falta del más mínimo sentido común; ¿Cómo se podría calificar si no que en el SENADO ESPAÑOL haya traductores de los distintos idiomas vernáculos de esta nación cuando todos los asistentes tienen una nexo común en el que se entienden? Han aprobado una ley que resulta esperpentica y se quedan “tan panchos”, les importa un bledo este absurdo y lo implantan cueste lo que cueste con el dinero de todos los españoles.
En algunas comunidades autónomas rotulan carreteras, señales de tráfico, establecimientos y espacios comunes en su lengua y como mucho lo compaginan con el español; es un alivio la doble redacción, ya que de no ser así algunos nativos ni siquiera comprenderian lo anunciado. Que absurdo tener un instrumento de comunicación que hablan mas 400 millones de personas y fabricar barreras artificiales en este solar común llamado España. Prevalece la insensatez de crear divisiones, cuando hemos conseguido, no sin es fuerzo, tener algo tan valioso que nos une.
Me llegan noticias de que en Andalucía se va introducir en los colegios como segunda lengua optativa el árabe, si esto fuera cierto, nos encontraríamos con la extravagancia de tener un enorme déficit en inglés, primera lengua en este mundo globalizado, e introducir un idioma extraño de poca utilidad práctica para los niños andaluces. A lo mejor sería conveniente aprender catalán, vasco o gallego por si en un futuro nos pudiera hacer falta para desenvolvernos por este país.
Habría que estudiar las competencias de las 17 autonomías más Ceuta y Melilla, porque el aparato burocrático se ha engrandecido hasta limites insospechados, con unos beneficios para el ciudadano mas que discutibles y un coste elevado sin discusión alguna que pagamos todos de nuestros bolsillos. El solapamiento de funciones se produce, la duplicidad es manifiesta. Algunas autonomías hasta tienen “embajadores “ y representaciones por el mundo, el derroche salta a la vista. Me viene a la mente, a modo de ejemplo, la famosa gripe “A” del año 2009. Produjo tal revuelo social y confusión que los 17 consejeros de sanidad tuvieron que reunirse en Madrid en el Ministerio correspondiente para solucionar el problema y eso que esta competencia estaba transferida.
Ni pie ni cabeza tiene que alcaldes y concejales de común acuerdo fijen el salario que van a percibir; es como si en una sucursal de una entidad bancaria se reúnen los empleados y deciden cuales van a ser sus retribuciones.
Voy a terminar citando a la Escuela igual que al comienzo, porque parece ser que es allí donde hay que solucionar todos los problemas con los que en el futuro se va a encontrar la sociedad, para ello sugiero que se implemente una asignatura más llamada “SENTIDO COMUN”, solo que se tendría que elegir muy bien a los docentes para no caer en contradicción con el titulo y contenido de esta enseñanza.

Algeciras 28.10.10
Andrés Baquero

TENTACIONES DEL PODER

Se está creando una especie de axioma, sin que nadie asuma su paternidad pero que está calando muy seriamente en la sociedad: “Dicen que el poder corrompe”.Transmitido así este mensaje, camina con cierto marchamo de autenticidad. Nos llegan noticias de pagos de fianzas millonarias que nadie, desde el patrimonio normal de unos ahorros familiares justos, podría hacer frente. Más de uno se pregunta:¿ de dónde? La historia nos habla también de los que han sufrido en manos de los que tenían hambre de poder; algunos creyeron en el poder como un derecho a pisotear a los demás. Pero no todo es así. Cada persona plantea su existencia bajo una moral determinada y enfoca sus aspiraciones y proyectos por caminos diferentes...
Me siento feliz por admirar y creer en Jesús de Nazaret. Trabajó duro como obrero. Su vida es mensaje liberador. Me lo imagino apacible, sonriente y alegre. Su Alegría tiene sentido profundo. No creo que fuera tan serio como lo reflejan cuadros, imágenes y estatuas. La gente le escuchaba, le quería, aunque, como ahora, había quiénes tenían miedo a comprometerse.
Jesús decidió que tenía que hablar y exponer su mensaje y su misión. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches sintió hambre y sufrió las tentaciones del poder: " Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan". (economía fácil, corrupción)..Le respondió Jesús: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Después poniéndole sobre el pináculo del templo le dijo :"Si eres el hijo de Dios échate de aquí pues escrito está: "A sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra". (abuso de poder: todo lo puedo) Le dijo Jesús: También está escrito: "No tentarás al Señor tu Dios". De nuevo le tentó llevándole a un monte muy alto y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, le dijo: "Todo esto te daré si te postras y me adoras".(someter a todos bajo criterio autoritario) Jesús le respondió: Apártate, Satanás, porque escrito está: " Al señor tu Dios adorarás y a El sólo darás culto".
Hay quienes caen en las garras del poder que, en muchos casos, es fraudulento porque proporciona dinero fácil a repartir entre pocos.
Jesús, convertido en Cristo, integró el diálogo en la sociedad. Su mensaje significa liberación del peso que aprisiona. Vivió con los oprimidos y luchó contra los opresores. Habló de un nuevo concepto: responsabilidad para con la vida y un compromiso de servicio ante nuestros semejantes. Fue hace 2010 años. Pero la historia siguió su camino y Jesús fue mitificado, idolatrado, hasta tal punto que el poder siguió aplastando, torturando y asesinando.
Y llegó el siglo XV, y se descubrió América y se le entregó a los reyes de turno, valorándose más las cosas que las personas. Y llegó el siglo XIX, y unos pocos decidieron, en nombre de la raza humana, que el Progreso fuera el nuevo dios. Y llegó el siglo XX, y al dios Progreso, parece que le entraron remordimientos pasajeros. Y ha llegado el siglo XXI sangriento, luchando por poder...
Se que es absurdo generalizar, pero caricaturizar la historia ayuda a suavizarla sin negarla. El sufrimiento humano ha sido y sigue existiendo. Ignorarlo resulta imposible y perjudicial.. El mensaje de Jesús sigue interpelando. Nadar en la abundancia, sin compartir es robar lo que a otro pertenece. Reflexionemos y evitemos los obstáculos para poder darnos cuenta de que nuestra vida es única,, intensa, y sobre todo, debe ser libre.


Juan de Dios Regordán Domínguez
juandediosrd@hotmail.com

domingo, 17 de octubre de 2010

LA PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA ES RENTABLE

A nuestro país aún le falta experiencia de gobierno democrático. La actividad política se ha limitado, en la mayoría de los casos, al mimetismo empresarial y a dirigir la maquinaria administrativa sin programación y con técnicas de supervisión directa. El político se convierte, entonces, en una mezcla de gestor y amo, sin tener que ser ni una cosa ni la otra. Se olvida que el principio participativo es consustancial a la democracia y que la participación activa de la sociedad es el respaldo básico en el que se fortalece el sistema democrático. La participación sirve como motor para que los gobiernos ajusten sus actuaciones a planteamientos realistas y acordes con las exigencias del bien común en cada momento. Por ello, el gobernante debe contar con los ciudadanos y responder ante ellos del éxito o fracaso de su actuación ya que los ciudadanos son los titulares del poder y responsables del comportamiento político y social de sus representantes.
Conviene tener presente que el principio participativo desvanece aquella vieja idea de disociación entre súbdito y soberano. El pueblo no debe ser agente pasivo de las decisiones del gobernante. En el concepto de poder, propio de la democracia, ciudadano y gobernante son las dos caras de una misma realidad.: “Unos gobiernan a instancias de otros, bajo la responsabilidad de todos”. Limitar la democracia a emitir un voto cada cuatro años es una idea errónea. Una sociedad es democrática cuando sus ciudadanos participan en los asuntos públicos.Por ello, nadie debe arrogarse ser dueño de las decisiones que afectan a todos.
Los partidos políticos deben presentar en sus listas electorales a gente con capacidad de diálogo y receptores de las iniciativas ciudadanas. Las propuestas, elaboradas por grupos y asociaciones desprovistas de intereses partidistas, la mayoría de las veces, serán más económicas y beneficiosas que lo que se gestiona desde el poder. Al ciudadano que aporta ideas, de ninguna de las maneras habría que verlo como enemigo sino como agente capaz de implicarse en beneficio del bien común. No hay que tener reparo en afirmar que el déficit de muchos ayuntamientos es debido, además de una mala gestión, a que han aumentado sus plantillas como si de grandes empresas familiares se tratase, sobrepasando los límites de su capacidad presupuestaria; cosa que se podría evitar si hubiese una clara participación ciudadana, llevándose a cabo actuaciones sin coste alguno.

