jueves, 19 de febrero de 2009

No me llames escalafón

.
Siempre había creído, con María Moliner, que "escalafón" era simplemente:"lista de los empleados de un cuerpo, ordenada por su categoría o antigúedad". Y que la tal lista existía en el estamento militar y en algunos cuerpos de la Administración del Estado. Nunca pensé que tuviera carta de naturaleza entre los "miembros de un mismo cuerpo", clérigos o laicos, de una misma Iglesia...

Tampoco soy tan ingenuo como para ignorar el afán de algunos, clérigos y laicos, por trepar por esa presunta escala...Ni me escandalizo por ello. Aquella buena mujer, la madre de los Zebedeos, pedía un puesto, un carguete, para sus hijos. Sin importarle -clara vocación política- que fuese a derecha o a izquierda...Todos conocemos la respuesta de Jesús: "quien quiera ser el primero que sea vuestro ministro" . (O sea, vuestro servidor, vuestro siervo).

Creo que estoy divagando. Lo que quería decir es que en la Iglesia de Jesucristo no existe, no debe existir, tal escala. Y, menos aún, llamar escalafón, no al listado sino a las personas...

No me lo estoy inventando. Lo he leído, días pasados, en una reseña de la prensa local. Con motivo de un acto religioso, de una misa, se escribía: "estaba el escalafón más alto de la jerarquía diocesana".

No sé quienes serían, ni me importa, esos ministros. Pero yo que ellos pediría que no me llamasen escalafón. Ni alto ni bajo. Porque, además de ser una palabra muy fea y poco evangélica, puede rimar facilmente -y eso es peligroso en estos tiempos de rancio anticlericalismo y laicismo progresista- con paredón y con cosas todavía más feas...
LUISUAREZ. INGENUO
Luis J. Suárez Alvarez
DNI 31062170. Cádiz

No hay comentarios:

Sortear la vejez y vivir la ancianidad

José Antonio Hernández Guerrero El comienzo de un nuevo año es –puede ser- otra nueva oportunidad para que re-novemos nuestr...