viernes, 10 de abril de 2009

EL LOCO DE LA SALINA

COMO DIOS NOS TRAJO AL MUNDO

Hoy estamos en el manicomio loquitos de alegría. Le explico. Parece que ahora quieren poner una playa nudista desde Cortadura hasta no sé dónde y creemos que ya era hora. Los locos hemos recibido muy bien la noticia, pero me han comentado que ahí fuera está el personal que trina. Y digo yo, ¿por qué tanta preocupación, si todo son ventajas? Déjeme que le diga cuatro cosas sobre el particular y verá que lo mejor que hace es seguirme la corriente por la cuenta que le trae.

De momento y con la crisis que aprieta, nos podemos ahorrar de golpe el bañador, el sombrero, las gafas y las zapatillas. Al principio gastaremos un poquito más de aftersun para que no desentonen las partes bajas, pero compensa. Otra ventaja clara es la salud que nos va a entrar por el cuerpo cuando todo el organismo se exponga cara al sol sin que le haga falta la camisa nueva ni la vieja. Por otra parte, el moreno dejará de ser agroman y se acabará con la discriminación que ahora mismo existe entre las diversas partes de nuestra castigada piel. Todos seremos como Obama, pero de una pieza. Además los seres humanos dotados de belleza y de otras cosas tendrán la oportunidad de lucir sus encantos sin ninguna cortapisa (no sé por qué esta palabra sigue dando escalofrío). Comprendo que la envidia es muy mala, que algunos se van a comer las uñas, que otros se preguntarán que dónde está la igualdad y que muchos y muchas lamentarán haber acumulado durante el invierno tantísimo michelín.

Sabemos que en la calle hay opiniones para todos los gustos y que ya están alertados los perros del hortelano. Pero en el manicomio estamos todos de acuerdo. Pensamos con nuestro débil cerebro que, si nacemos desnudos, no hay razón alguna para que nos prohíban recuperar nuestro estado primitivo. Por eso entenderíamos que se reservaran playas para los que quisieran ir con toda la ropa del mundo, pero no comprendemos que se invierta el orden natural de las cosas y se persiga, como hasta ahora se hace, a los que desean respetar ese orden establecido por la sabia naturaleza. Los que defienden la playa textil argumentan que Adán y Eva se taparon sus partes, cuando se vieron desnudos. Los locos pensamos que la historia fue de otra manera.

Primero, que, según dice la Biblia, cuando Yavé hizo con el barro al hombre y luego a la mujer, vio que lo que había hecho era bueno y sin embargo los dos estaban tal como Dios los trajo al mundo (nunca mejor dicho). No hubiera estado yo tan seguro de la bondad de tal obra a la vista de la cantidad de sinvergüenzas que abarrotan este país, pero ése es otro tema. Segundo, que Adán y Eva se avergonzaron no por verse desnudos, sino porque había que tener muy poca vergüenza para haber comido la manzanita del único árbol prohibido, cuando Yavé se había portado con ellos de dulce. De modo que se taparon lo que pudieron y hubieran preferido que se los comiera la tierra.

Tercero, que a través de las Sagradas Escrituras se insiste en que, si no nos hacemos como niños, no entraremos en el Reino de los Cielos. Y ya vemos que los niños pasan del tema olímpicamente enseñando lo que haya que enseñar hasta que los educamos y les metemos en el coco todos nuestros prejuicios. También están diciendo los textiles que en Cádiz hay muchos sátiros que están locos por que se ponga ya la playa nudista. Nosotros decimos que el sátiro deja de serlo, cuando se le priva del placer que proporciona todo lo que es secreto y está oculto a la vista. Otros afirman que es pecado mortal y nosotros creemos que lo que puede ser mortal es el bello espectáculo que se le puede ofrecer a nuestras cansadas retinas.

En fin, los locos pensamos que por lo visto los humanos desconocemos que debajo de nuestra ropa todos sin excepción vamos desnudos. Así que adelante con los faroles.

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