domingo, 17 de octubre de 2010

LA PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA ES RENTABLE

A nuestro país aún le falta experiencia de gobierno democrático. La actividad política se ha limitado, en la mayoría de los casos, al mimetismo empresarial y a dirigir la maquinaria administrativa sin programación y con técnicas de supervisión directa. El político se convierte, entonces, en una mezcla de gestor y amo, sin tener que ser ni una cosa ni la otra. Se olvida que el principio participativo es consustancial a la democracia y que la participación activa de la sociedad es el respaldo básico en el que se fortalece el sistema democrático. La participación sirve como motor para que los gobiernos ajusten sus actuaciones a planteamientos realistas y acordes con las exigencias del bien común en cada momento. Por ello, el gobernante debe contar con los ciudadanos y responder ante ellos del éxito o fracaso de su actuación ya que los ciudadanos son los titulares del poder y responsables del comportamiento político y social de sus representantes.
Conviene tener presente que el principio participativo desvanece aquella vieja idea de disociación entre súbdito y soberano. El pueblo no debe ser agente pasivo de las decisiones del gobernante. En el concepto de poder, propio de la democracia, ciudadano y gobernante son las dos caras de una misma realidad.: “Unos gobiernan a instancias de otros, bajo la responsabilidad de todos”. Limitar la democracia a emitir un voto cada cuatro años es una idea errónea. Una sociedad es democrática cuando sus ciudadanos participan en los asuntos públicos.Por ello, nadie debe arrogarse ser dueño de las decisiones que afectan a todos.
Los partidos políticos deben presentar en sus listas electorales a gente con capacidad de diálogo y receptores de las iniciativas ciudadanas. Las propuestas, elaboradas por grupos y asociaciones desprovistas de intereses partidistas, la mayoría de las veces, serán más económicas y beneficiosas que lo que se gestiona desde el poder. Al ciudadano que aporta ideas, de ninguna de las maneras habría que verlo como enemigo sino como agente capaz de implicarse en beneficio del bien común. No hay que tener reparo en afirmar que el déficit de muchos ayuntamientos es debido, además de una mala gestión, a que han aumentado sus plantillas como si de grandes empresas familiares se tratase, sobrepasando los límites de su capacidad presupuestaria; cosa que se podría evitar si hubiese una clara participación ciudadana, llevándose a cabo actuaciones sin coste alguno.

Por falta de diálogo y consenso en la elaboración de leyes, cada vez que un partido llega a gobernar emprende cambios y reformas normativas para poder aplicar “su concepción” sobre la materia que se trate. Así el Sistema Educativo ha recibido tantos cambios como gobiernos han existido. Nuestro Parlamento dedica demasiado tiempo en leyes que después no se aplican. La desconexión entre ciudadanos y las discusiones parlamentarias suelen dar una imagen negativa de la eficacia del trabajo parlamentario y mucho más de la dudosa necesidad del Senado. Difícilmente el ciudadano puede comprender que la administración en la misma medida en que se multiplica es más dudosa su utilidad: Junta Andalucía, Provincia, Diputación, Delegado del Gobierno, Subdelegado de la Junta, Coordinador del Gobierno Central, Mancomunidad, Ayuntamientos. ¿Para qué sirven todos?
Ensanchar la democracia no es tener más aparatos burocráticos administrativos, sino dejar espacio para que cada ciudadano encuentre cauces no sólo para ser escuchado, sino también para tomar parte en la gestión. La experiencia nos demuestra que el trabajo del voluntariado disminuye los gastos económicos de muchos servicios que se prestan, entrando de lleno en el derecho básico a participar siempre que se respete la independencia y funcionamiento democrático y participativo de los movimientos asociativos.

Juan de Dios Regordán Domínguez

sábado, 9 de octubre de 2010

LA CARCEL DE PAPEL

EL DIA 10 DOMINGO (10.10.10)

Los que ya tenemos una cierta edad conocimos una revista humorística llamada La Codorniz (1941-1978) “La revista más audaz para el lector mas inteligente”, propósito que figuraba en su portada. Había que entender la ironía de sus artículos, el doble sentido de las palabras, la critica fina para sortear lo permitido por la censura, era algo de lo mas “ audaz “ que se podía ofrecer al lector en tiempo de la dictadura. En ocasiones retiraban la revista una vez en los kioscos o salía a la calle mutilada, con páginas en blanco o en negro, en lugar del texto que había sido suprimido.