Por falta de diálogo y consenso en la elaboración de leyes, cada vez que un partido llega a gobernar emprende cambios y reformas normativas para poder aplicar “su concepción” sobre la materia que se trate. Así el Sistema Educativo ha recibido tantos cambios como gobiernos han existido. Nuestro Parlamento dedica demasiado tiempo en leyes que después no se aplican. La desconexión entre ciudadanos y las discusiones parlamentarias suelen dar una imagen negativa de la eficacia del trabajo parlamentario y mucho más de la dudosa necesidad del Senado. Difícilmente el ciudadano puede comprender que la administración en la misma medida en que se multiplica es más dudosa su utilidad: Junta Andalucía, Provincia, Diputación, Delegado del Gobierno, Subdelegado de la Junta, Coordinador del Gobierno Central, Mancomunidad, Ayuntamientos. ¿Para qué sirven todos?
Ensanchar la democracia no es tener más aparatos burocráticos administrativos, sino dejar espacio para que cada ciudadano encuentre cauces no sólo para ser escuchado, sino también para tomar parte en la gestión. La experiencia nos demuestra que el trabajo del voluntariado disminuye los gastos económicos de muchos servicios que se prestan, entrando de lleno en el derecho básico a participar siempre que se respete la independencia y funcionamiento democrático y participativo de los movimientos asociativos.

Juan de Dios Regordán Domínguez

sábado, 9 de octubre de 2010

LA CARCEL DE PAPEL

EL DIA 10 DOMINGO (10.10.10)

Los que ya tenemos una cierta edad conocimos una revista humorística llamada La Codorniz (1941-1978) “La revista más audaz para el lector mas inteligente”, propósito que figuraba en su portada. Había que entender la ironía de sus artículos, el doble sentido de las palabras, la critica fina para sortear lo permitido por la censura, era algo de lo mas “ audaz “ que se podía ofrecer al lector en tiempo de la dictadura. En ocasiones retiraban la revista una vez en los kioscos o salía a la calle mutilada, con páginas en blanco o en negro, en lugar del texto que había sido suprimido.

No quiero alargarme mas en elogios a esta extraordinaria publicación que se introducía por la pequeña rendija de libertad de prensa que existía en el antiguo régimen, circulaba el dicho de “ser el único pájaro que entraba por debajo de la puerta”. Fue fundada por Miguel Mihura y en ella colaboraron entre otros, Gila, Chumy-Chúmez, Álvaro de la Iglesia, Summers y muchos más. Entre sus secciones se encontraba la llamada “Cárcel de Papel”, aquí se juzgaban a los personajes que cometían una serie de gazapos, tras su condena y amonestación que servia de escarnio público, ingresaban en la trena para sufrir las penas impuestas y redimir sus culpas.

Viene esto a cuento del caso que ahora se juzga, LA OPERACIÓN MALAYA, a la que se tilda como “el mayor caso de corrupción en España” ( yo digo que hasta la presente), 95 acusados, no se cuantos miles de folios en el sumario, ingentes cantidades de dinero sustraídas, abogados en número elevado. Se están batiendo tristemente todos los records.

Es de todos conocidos que los imputados están viviendo opíparamente, en “sus cárceles de papel” han hecho la vida normal, unos se han incorporado a sus trabajos, incluso en la Administración, otros han seguido con sus negocios, otros, como siempre, sin ocupación conocida pero viviendo del cuento. Algunos han estado entre rejas pero por poco tiempo porque han pagado su libertad posiblemente con el dinero obtenido ilícitamente.

Para colmo de la cara dura y la desvergüenza algunos constantemente aparecen en los medios, cobrando por las exclusivas en revistas y entrevistas en TV en las que cuentan una sarta de mentiras y estupideces que les suponen pingues beneficios. El colmo de los colmos fue invitar a un curso de verano celebrado en una Universidad de Madrid a uno de estos “personajes” para que impartiera “lecciones magistrales” en ese evento que trataba de la corrupción. La opinión pública se llevó las manos a la cabeza por este hecho, consiguiendo que se le retirara la invitación. Hubiera sido muy curioso conocer el método para llevarse calentita la pasta impunemente, incluso hubiera hecho una importante obra de caridad “enseñar al que no sabe”.

En otra cárcel tendrían que estar también los que, a sabienda, han permitido que durante tanto tiempo hayan campeado a sus anchas estos individuos, que han hecho un flaco favor a la democracia, no así a sus bolsillos.

Era del dominio público las tropelías de toda índole que realizaban, sobornos, compra de votos, malversación de caudales, apropiación indebida, alteración del precio de las cosas, falsedad documental etc.etc. etc., todo consta en el sumario instruido por el juez Torres, destinado actualmente fuera de Marbella, lejos del caso. A pesar de lo que se sabía, la lentitud del aparato Administrativo y Judicial ha permitido que el saqueo se haya producido por mas tiempo de la cuenta.

La permanencia de este estado de cosas no es entendible, es algo así como cuando una persona está con fiebre, tosiendo o con cualquier otro síntoma que indica su mal estado de salud y no se ataja esta situación, que puede ser peligrosa, llevándola rápidamente al médico. No vale actuar lentamente por ser “presunto enfermo” y dejar nuestra intervención hasta que no sea “enfermo oficial” con su diagnostico porque el daño puede ser irreparable. Entiendo que cuando los casos son clarísimos y producen alarma social a la PRESUNCION hay que oponerle PREVENCION Y RAPIDEZ EN LA ACTUACION para evitar males mayores.
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Espero que la Justicia se encargue de darles a cada uno de ellos el castigo que les corresponda, que no salgan de la prisión hasta que no hayan devuelto el último céntimo robado, con esta medida se podría disuadir a otros posibles defraudadores y finalmente que no se les permita reírse del contribuyente apareciendo en TV y prensa bien comidos, bien vestidos y bien pagados.

Mientras tanto, abro las puertas de “la cárcel de papel “para que ingresen en ella todos los sinvergüenzas que en este caso y en otros que recorren la geografía de España y pasen sus días como lo que son, saqueadores, rateros, estafadores y gentes de mal vivir.

Algeciras 10.10.10
Andrés Baquero

viernes, 24 de septiembre de 2010

LA GRAN INTERVENCIÓN.

Rosalía estaba hoy tremendamente cansada. Después del trabajo y atender a los niños, hoy le tocaba además la basura. Desde la gran intervención, algunas barriadas de la ciudad eran prácticamente un estercolero, pero su calle tenía la suerte de que sus vecinos eran personas que sabían hablar y llegaron a un acuerdo: cada día le tocaba a uno de los vecinos tirar la basura de toda la calle con la furgoneta de segunda mano que habían comprado. Ya sólo le quedaban tres casas por recoger, vaciarla en el basurero, lavar la furgoneta y hasta dentro de quince días que no le tocaba otra vez.
Otro problema era la seguridad. Desde que los policías locales se fueron cada uno a su casa por tiempo indefinido, la convivencia ciudadana se había convertido en un desafío. La policía nacional había intentado echar una mano al principio, pero visto el cariz que estaba tomando la cosa, alegaron que eso no era tarea suya y obviaron el problema.
Todo comenzó con la gran intervención. La mayoría de los Ayuntamientos llegaron a un nivel de endeudamiento tal que casi todos sus ingresos se destinaban para pagar a los bancos los intereses de sus préstamos y no tenían recursos ni para pagar el sueldo de los funcionarios. Para solucionar el problema, se les ocurrió la idea de pedir otro préstamo para pagar esos intereses. Como cada vez les costaba más trabajo hacer frente a sus obligaciones financieras, pedían otro préstamo, y otro y otro para solucionar el problema. El Ayuntamiento llegó a endeudarse hasta el punto de que su deuda superó 2,5 veces el valor de todas sus propiedades incluido la casa consistorial.
Llegó el día en que los bancos y financieras reclamaron el pago de sus préstamos que lógicamente no podían ser abonadas. Ni en plazo ni esperanzas se vislumbraba en muchos años.
El gobierno hizo un esfuerzo, fuera de toda lógica, para salvar a todos los consistorios que pudiera y para ello se entrampó de tal forma que ahora estaba en conversaciones con el FMI intentado encontrar una serie de soluciones para hacer frente a la deuda tanto interna como externa y no caer en bancarrota, sobre todo teniendo en cuenta que el cierre de miles de ayuntamientos había enviado al paro a dos millones de trabajadores. Al principio ningún juez se atrevió a aceptar la intervención por parte de los acreedores, pero tal fue la presión y tal el descaro de los responsables consistoriales que uno, el juez Abel Quepasa, aprobó el embargo del Ayuntamiento de Numancia.
Fue como una grieta en la pared de un pantano. Inmediatamente se vino abajo y la mayoría de los ayuntamientos del país cayeron como fichas de dominó. Siete de cada diez responsables políticos terminaron en paradero desconocido. Otros estaban en la cárcel.
En el pueblo de Rosalía, los bancos se habían quedado con la finca del monte, con la piscina municipal y con la misma casa consistorial que había sido remodelada y convertida en hotel de cinco estrellas bajo la dirección de una empresa holandesa que llenaba el hotel sólo con los ejecutivos norteuropeos que venían en busca de gangas. La piscina estaba siendo utilizada como parking esperando nuevas órdenes.
Al imponerse la cruda realidad, el pueblo se proclamó entonces en asamblea que se dividió por barriadas nombrando a dos concejales por cada una de ellas. Salieron 16 concejales que, ya en el año 2015, nombraron a un responsable técnico para que, comenzando de cero, reorganizara una directiva de los asuntos públicos del pueblo. Pero no tenían nada. Absolutamente nada. Todos los vecinos habían dejado de pagar por dos razones, porque no había servicios a cambio y además porque no había quien cobrara.
Un vecino les facilitó el acceso a una pequeña nave que había sido una carpintería y allí estaban los dieciséis concejales prácticamente todo el tiempo reunidos, por supuesto de forma desinteresada hasta que un día pudieran asignarse un sueldo igual al que dejaron para ocuparse de la cosa pública. La verdad es que, según un informe técnico, parecía improbable que pudieran funcionar con reultados antes de diez años como un Ente Gestor que administrara los servicios comunes.

