domingo, 18 de julio de 2010

EL TIEMPO

El ser humano vive entre dos coordenadas el espacio y el tiempo, sus actividades se desarrollan siempre en este marco.
Todos sabemos que nuestra presencia en la Tierra no es infinita, mi madre repetía a menudo, sobretodo cuando alguien fallecía, el siguiente dicho: “a este mundo traemos una vará, y hay que cumplirla”, el problema es que no sabemos cuanto dura esa “vará”, desconocemos cual va a ser la extensión de nuestra vida, lo contrario condicionaría toda nuestra existencia, sería algo angustioso.
La cuestión que me planteo es: ¿Tenemos conciencia de la situación tan precaria en la que vivimos? A menudo podemos observar que nuestras ideas y actuaciones se desarrollan como si nunca fuéramos a morir, la aceleración diaria que llevamos no nos permite reflexionar sobre nuestra condición de seres contingentes, solo de vez en cuando acontecimientos que nos suceden nos hacen pensar y comprender lo absurdo de algunas de nuestras tareas y preocupaciones, pero luego el “paso del tiempo” se encarga de ir difuminando esta reflexión que habíamos interiorizado , volviendo a lo de siempre, a la rutina de cada día, es decir perder esta percepción.
Cuando decimos, “el tiempo todo lo cura”, se refiere a la nube que momento a momento se va extendiendo sobre una situación dolorosa vivida, que va quedando poco a poco difuminada como una acuarela donde no se ven figuras sino manchas que nos recuerdan como era la pintura anteriormente.
El paso del tiempo es traicionero y paradójico pasa rápidamente cuando no se desea y se eterniza cuando se quiere lo contrario.
Actualmente, me preocupa no el tiempo que gastamos con mejor o peor criterio pero conscientemente sino el que nos hace perder el mundo que nos rodea. Es lamentable tener que subsanar errores que caen sobre nosotros procedentes de Instituciones, Empresas y Particulares: bancos, eléctricas, compañías de comunicaciones, administraciones públicas, hipermercados o tiendas y un largo etcétera por sus fallos y malas planificaciones.
Tenemos y debemos reclamar nuestros derechos contra los abusos, tengamos éxito en la reivindicación o la echen en saco roto, sabiendo que en este empeño hemos perdido una parte irrecuperable de nuestra vida que nos ha sido ROBADA CON NOCTURNIDAD Y ALEVOSIA.
Las reclamaciones se deberían terminar con algo así como EXIJO ADEMAS QUE SE ME DEVUELVA EL TIEMPO QUE ME HAN SUSTRAIDO IMPUNEMENTE CON ESTA DEMANDA.
A lo peor he perdido algunas horas escribiendo todo esto, pero lo he hecho dándome cuenta, por propia voluntad, sin que nadie me meta la mano y me robe la cartera.

Algeciras, 16 Julio 2010
Andrés Baquero

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