No quiero alargarme mas en elogios a esta extraordinaria publicación que se introducía por la pequeña rendija de libertad de prensa que existía en el antiguo régimen, circulaba el dicho de “ser el único pájaro que entraba por debajo de la puerta”. Fue fundada por Miguel Mihura y en ella colaboraron entre otros, Gila, Chumy-Chúmez, Álvaro de la Iglesia, Summers y muchos más. Entre sus secciones se encontraba la llamada “Cárcel de Papel”, aquí se juzgaban a los personajes que cometían una serie de gazapos, tras su condena y amonestación que servia de escarnio público, ingresaban en la trena para sufrir las penas impuestas y redimir sus culpas.

Viene esto a cuento del caso que ahora se juzga, LA OPERACIÓN MALAYA, a la que se tilda como “el mayor caso de corrupción en España” ( yo digo que hasta la presente), 95 acusados, no se cuantos miles de folios en el sumario, ingentes cantidades de dinero sustraídas, abogados en número elevado. Se están batiendo tristemente todos los records.

Es de todos conocidos que los imputados están viviendo opíparamente, en “sus cárceles de papel” han hecho la vida normal, unos se han incorporado a sus trabajos, incluso en la Administración, otros han seguido con sus negocios, otros, como siempre, sin ocupación conocida pero viviendo del cuento. Algunos han estado entre rejas pero por poco tiempo porque han pagado su libertad posiblemente con el dinero obtenido ilícitamente.

Para colmo de la cara dura y la desvergüenza algunos constantemente aparecen en los medios, cobrando por las exclusivas en revistas y entrevistas en TV en las que cuentan una sarta de mentiras y estupideces que les suponen pingues beneficios. El colmo de los colmos fue invitar a un curso de verano celebrado en una Universidad de Madrid a uno de estos “personajes” para que impartiera “lecciones magistrales” en ese evento que trataba de la corrupción. La opinión pública se llevó las manos a la cabeza por este hecho, consiguiendo que se le retirara la invitación. Hubiera sido muy curioso conocer el método para llevarse calentita la pasta impunemente, incluso hubiera hecho una importante obra de caridad “enseñar al que no sabe”.

En otra cárcel tendrían que estar también los que, a sabienda, han permitido que durante tanto tiempo hayan campeado a sus anchas estos individuos, que han hecho un flaco favor a la democracia, no así a sus bolsillos.

Era del dominio público las tropelías de toda índole que realizaban, sobornos, compra de votos, malversación de caudales, apropiación indebida, alteración del precio de las cosas, falsedad documental etc.etc. etc., todo consta en el sumario instruido por el juez Torres, destinado actualmente fuera de Marbella, lejos del caso. A pesar de lo que se sabía, la lentitud del aparato Administrativo y Judicial ha permitido que el saqueo se haya producido por mas tiempo de la cuenta.

La permanencia de este estado de cosas no es entendible, es algo así como cuando una persona está con fiebre, tosiendo o con cualquier otro síntoma que indica su mal estado de salud y no se ataja esta situación, que puede ser peligrosa, llevándola rápidamente al médico. No vale actuar lentamente por ser “presunto enfermo” y dejar nuestra intervención hasta que no sea “enfermo oficial” con su diagnostico porque el daño puede ser irreparable. Entiendo que cuando los casos son clarísimos y producen alarma social a la PRESUNCION hay que oponerle PREVENCION Y RAPIDEZ EN LA ACTUACION para evitar males mayores.
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Espero que la Justicia se encargue de darles a cada uno de ellos el castigo que les corresponda, que no salgan de la prisión hasta que no hayan devuelto el último céntimo robado, con esta medida se podría disuadir a otros posibles defraudadores y finalmente que no se les permita reírse del contribuyente apareciendo en TV y prensa bien comidos, bien vestidos y bien pagados.

Mientras tanto, abro las puertas de “la cárcel de papel “para que ingresen en ella todos los sinvergüenzas que en este caso y en otros que recorren la geografía de España y pasen sus días como lo que son, saqueadores, rateros, estafadores y gentes de mal vivir.

Algeciras 10.10.10
Andrés Baquero

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