Lo que no sabía Rosalía era si ahora, cuando llegara a casa, iba a poder ducharse después de andar con la basura. El gobierno, en un último esfuerzo, había encargado al ejército el abastecimiento de agua de todo el país. Pero era mucho servicio para tan pocos soldados, además inexpertos en el tema. Había agua corriente sólo uno o dos días a la semana. No había autobuses así que los niños tenían que ir andando a la escuela, a cerca de medio kilómetro pero eso no le importaba mucho a ella porque ya eran mayores.
Las calles estaban sucias, pero la gente cada vez se estaba concienciando más para barrer y fregar cada uno el trozo de calle delante de su puerta.
La verdad es que cada vez más, estaba naciendo entre los vecinos la conciencia de vecino. De autónomo. De no dependiente. “Conciencia colectiva” se le estaba empezando a llamar recordando un dicho antiguo.
A los que estaban devanándose los sesos para formar el Ente Gestor, ni por la cabeza se les pasaba aprovecharse del cargo en su propio beneficio y las decisiones las tomaban después de mucho calibrarlas y consultarlas aunque corriera mucha prisa su aprobación. Cualquier persona tenía acceso libre a todo lo que se cocía en aquella carpintería donde no había tabiques ni puertas.

Rosalía se encontraba hoy terriblemente cansada pero un resquicio de esperanzada le reconfortaba porque su hijo Carlos, gracias a sus notas todo matrícula, había sido aceptado para ingresar el año siguiente en la universidad de Illinois.

Luiyi

lunes, 20 de septiembre de 2010

ALBAÑILES

Entre las muchas maldiciones que circulan por el mundo, hay una que le atribuyen a los gitanos y es ¡¡ ALBAÑILES EN TU CASA ¡¡, esto no es un piropo.

Las viviendas, como las personas, necesitan, en ocasiones, pasar por el “quirófano”, unos arreglitos, unos retoques, cambiar la bañera por plato de ducha porque nos vamos haciendo mayores, las tuberías se están resintiendo, los suelos se han deteriorado y un sin fin de detalles que van saliendo. Hay que darle al piso “un lavadito de cara” para estar tranquilos y cómodos una temporada.

Para llevar a cabo esta labor topamos con el gremio de la construcción, “del chapú”, eso tiene tela, pero tela marinera. Cuando comentas tus proyectos todo el mundo te dice que te queda por pasar un calvario, pero que no te preocupes, finalmente todo saldrá bien, lo sufrido se te olvidará y estarás contento de haberte metido en ese lió. Tienes asumido ese trance que luego no es ni un 10% de lo que te ocurre en vivo y en directo.

Pedir los permisos al Ayuntamiento, comprar los materiales, concertar las fechas de entrega y contratar a los albañiles es el primer paso. En las negociaciones con este personal no sabes si elegir entre la modalidad “precio cerrado” porque aligeran la obra todo lo que pueden con el peligro de deficiencias por la prisa en acabar, o la de “pago por jornal”, por días trabajados, ya que en este caso la lentitud se apodera de la reforma, los plazos se alargan, y el cabreo aumenta exponencialmente al tiempo transcurrido.

Siento decir, por mi experiencia, que a este colectivo le la da lo mismo 8 que 80. Si se rompe más de la cuenta, te dicen: que vamos a hacer, eso es así. Si se estropean materiales por mal uso o descuido, repiten: es lo normal en una obra. Suma y sigue.

Lo único fijo en el tajo es “la hora del bocadillo”, a las 10 en punto por el meridiano de Greenwich se para la faena media hora y lo que caiga para comer y echar el cigarro, cuyo humo se repite las veces que haga falta a lo largo de la jornada porque “todo no va a ser trabajar” y además “en todos los trabajos se fuma”.Llegar puntual a la labor y abandonarla es un mito, siempre hay imprevistos.

Como les des mucho” la vara” para que aligeren o te arreglen algo que no te parece bien corres el riesgo de romper las relaciones de buena convivencia y te puedes encontrar con que te pidan la cuenta, este como este la obra, y “hasta luego Lucas”. Solo pensar en buscar otra cuadrilla con lo que ya conoces se te ponen los pelos de punta, así que traga saliva, usa la muleta con mano izquierda e intenta acabar la faena lo mejor posible. La lidia finaliza cuando el último albañil hace el paseíllo y sale por la puerta de tu casa. Tú juras y perjuras no meterte más en un “chapu”, pero este propósito es difícil cumplirlo.

Así es que yo recomiendo para hacer penitencia, perder peso y pasar un verano calentito, sin playa pero bronceado por dentro, hacer una reforma en el “hogar dulce hogar”.

Algeciras, 19 d Septiembre de 2010
Andrés Baquero Molina

domingo, 19 de septiembre de 2010

UN MUNDO JUSTO Y HUMANO ES POSIBLE

En mi artículo del sábado pasado decía que vivimos en un mundo de desigualdades. Hoy afirmo que un mundo justo y humano es posible. No caben soluciones fáciles. Es necesario coordinar muchas piezas para que empiece a funcionar un nuevo sistema, con una racionalidad diferente.. Abrir cauces de participación, fomentar el sentido de responsabilidad, favorecerá la capacidad de relacionar unos casos y fenómenos con otros; saber en todo momento descubrir lo bueno y que es plausible y posible.
Con valentía hay que poner bases fuertes en las que edificar ese nuevo edificio en el que brille la justicia como madre de la paz. Para ello, se deben realizar contratos con los que se puedan ir comprometiendo ciudadanos, instituciones y organismos nacionales e internacionales, con la mirada puesta en la construcción de la Casa Común.
Si nos trasladamos a un tiempo imaginario, donde aún no hubiéramos nacido, estaríamos en condiciones, sin condicionantes, de pensar cómo debería ser ese mundo justo y humano para todos. Podríamos después nacer en cualquier lugar y encarnados en raza y sexo concreto. Situándonos en ese túnel del tiempo podríamos comprender mejor por qué comprometerse con unos contratos para que ese mundo sea posible. Erradicar la pobreza; conservar el medio ambiente; conseguir una educación para todos; un contrato ético que vuelva a dar sentido y perspectiva a la ventura humana.
Reinventar la palabra “servicio” para gobernar con justicia. Apostar por un sistema internacional consensuado, con redes de tratamiento de las grandes cuestiones mundiales; y cuyo pilar fundamental sea el ámbito de los valores para proporcionar referentes válidos para repensar los modelos políticos, económicos y sociales que ahora predominan.
La justicia ha de manifestar una actitud global del ser humano en relación consigo mismo, con los otros, con la naturaleza y, si es creyente, con Dios. Una justicia que fecunde una libertad que tenga realización plena en su dimensión social.
La economía ha de ponerse al servicio del hombre y de sus necesidades reales. No es cuestión de repartir el excedente de lo que sobra, sino de organizarlo todo desde los derechos y necesidades de los más débiles y compartir con equidad. Hay que pasar a vivir con moderación como decía Gandhi: “Tenemos que aprender a vivir más sencillamente, para que los otros sencillamente puedan vivir”. He aquí el gran reto para el siglo XXI: promover una ética de lo suficiente que ayude a sentirse satisfecho con menos. La justicia ecológica implica una relación adecuada con el medio ambiente.
Cada vez es más necesario impulsar un diálogo de civilizaciones con carácter de igualdad, en el seno del cual debería tener un protagonismo importante de dialogo interreligioso hacia la cultura de la paz como base de una convivencia justa y humana.

Un nuevo orden mundial debería tener las siguientes características:

· Un orden mundial que fomente la resolución pacífica de los conflictos.
· Un orden mundial ecológico, y por ello necesita de seres humanos sensibles ante las necesidades de los otros, de la naturaleza y de todo ser vivo.
· Un orden mundial plural que reconozca el pluralismo de culturas, tradiciones y valores la riqueza que eso comporta.
· Un orden mundial donde las sociedades y pueblos valoren en términos de igualdad la aportación de las mujeres

Todo esto comporta una gran responsabilidad que exige llevar a cabo un nuevo paradigma de cooperación y de integración política, económica y cultural. Ahora bien, esta nueva gobernación debe ser un verdadero poder de alcance mundial que, si es democrático, debe ser al mismo tiempo descentralizado y permeable a lo que es particular.

Juan de Dios Regordán Domínguez

viernes, 17 de septiembre de 2010

Vuelta a la normalidad

José Antonio Hernández Guerrero

Durante estas primeras semanas de septiembre abundan los columnistas que repiten el manido tópico del síndrome postvacacional, ese conjunto de síntomas que, según ellos, afectan a muchos de los profesionales que regresan al trabajo tras unas –también tópicas- vacaciones. Si algunos llegan a calificarlo de “estrés” otros no dudan de diagnosticarlo como un proceso de “depresión post vacaciones”.

Sin ánimo de minimizar los trastornos que padecen algunas personas especialmente sensibles, creo que, al calificarlos con ese vocabulario patológico estamos exagerando unas reacciones que, en mi opinión, son las normales de la vida ordinaria.
El hecho de que sintamos pereza al reiniciar las actividades rutinarias, que experimentemos un poco de insomnio o de somnolencia, que nos cueste mantener la atención o que, incluso, reaccionemos con mayor irritación que de costumbre, no nos permite deducir que sufrimos un “cuadro depresivo” que requeriría un tratamiento médico o, al menos, psicológico.

Tengo la impresión, sin embargo, de que una de las características de nuestra sociedad –sobre todo la del primer mundo- es la hipocondría, esa excesiva preocupación por la salud o, mejor, ese miedo constante a padecer enfermedades. Es posible, también, que ésta sea una de las consecuencias negativas de la facilidad de acceder a informaciones médicas que nos hacen creer que estamos preparados para interpretar las sensaciones corporales molestas o esos cambios normales de nuestro estado de ánimo. Pero, en mi opinión, la raíz profunda de esta desproporcionada preocupación es, paradójicamente, la escasez de preocupaciones y la ausencia de problemas importantes. Por eso la sufren, sobre todo, quienes se aburren porque no son capaces de mirar hacia afuera para ocupar su tiempo y gastar sus energías en los demás; quienes -autocomplacientes o autopacientes- son unos egocéntricos que se miran el ombligo y que, por creerse literalmente que son el centro del mundo, reclaman la permanente atención de todos los que le rodean. Son esos que, con la cabeza caída y con la mirada fija en sí mismos, se encierran y se concentran en sus sensaciones porque sólo les importa lo que atañe a su propia persona.

Ya verán cómo, en esta época de crisis, el hecho de mantener un empleo estable puede hacer que el síndrome postvacacional se desdramatice y se asuma como un mero sentimiento de incomodidad de la vida laboral en los primeros días de trabajo, y cómo la gran mayoría de los empleados se siente contento con su regreso al trabajo e, incluso, optimistas por mantener un empleo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

JUVENTUD Y DEMOCRACIA

La juventud española ha nacido en democracia, pero habría que preguntarle si realmente viven en democracia. La cultura democrática supone potenciar una educación que forme una opinión responsable y que defienda los valores de la democracia comenzando por las libertades públicas. No obstante, en política no se ha aprendido a gobernar en minorías. Se pretende conseguir las “mayorías absolutas” aunque se tenga que negociar con la compra de votos. Estas mayorías han anestesiado al Parlamento en el control político y no han favorecido una sociedad dinámica y participativa,
Pretender alejar los intereses públicos de los ciudadanos, a los que sólo se les pide que participen emitiendo su voto, significa renunciar a un proyecto de democracia avanzada, donde haya una sociedad fuerte con un Estado fuerte. La sociedad debe potenciar al Estado y el Estado modular las quiebras y las desigualdades sociales. La juventud actual manifiesta que no acepta “la política del enchufe” y pide la valoración de los méritos personales a la hora de conseguir puestos de trabajo.
La política juvenil lleva un tiempo en situación de fracaso en los ámbitos socioeconómicos, paro y marginalidad. Se constata una absoluta descoordinación entre los distintos niveles de la Administración. Esto conlleva duplicidad de esfuerzos y pérdida de recursos. La promoción del asociacionismo juvenil se quiere desarrollar con subvenciones insuficientes adjudicadas con criterios injustos, poco transparentes y con control interesado. En realidad, los jóvenes se encuentran ante un mercado laboral precario, imposibilidad de acceder a una vivienda digna y de calidad, reparto de subvenciones primando a las entidades juveniles afines. La situación social no ha mejorado: más paro estructural, más droga, más miseria.
Sin despreciar los aspectos positivos de los Consejos de Juventud, hay que llamar la atención sobre dos problemas que se producen en la mayoría de los Consejos de Juventud, allí en donde existen. Por un lado, las asociaciones muestran un gran desconocimiento y falta de tratamiento adecuado de los temas y centros de interés dominantes de los jóvenes. Por otro, los Consejos en sí encierran poder de representación y de gestión de recursos económicos. Esto genera en su seno una lucha por ese poder, el enfrentamiento por el control de los órganos de representación y aparecen tutelas políticas, dando muestras, a veces, de absoluta falta de autonomía en la vida juvenil. Como resultado: la inoperancia de los Consejos de Juventud.

Es importante renovar y potenciar el tejido asociativo juvenil porque persigue como objetivo la participación y sin participación la democracia es una ficción. Participación no hay que confundirla con integración o absorción. Hablar de participación supone tomar parte de la vida social que a cada uno le corresponde. Eso es un derecho y además una aspiración y exigencias de las gentes responsables. Participar implica también informar, opinar, decidir y actuar. Esto es mucho más que delegar o representar. La política global que necesita la juventud supone una estrategia dinámica y progresiva con capacidad de insertar socioprofesionalmente a los jóvenes.. Para ello, la política juvenil ha de coordinar el conjunto de departamentos ministeriales en la acción de promoción juvenil, propiciando el apoyo de la sociedad civil organizada,
Para conseguir una democratización de la juventud habría que:
· Redefinir el papel de los Consejos de Juventud.
· Multiplicar los organismos juveniles con reconocimiento real.
· Proliferación de lugares de encuentro entre colectivos y entre estos y administración.
· Financiación de iniciativas y programas concretos, con criterios claros y justos, poniendo a disposición medios y locales polivalentes gestionados por los jóvenes asociados.
· Superación de la fórmula de subvención y promover posibilidades financieras que permitan niveles desarrollados de gestión y proyectos.
Juan de Dios Regordán Domínguez

martes, 10 de agosto de 2010

COMPROMISO CON EL RESPETO A NUESTRO PLANETA: Consumo, alimento y agua, recursos y reparto de riquezas, producción, conclusiones.

José Miguel Vicente Pecino

Un artículo como este en el que la perspectiva humanista y solidaria del respeto a nuestro planeta debe ser la conductora del mismo, además de numerosas orientaciones, tiene varios inconvenientes y quizás una sola ventaja. Citemos entre los primeros, que no sirva para nada como la última cumbre de Copenhague, que los sectores llamemos ‘reaccionarios’ lo identifiquen como ‘politizado’, o que se piense que todos están de acuerdo en repartirse el pastel de las mercancías; como ventaja, quiero ser modesto, y pensar que, al menos, sea un toque de atención para gente concienciada y donde las ideologías divergentes den cabida a un diálogo respetuoso, sincero y encaminado a la búsqueda del bien de la sociedad y de su desarrollo cívico.Desgraciadamente debemos partir de una premisa incuestionable y es que el mundo está dividido, por causa de la riqueza, entre Primer Mundo y Tercer Mundo. Los pueblos ricos, por el veloz incremento de su economía burguesa, avalada en ocasiones por éticas católicas-protestantes y la voracidad de riquezas y poder, no parecen muy concienciados por el respeto a nuestro planeta porque de él extraen sus beneficios; tampoco los pueblos pobres, que muy desunidos, no son conscientes, al menos la mayoría, del robo que supuso la época colonial y post-colonial de sus estructuras económicas y de sus derechos ciudadanos, lo que les ha llevado a luchas domésticas que han favorecido a los ricos. A grandes rasgos esta es la situación actual, pero hay causas concretas que particularizan este análisis y las tratamos a continuación.

El consumo: Las estrategias corporativas empresariales de los últimos treinta años han devenido en el más profundo cambio económico de los últimos cien años; ya no es la importancia de las multinacionales una a una, es el modelo económico liberal e imperialista, en su acepción más antigua, que tiene como fin medir el progreso solo a través del crecimiento y de la rentabilidad. Es el sistema basado en el consumismo que a través de la publicidad avasalla e invade los espacios públicos y privados1. El pensador y sociólogo polaco Bauman lo señaló como el paso de la ética del trabajo a la ética del consumo, lo explica en los siguientes términos: “La formación que brinda la sociedad contemporánea a sus miembros está dictada, ante todo, por el deber de cumplir la función del consumidor. En ninguna etapa la sociedad moderna pudo prescindir que sus miembros produjeran cosas para el consumo y, desde luego, en ambos modelos de sociedades se consume. La diferencia entre las dos etapas es solo de énfasis y de prioridades, pero esa transición introdujo diferencias enormes en casi todos los aspectos los aspectos de la sociedad, la cultura y la vida individual”2. El punto hedonista y estético del consumo lo resume la siguiente cita del mismo autor: “La satisfacción del consumidor debe ser instantánea, dicho en doble sentido. Es evidente que el bien consumido debe causar una satisfacción inmediata, sin requerir la adquisición prevista de destrezas ni un trabajo preparatorio prolongado; pero la satisfacción debe terminar enseguida, es decir, apenas pase el tiempo necesario para el consumo. Y ese tiempo se debe reducir al mínimo indispensable”. La idea de una sociedad consumista, feliz y estable, es el sueño americano trasplantado a Europa, Japón y al Sudeste asiático. Pero este y todos los sueños de justicia se quebraran como ha ocurrido en las dos últimas crisis mundiales, la del 1929 y la del 2009. En la que estamos, los tiburones financieros de Wall Street, como Lehman Brothers o los Bancos Madoz y otros, especularon con las riquezas ajenas y la connivencia de gobiernos conservadores americanos y europeos, estos son los causantes de la crisis, en sus manos estamos y son sus artimañas las que hay que borrar del mapa con una nueva manera de hacer política, no hablamos de revoluciones pistoleras, hablamos de un contrapoder encargado de nuevas estrategias sociales, políticas y económicas, pero este es otro capítulo que se está gestando y que llegará.

Alimento y agua: El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) declara:”Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica, y los servicios sociales necesarios…”. Veintiséis años más tarde, en 1974, la primera Conferencia Mundial de la Alimentación afirmaba como objetivo prioritario que “Todos los hombres, mujeres y niños tienen el derecho inalienable a no padecer hambre y malnutrición, a fin de poder desarrollarse plenamente y conservar sus facultades físicas y mentales”. Según la FAO, “el 40,25 de la población mundial vive en la miseria absoluta, sin renta fija, sin trabajo, sin alimentos suficientes, sin alojamiento adecuado, lo que posibilita la vulnerabilidad médica más atroz”3. Cualquier persona con sentido común como a los que me dirijo, debe avergonzarse al leer estos datos que estoy seguro ya conocía, pero tenemos que ser beligerantes y radicales en seguir trabajando y potenciando cualquier gestión a favor del derecho de todo ser humano a alimentarse en orden a tener una vida digna. Los bienes existen en cantidad suficiente y están destinados para todos, nadie tiene el monopolio de su explotación. Con el dinero que Europa y EEUU gastan en gimnasios y dietas, 20.000 millones de dólares, se podría alfabetizar tres veces a la población del planeta necesitada de este derecho. La realidad es mucho más dramática, más de 160 millones de personas sobreviven al día con menos de un dólar; si se repartiera esta cantidad de dinero que europeos y americanos gastamos en perder el peso que voluntariamente hemos acumulado en ‘comida basura’, se podría implementar bastante la disponibilidad de alimentos sanos y suficientes, y lo que es más importante, se darían las condiciones sociales mínimas para que no anidaran movimientos radicales integristas y religiosos entre este enorme segmento de población. Cuando las personas no pueden desarrollar sus capacidades de dignidad humana y no tienen oportunidades de mejorar, se produce el perverso círculo de la pobreza generación tras generación4.

Agua: Del sentido vital y más estricto de la palabra ‘agua’ no sería necesario escribir, ya que es una realidad innegable su necesidad biológica para cualquier actividad industrial, agrícola y urbana, a la vez que imprescindible para cualquier próspera actividad económica o social. Pero este recurso se convierte en controversia cuando descubrimos que es una demanda humana finita y limitada de la que gran parte de la población mundial no puede disponer.Una vez más nos encontramos con la dicotomía países pobres, países ricos. Entre los primeros, la tierra suele ser extremadamente seca, y dependen de la agricultura en un 80%, resultando una combinación infausta que acaba en tragedia; por el contrario, entre los segundos, embalsan el agua, la malgastan en campos de golf en zonas secas como Andalucía, gastan 700 litros de agua para refinar un barril de petróleo, 200 para producir un litro de Coca-Cola, o 200 en cada lavadora que ponemos; la acción de los gobiernos no soluciona suficientemente la gestión del agua, siempre en manos de intereses económicos, y tienen que ser iniciativas particulares como las de Vicente Ferrer en la India, ONGs, o los Jesuitas en Paraguay, las que mueven a la esperanza por el mejor aprovechamiento de este recurso.Es ejemplar el caso de la India, Anantapur (cerca del desierto de Rajastan) donde la gente se ha concienciado hasta tal punto que el único pozo que hay en cada poblado sólo se usa para que la gente beba, y se potencia hasta límites insospechados el almacenamiento del agua; de improvisados depósitos de agua se riegan muchas hectáreas por goteo, y se está promocionando con microcréditos el empleo de motores con energía de placas solares. Ello ha conducido a una agricultura diversificada y se ha empezado a promover la horticultura sin pesticidas ni fertilizantes, como el mango o el tamarindo. Con esta gestión, los programas más ecológicos no solo son usados por la población campesina sino entre toda la población de castas más bajas, ya que han descubierto que los recursos naturales son los mejores5.

Recursos y reparto de riquezas: El injusto reparto mundial de los recursos y el consumismo del Norte, es el origen del drama del Tercer Mundo. Cambiar el estilo de vida occidental por uno de mayor austeridad es clave para mejorar la dignidad de todos los habitantes del planeta, así evitaremos la profunda desigualdad en el acceso a los recursos existente en el mundo que es fruto del derroche de los mismos en los países llamados “desarrollados”. Esto lleva a la paradoja de que su pobreza es fruto de nuestra riqueza, porque el planeta es un espacio con recursos finitos. Si realmente queremos ayudar a los pueblos que sufren más, es urgente abordar realmente el modelo de desarrollo que provoca esta desigualdad. Nuestro modelo de vida no es sostenible, porque se basa en apropiarnos de recursos básicos (materias primas, energía, alimentos, etc.) de forma derrochadora ante carencias elementales de otros pueblos. Nuestro consumismo está en el origen de esas carencias y no podemos ocultar este hecho. Las sociedades del llamado “primer mundo”, entre las que nos encontramos, deben consumir menos recursos, vivir de forma más austera, renunciar a los derroches de nuestro estilo de vida para lograr que todos los pueblos del mundo tengan dignidad y acceso a un nivel más igualitario de satisfacción de las necesidades.La ONU divulgó un retrato estremecedor del mundo en que vivimos: el documento “The inequality predicament” (La encrucijada de la desigualdad). Somos seis mil trescientos millones de habitantes en esta nave espacial llamada planeta Tierra. Apenas mil millones de ellos, ciudadanos de los países desarrollados, acaparan el 80% de la riqueza mundial 6. En las últimas cuatro décadas la renta per cápita de los países más ricos casi se triplicó. Entre los más pobres sólo creció un 25.94%. Para que se produzcan la anulación de las actuales leyes del mercado, gobernado por compañías transnacionales y que dan origen al más voraz capitalismo, son necesarios una serie de presupuestos, a los que se oponen los gobiernos liberales-conservadores de EEUU Europa y Asia, pero que dados la mayoría de estos corolarios sustituirían a la economía de endeudamiento internacional por un modelo de desarrollo socialmente justo y ecológicamente sostenible, a la vez que se evitarían las dependencias y fluctuaciones de los mercados financieros y de los dictados del FMI y Banco Mundial. Entre estas premisas estarían:- Proceso de devolución a los ciudadanos del Tercer Mundo de lo que les fue robado desde la Colonización hasta ahora. Grandes riquezas ilícitamente acumuladas por gobiernos corruptos y capitalistas locales, han sido colocadas en los países más industrializados, ello fue y es posible gracias a la complicidad de instituciones financieras privadas, locales y mundiales, más la complacencia de terceros países beneficiados.Tal restitución implicaría la apertura de procesos legales en los países del Tercer Mundo y en los países más industrializados. Dichas investigaciones se llevarían a cabo con la ratificación del Tratado de Roma y la plena voluntad y cooperación internacional, ya que desde 1991 la sustracción fraudulenta de los bienes públicos de países es considerada como violación de los Derechos del Hombre.- Anulación de la deuda externa. Conocida con el término ‘odiosa deuda’, se trata de enormes pasivos contraídos por los Estados en contra de los intereses de la población local y que jurídicamente son ilegítimos. Esta teoría expuesta por primera vez por Alexander Sack7 preconiza que “si un poder despótico contrae una deuda, no según las necesidades e intereses del Estado, sino para fortificar su régimen despótico, para reprimir la población a la población que lo combate, esta deuda es odiosa para la totalidad de la población del Estado. Esta deuda no es obligatoria para la nación: es una deuda del régimen, deuda personal del poder que la ha contraído, por consecuencia ella cae con la caída de ese poder”.- Actuación sobre el comercio. El comercio desigual que existe entre los países más industrializados y los países del Tercer Mundo constituye una de las causas fundamentales de la dependencia económica de éstos últimos, a la vez que crea un déficit estructural de la balanza de pagos, de forma que las importaciones crecen más rápidamente que las exportaciones. Deben establecerse mejores mecanismos orientados a una mejor remuneración de los países exportadores en desarrollo, entre otros: estabilización de los precios de las materias primas, garantías y avales de los pagos de exportación, establecimiento de ‘stocks’ reguladores, etc.…El prestigioso sociólogo británico Anthony Giddens, premio Príncipe de Asturias 2002 señala que “empresas transnacionales venden mercancías que son restringidas o prohibidas en los países industriales (medicinas de poca calidad, pesticidas destructivos o cigarrillos con alto contenido en nicotina y alquitrán). En lugar de una aldea global, alguien puede decir, esto parece un saqueo global8.- Supresión de paraísos fiscales. Estos emblemáticos territorios o Estados que tienen como efecto crear condiciones favorables a los inversores no residentes, con condiciones fiscales muy favorables y que tienen como efecto inflar la burbuja financiera o fragilizar las economías lícitas, blanquean anualmente miles de millones de dólares. La medida más inmediata sería anular el secreto bancario para poder luchar con eficacia contra la evasión fiscal, la sustracción fraudulenta de fondos públicos y la corrupción.Estas premisas mencionadas deben estar subordinadas a criterios medioambientales, sociales y culturales; jamás deben entrar en el campo del comercio internacional servicios públicos como la salud, la educación o el agua.

Producción: A medida que este estudio va avanzando, las medidas encaminadas a un reparto más justo de las riquezas entre países pobres y ricos puede que se repitan, y este es el caso del acceso de los productos de países del Tercer Mundo al Primero, que ya ha sido expuesta en la ‘actuación del comercio’ pero que no deja de ser el cierre del circulo del viciado comercio basado en capitales financieros y con la más que disponibilidad de los gobiernos neoliberales.Los sectores que generalmente más beneficios y empleo aportan a los países pobres son los que resultan más dañados por el proteccionismo de los países ricos. Los sociólogos y economistas9 más comprometidos con los países en desarrollo, opinan que los países industrializados deberían incrementar el acceso de los de países del Tercer Mundo a sus mercados y añaden que en la más estricta justicia, el comercio internacional tendría que estar basado en un fundamento de fuertes economías locales y ecosistemas protegidos que dinamizarían el mercado y evitarían que la mayoría de las transacciones, realizadas en operaciones de bolsa en Europa o EEUU, solo tuvieran como fin la producción desarrollista sin ningún criterio y rigor ecológico, y solamente conducidas por las necesidades que nos crean los ‘gurús’ del mercado del capital.Con las actuales reglas, auspiciadas por gobiernos ‘neocons’ se perpetuarán y reproducirán las estructuras conducentes a la pobreza, y la proliferación de las oligarquías del Sur. Los ‘lobbies económicos’ que sustentan las transnacionales sin el más mínimo criterio de gestión medioambiental y guiados por la avaricia más desnaturalizada deben desaparecer con leyes progresistas y con nuevas maneras de hacer política. Para llegar a esta fase es necesario:- Un progresivo cambio de prácticas de los países ricos respecto a los pobres de forma que estos tengan acceso a los mercados del Norte.- Inmediata protección nacional de las economías de los países pobres10.- Políticas internas de justicia distributiva implementadas con recursos y conocimientos de los propios campesinos encaminadas a que el sector agrícola del Tercer Mundo sea sujeto y beneficiario del comercio internacional que ellos generan. Cada vez más un inmenso sector de población de todas las ideologías comparte estas ideas y tendencias, en los foros internacionales se debaten abiertamente y es hora de reglamentar de un modo nuevo los mercados financieros, hacerlos menos opacos y tratar de eliminar la antigua praxis más pronto que tarde para hacer que las riquezas robadas impunemente al Tercer Mundo reviertan en la financiación de la lucha contra la pobreza.

Conclusiones: La lucha contra las empresas transnacionales y los mercados financieros de corte capitalista neoliberal ha tenido victorias importantes, pero la realidad es que la distribución de la riqueza mundial sigue siendo radicalmente desigual, cada día más y más personas se sumergen en la pobreza, a lo que acompaña un feroz endeudamiento que favorece a los bancos del Primer Mundo, lo que concluye con la destrucción de millones de personas en el planeta. Muchas medidas son necesarias para restablecer el equilibrio ideológico y económico, algunas de las cuales se han apuntado en apartados anteriores, pero quizás los más inmediato sea desenmascarar las mentiras de la gran banca mundial centrada en el FMI u OMC, entre estas que la globalización mejora la vida de los más desposeídos, que la renombrada ‘libertad’ beneficia a todo el mundo, y que las leyes del mercado legislan sobre el mejor reparto de los recursos financieros, materiales y humanos11.No podemos construir un movimiento social verdadero sobre una cultura de jóvenes anestesiados por el consumo y las marcas, afortunadamente hay grandes masas de jóvenes furiosos y desesperados ante las injusticias burguesas que muestran la mejor disponibilidad para las nuevas ideas. Su lucha ya ha comenzado y va ser una lucha pacífica, con violencia nunca atraeremos a los sectores más receptivos a nuestras legítimas aspiraciones, jóvenes profesionales, intelectuales, sindicatos, campesinos, inmigrantes, discapacitados, y minorías étnicas. En esta crisis y en todas las crisis fomentadas por los flujos financieros es mentira el derrotismo de la realidad, el mundo en su conjunto nunca ha sido tan rico además de tecnológicamente preparado, el verdadero problema está en que los países del Primer Mundo no tienen voluntad de arreglar el verdadero problema y hay que propiciar gobiernos que estén por la ‘labor’. Desde un punto de vista material es completamente viable situar un umbral necesario de bienestar al que todo el mundo tiene derecho, no por caridad sino por la más estricta justicia entre todos los seres humanos, he expresado en el párrafo anterior la suficiente riqueza del mundo actual y de los organismos competentes para llevar a cabo la distribución de bienes, de forma que se evite la corrupción y el despilfarro, lo que nos lleva a pensar que no hay excusas para no cambiar el mundo, partiendo de fuertes coaliciones que reúnan a gente comprometida sobre bases regionales, nacionales e internacionales, todos dispuestos a conseguir estos objetivos comunes.Estas convicciones no nos deben ‘sonar’ a luchas del siglo XIX, tenemos que doblar la tendencia natural del ser humano a no hacer cambios, a no hacer nada, en estas transformaciones está la esencia de la evolución y esta versatilidad es la más justa y más ética que podemos pensar. Para los que piensan que esta es una lucha honesta e inexcusable, va dirigido este artículo.
Notas bibliografícas.
1 Gociol, Judith, Naomi Klein y el fin de las marcas, Madrid, Campo de ideas, 2002, p.87.
2 Bauman, Zygmunt, Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona, Gedisa,2000.
3 Mármol, Javier, “Alimentarse es un derecho fundamental”, Manos Unidas, boletín 175, 2009, p.15.
4 Ibid., pp 16-21.
5 El País Babelia, 02.01.10.
6 Betto,Frei, Globoconolización, en http://www.webeconomía.com/?q=reparto riquezas.
7 Quien por primera vez definió la categoría de deuda odiosa (1927), fue el profesor Alexander Nahum Sack, ex ministro del Zar de Rusia, y profesor de Derecho de la Universidad de París.
8 Giddens, Anthony, Un mundo desbocado-Los efectos de la globalización en nuestras vidas-, Madrid, Taurus, 1999, p. 28.
9 Khor, M. Globalización desde el Sur, Barcelona, Icaria, 2001, pp. 38-40. Shiva, V. Exportación a toda costa, o.c., p.5.
10 Diaz-Salazar, Rafael (ed.), Justicia Global- Las alternativas de los movimientos del Foro de Porto Alegre-, Barcelona, Encuentro Icaria editorial Intermon Oxfam, p. 70.
11 George, Susan, en http://www.attac.org/ y TNI (Instituto Transnacional

martes, 3 de agosto de 2010

UN APUNTE ACERCA DE LA CULTURA. José Antonio Carmona

Es muy normal en nuestra sociedad utilizar la palabra cultura. Incluso tenemos en el gobierno un ministerio de cultura, algo que, entiendo, es bueno. Pero particularmente en nuestros días, con motivo de la prohibición del “Parlament català” de que en el territorio de su jurisdicción se celebren corridas de toros a partir de enero del año 2.012, es insistente el recurso a dicho vocablo.

Son los defensores del mantenimiento de las corridas los que utilizan asiduamente la palabra: “cultura” para apoyar su postura a favor de la llamada”fiesta nacional”. Se oyen constantemente que “los toros son arte, son cultura, son tradición”, refiriéndose no al animal sino a las corridas.

No voy a entrar en discusión sobre el tema (¡aunque llamar a España “la piel de toro”! Suena muy mal, es quedarse muy corto...), sobre todo porque no es el objetivo de este escrito. Y también, porque cualquier discusión es inútil si sólo se habla a la razón, es necesario un cambio de conciencia (no sólo moral, también ontológica) y de actitud, de lo contrario la razón estará cerrada y se obligará a Galileo a retractarse.


Y este cambio entre otras cosas es don, un don que se entrega a todos, como la luz, pero tan sólo los que tienen el corazón abierto (las puertas de la casa abiertas) lo reciben en su interior. “Quien tenga oídos para oír que oiga” nos dice el Maestro de Nazaret, a todos llegaba su palabra, mas no todos la recibían.

La razón buscará siempre motivos, no siempre auténticos, que “justifiquen” las actitudes preconcebidas, el ejemplo más patente lo tenemos en las “ideologías”.
Me está llamando mucho la atención el recurso constante a la cultura que se está haciendo para justificar en este caso las corridas de toros, pero podrían ser otros. Cuando afirmamos “eso es un fenómeno cultural” esperamos que nuestra sentencia sea definitiva y sin apelación posible. Por el mero hecho de ser cultural parece que cualquier cosa queda plenamente justificada. Ante tamaño desatino no puedo guardar silencio.


Estoy percibiendo que la palabra “cultura” tiene en cada (casi) boca que la utiliza un significado diferente, no significa lo mismo para un torero que carece de formación alguna, para un erudito en las artes plásticas, para un investigador, para un político...

Por descontado que dicha palabra es ambigüa, tiene varios significados, pero lo que no puede tener nunca es un significado distinto para cada persona, que es lo mismo que no tener significado alguno.

Sinceramente deseo que cualquier persona que me afirme: “eso es cultura”, me explique a su vez qué entiende por cultura (erudición, arte, creatividad, información, conocimiento, técnica, vida, costumbre, tradición ¿cuánto tiempo necesita algo detrás para ser tradicional?, escritura manual, forma de conciencia, culturismo físico, capacidad atlética, conocimientos musicales... ). cuando un vocablo sirve para significar muchas cosas, no significa nada, por ejemplo: cosa, es un simple comodín. Puede significarlo todo, así no significa nada salvo por el contexto que será el que le dé el significado concreto en cada caso.

Me preocupa muy seriamente las afirmaciones que se están propagando por los defensores de las corridas, también por los políticos que las defienden, en el sentido de que los toros (las corridas de) son un bien cultural. ¿Qué significan con eso de “bien cultural”? Me encantaría que me lo describieran, no pido una definición, sino una simple descripción que nos pueda situar a todos sobre el mismo tema.

Por mi parte en este breve escrito voy a acudir al “Diccionario de la lengua española de la Real Academia”.
Dicho diccionario (normativo y por lo tanto conductivo para los que hablamos esta lengua) dice que cultural es lo perteneciente o relativo a la cultura.

Y a cultura le da varios significados (es ambigüa o polivalente):
Etimológicamente procede del latín “colo, colui, cultum” = cuidar el campo, labor agri: “cultura” = cultivo (del campo). Es claro que a este significado no se refieren los que hablan de cultura en los debates taurinos.Anteriormente por culto se entendía el homenaje que se tributa a Dios.


A éste tampoco.Resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio las facultades intelectuales del hombre. Creo que en este sentido en modo alguno puede ser aplicada la palabra cultura al mundo de los toros. Poco refimamiento hay de facultades intelectuales en este mundillo. Lo cual no obsta para que muchos periodistas y adláteres publiquen escritos sobre el tema, a veces muy bien elaborados.Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social, etc.

Algo podría aplicarse bajo el amparo de este significado. Se trata claramente de una costumbre, cuyo alcance social habría que calibrar y de una expresión artística que habría que reconsiderar dentro de todas las dimensiones de lo humano, la de la Verdad, el Bien y lo Bello. Hay muchas formas artísiticas que no se pueden mantener hoy por muy “culturales” que sean, como las pinturas rupestres, por poner un ejemplo.

No digamos ya otras formas interpretadas en su tiempo como artísticas y que eran verdaderas aberraciones humanas vistas desde la perspectiva del mundo actual, como la costumbre china de vendar los pies de las niñas hasta deformárselos, para que estuvieran bellas. Lo Bello es una invariante, la percepción de lo Bello es perecedera y cambiante.

Esto sólo no puede justificar por sí mismo la pervivencia por tiempo indefinido la costumbre. Y la crueldad no tiene cabida en una conciencia sensible a la Red de la Totalidad.

Por último, habla el Diccionario de cultura popular: conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Evidentemente este sentido cae de lleno en las corridas, pero tenemos que concluir que han de tener en principio el mismo valor cultural que los bailes de las fiestas populares, por ejemplo.

Por supuesto que no todos los significados de la palabra cultura tiene el mismo valor para la humanidad y su evolución. Lo que ha conseguido la cultura en las ciencia médicas no es comparable al hecho de tirar una cabra desde el campanario de una iglesia (una costumbre popular que expresa la forma de ser de un pueblo) o que los toros embolaos de las tierras del Ebro (algo similar a lo de la cabra).

Hay valores e infravalores... y todo ello cabe en el campo semántico de la palabra cultura, salvo que queramos ser ruducionistas y quedarnos sólo con lo que entendemos como bueno. Se habla y con razón de la “cultura de la guerra”. No podemos decir, por desgracia, que la guerra no sea una costumbre entre los pueblos.

No es tema de este escrito calificar la fiesta llamada nacional, así que en ello no entro. Sólo una confesión personal, que muchos conocen, yo fui muy aficionado a las corridas de toros, y durante dos años capellán de la plaza de toros de Cádiz (antes de que la derruyeran), allá conocí a toreros muy famosos de la época: Paco Camino, Rafael Ortega, Palomo Linares, El Cordobés...

Quiero recordar en estos momentos algo que dije ya en mi blog sobre el miedo existencial a la muerte, porque tiene que ver con el concepto de cultura. La cultura es la historia de lo que ha hecho la humanidad para luchar contra la muerte, para distanciarla en el tiempo.

Y entre los elementos culturales de la época mágica, cuando la conciencia aún estaba en pañales, el hombre creó los sacrificios sustitutorios, cuya sombra se alarga hasta hoy en las corridas de toros, por eso también, éstas son cultura, porque son herederas de los sacrificios sustitutorios pre-neolíticos, pero cultura pre-neolítica, generada por una conciencia en ciernes, por una Diosa (la Gran Diosa) sedienta de sangre, generada por unos hombres que no habían abiertos aún los ojos a la comunión con la Totalidad.

Por ello las corridas de toros, entiendo, son un bien cultural, o sea, son cultura, pero cultura de la época mágica de la humanidad, como pueda ser el Vudú, el animismo, los sacrificios rituales... o escribir en papiros y alumbrarse con lámparas de aceite. ¿Son un ancestro que aún sobrevive?

domingo, 1 de agosto de 2010

AUTOESTIMA Y NARCISISMO POLÍTICO

Tal vez pueda parecer fácil afirmar que el ser humano por naturaleza es sociable, que es relacional, pero cuesta en la práctica comprender que "yo soy yo" en tanto en cuanto me relaciono adecuadamente con los demás. Es fundamental la estructuración de la individualidad y de la comprensión del sentido de una sociedad abierta a la participación de todo lo bueno que puedan aportar cada uno de los ciudadanos al bien común. Hemos de recordar que todos somos necesarios y nadie se debe considerar imprescindible Aquello de “estoy al servicio y aceptaré lo que determine mi partido”, no siempre es verdad.
Si los políticos siempre tuvieran una actitud de servicio, no tendríamos que contemplar el triste y bochornoso espectáculo que se está dando a nivel nacional, regional, provincial y comarcal. Hay quiénes tienen ojos de lince para criticar y son miopes para trabajar, servir y escuchar a los ciudadanos. La sinceridad no consiste en decir lo que se siente sino en ver si realmente somos lo que deberíamos ser e ir caminando a ser lo que debemos ser. El pueblo pide hechos y no palabrería barata ni circos forzados por protagonismos absurdos.
Aunque realmente cueste aceptar las relaciones humanas como ejes fundamentales de convivencia; sin embargo, hay que recalcar que el ser humano madura en la medida en que se relaciona con los demás, si sus relaciones son auténticas. De lo contrario, no se llegaría a la categoría de ser humano. Es desde un sistema de valores personalmente asumido, donde se reconoce la dignidad de toda persona humana, incluido uno mismo. Desde la seguridad que otorga la autoafirmación, es desde donde el ser humano se abre generosamente a los demás como personas que merecen todo respeto y estima. En este contexto es donde se siente lo que realmente se es, parte integrante y responsable de la familia humana. Esta es una actitud opuesta a la del narcisismo que se da en bastantes dedicados a la política.

El egoísmo del narcisista no se debe a que se estime mucho, demasiado, sino precisamente a que se estima demasiado poco y mal. El objeto de su interés es un "yo superficial", incompleto, castrado. El narcisista suele estar tan prendado y prendido de sí mismo que los demás apenas cuentan para él. El narcisismo es un pseudo amor a sí mismo desvinculado del interés y preocupación por el prójimo. Dicen servir y se sirven. En muchas ocasiones se está confundiendo democracia con votación y suma de mayorías, alejándose del genuino significado y realidad que ha de ser "participación y corresponsabilidad en el gobierno" puesto que en democracia es el pueblo (todo el pueblo) el que ejerce la soberanía.
Hay que estimular en todos la voluntad de participar en los esfuerzos comunes. Una regeneración política, como servicio al ciudadano, está clamando y debe llegar cuanto antes si no queremos colmar la desilusión y el desgobierno del pueblo. Para establecer relaciones liberadoras y ricas con otras personas, para dedicarse al servicio de los demás con generosidad y en libertad, se requiere un mínimo de autoestima. De lo contrario, se llamará interés por el pueblo a la manipulación de los otros, por un afán más o menos consciente de satisfacer las propias necesidades insatisfechas, entre las cuales una de las prioridades es la de sentirse aceptado por las masas y no por las personas.
Armonizar la cercanía de todo el pueblo con la autoridad con unas buenas relaciones es fundamental si queremos una sociedad en la que todos sin excepción sean tratados como iguales en dignidad y posibilidades.

Juan de Dios Regordán Domínguez

jueves, 29 de julio de 2010

CONFESIONES A MI PÁRROCO Y OTRAS YERBAS

EL SACRISTAN, DE MOMENTO, DE SANTA ANA

Mi querido y nunca suficientemente bien ponderado ex-párroco: TURURÚÚÚÚ!
Ahora se va a enterar de quién soy yo y cómo me las gasto. Y ya que no tiene jurisdicción jerárquica sobre mí, me voy a vengar de todos los malos ratos que me ha hecho pasar, desde que entré de monaguillo, hasta que, gracias a unos enchufillos que tengo en el Obispado, pude ascender a sacristán.
¿No se acuerda que me hacía tocar el órgano y cantar las misas de difuntos para ahorrarse un dinerito con que comprar el abono del concurso del Falla?
No, no me diga que me daba alguna entrada. Bueno, sí, es verdad, pero para las preliminares, cuando no cantaba ninguna agrupación de Cádiz, o para la fase clasificatoria de los romanceros.
¿Y las bodas? ¿Ya se le borró de la memoria? ¿También me va a negar que me hacía recoger el arroz de la puerta de la iglesia para después hacer una paella para Vd. y sus coleguillas?
Mucho presumir de tocar-pelotas, y ahora qué? Ahora le veo con un pie en Santa Ana y el otro en La Bolera, jugando al mus con Don Máximo.
Es que Vd. presume de tenerlos bien puestos, y no me refiero a la perpendicular de la carretera general, sino a lo que Vd. muy bien define en su libelo “de parrocorum economorumque” del pasado 25 de Junio, refiriéndose, en un símil taurino, a esas protuberancias óseas huecas en forma de conos doblados en espiral, formados de queratina.
Sí señor, ahora me voy a vengar y va a enterarse de lo que vale un peine.
Y es que don Luis, hablando de peines, a nos se nos cae el pelo, pero siempre nos cabe la esperanza de encontrar algún remedio cosmético o crece-pelo milagroso que oculte nuestras carencias. Y si no que le pregunten a Bono la maravilla que le han implantado en su alopécica calavera
Y si cogemos algunos kilillos de más en Navidad por aquello de los pestiños, turrones o fantasías diabéticas, sabemos que con un buen régimen después de Reyes, todo solucionado. Fíjese que antes del verano, estuve un mes a dieta para poder lucir mi cuerpazo en la playa del Rinconcillo, y he perdido 30 días!!!
Pero hay cosas, y voy al caso, que, por muchas vueltas que le demos al coco, al final, por muy optimistas que seamos, siempre llegamos a la conclusión de que ya ni existe reparación que lo remedie, ni tiene solución.
Permítame que me explique: Hace diez años, después de una incansable batalla dialéctica y burocrática con facultativos e inspectores de la administración de la Seguridad Social, conseguí que me operaran los dos ojos. Y es que si no lo hacía, me quedaba ciego, como se han quedado muchos esperando que lo llamaran, debido a la escasez de especialistas (tres en toda Andalucía) y a la enorme lista de espera existente.
Llegué a ser tan pesado y machacón que, un día, una Inspectora, harta de oírme, me dijo muy altanera: “Pues si no está conforme, formule una hoja de reclamaciones” Ja, ja, ja! A mí!, a Manolo Argumedo!, a mí que no me gusta escribir, ni sé qué hacer con un bolígrafo en la mano.
Inmediatamente le contesté: “Deme, por favor, unos cuantos folios y un lugar donde apoyarme, que el boli lo pongo yo.”
No recuerdo textualmente el contenido completo del escrito, pero sí recuerdo que, en uno de los pasajes les dije que, si, motivado por las demoras en la intervención quirúrgica, me quedaba ciego, no dudaría en ningún momento hacer las demandas que fuesen necesarias, responsabilizándoles a ellos por no haber puesto los medios necesarios en su momento y no haber acudido a tiempo.
No sé si fue casual o no, pero a la semana me llamaron del Hospital de Puerto Real, y en tres meses estaba operado de los dos ojos, uno en Cádiz y otro en Puerto Real. Esa es la triste realidad. La mayoría de “pacientes” se hubieran dado la vuelta, hubieran agachado la cabeza y se hubieran marchado sumisos e impotentes a sus casas esperando resignados a que se les cerraran los ojos para siempre.
Esto viene al hecho de que, a pesar de las intervenciones practicadas, al poco tiempo, se me produjo el desprendimiento de la retina de mi ojo izquierdo y perdí la visión. Pero, a pesar de todo, nunca se disipa la esperanza, y, aunque yo sabía sobradamente que, en el fondo, aquello era irreversible, al menos el ojo permanecía aún en su sitio.
El problema surge cuando, debido a problemas colaterales y a la disminución de su tamaño causado por la hipertrofia, decido meterme de nuevo en un quirófano para extirparlo.
Pero no era un problema de origen fisiológico, sino un problema psíquico. Y es que, leche!, me han sacado un ojo! Y de la categoría de “ciego de un ojo” paso al estatus de tuerto.
Ciertamente traumatizante.
Pero ya pasó todo. Me ha costado trabajo, lo he asimilado y lo he superado. Además mi amiga, la Seguridad Social, me ha regalado un ojo de pega, y ahí ando la mar de chulo luciendo mi nueva imagen. Ya le mando una foto para que vea lo bien que he quedado. Estoy hasta más guapo, dicen las mujeres, si cabe.
Esa es la razón de mi silencio, el porqué de mi ausencia en muchos actos y eventos, el motivo de haberme encerrado en mí durante todo este tiempo, y es más, incluso teniendo que soportar críticas y reproches por mi actitud poco social.
Aquí estoy de nuevo. Amárrese bien los machos, Don Ingenio, que no estoy para bromas.
En breve, retomaré temas pendientes que quedaron en el tintero.
Hasta la próxima. Y para que vea que no soy rencoroso, le mando un disciplinado y litúrgico beso. O como dirían los franceses “un gros bisou”.
Manolo Argumedo.

Sortear la vejez y vivir la ancianidad

José Antonio Hernández Guerrero El comienzo de un nuevo año es –puede ser- otra nueva oportunidad para que re-novemos nuestr...