sábado, 8 de noviembre de 2008

El vuelo del alcatraz

El vuelo del alcatraz
José Antonio Hernández Guerrero

Invitado por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, acabo de realizar un sorprendente vuelo al ritmo cadencioso de un alcatraz, uno de esos pájaros mezcla de pelícano y gaviota, que, desde tiempo inmemorial, decidieron que los lugares más adecuados para vivir, para trabajar y para disfrutar eran los bordes marinos. Este sorprendente viaje ha sido posible gracias a la exposición que “Tannhausser Estudio” ha montado en el Centro de Arqueología Subacuática situado en el antiguo y remozado Balneario de la Palma de nuestra Caleta.
Les confieso que, aunque he disfrutado de lo lindo contemplando las vistas panorámicas de Javier Hernández, un fotógrafo sevillano que durante varios años ha sobrevolado la franja marina de Andalucía a bordo de un paramotor, también he experimentado cierto preocupación y, en ocasiones, he hecho algunas reflexiones propiciadas por los comentarios que, elaborados por 37 escritores, periodistas y poetas andaluces, explican cada una de estas fotografías.
A lo largo del recorrido por esta sorprendente exposición que nos dibuja la sinuosa franja que armoniza los tres factores principales de nuestro paisaje natural -la tierra, el cielo y el mar-, he podido comprobar cómo los bordes marinos son unos de los emplazamientos más propicios para la vida humana: para el trabajo y para la diversión, para el negocio y para el ocio. Pero también he advertido que son espacios muy frágiles porque están amenazados por la acción corrosiva de la propia naturaleza y por la actividad devastadora de los comportamientos humanos. Sus múltiples alicientes, que atraen a los que buscan trabajo y a los que desean descanso, a los artistas que eligen ambientes plácidos y a los deportistas ansiosos de superar retos, también constituyen permanentes incitaciones para los especuladores que pretenden beneficios rápidos y suculentos.
En mi opinión, esta sugerente manera de llamar la atención a los ciudadanos es un complemento valioso –quizás imprescindible- para que todos adquiramos conciencia de la importancia ambiental, estética y económica de nuestras costas, y de la obligación que todos contraemos en su conservación. Las investigaciones que realiza, los cursos que desarrolla y los trabajos que publica el equipo universitario dirigido por el catedrático Juan Manuel Barragán Muñoz, las actividades que lleva a cabo la Estrategia Andaluza de Gestión Costera de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, e, incluso, la participación de los agentes que intervienen en el litoral andaluz serán insuficientes para evitar las amenazas que se ciernen debido al imparable aumento de la población, al crecimiento de las actividades económicas, al agotamiento de los recursos e, incluso, al cambio climático.
Para lograr el objetivo de la dinamización de la economía mediante un desarrollo sostenible es necesario –urgente- que, además de propiciar un cambio radical en las pautas trazadas por la administración que gestionan nuestro litoral, los empresarios y, en general todos los usuarios seamos plenamente consciente de que, para evitar su deterioro, hemos de cuidarlo con esmero. Es posible –seguro- que, si se deciden visitar esta exposición, experimenten unas sensaciones inéditas ya que, sin duda alguna, redescubrirán otro litoral mágico muy diferente del que ustedes conocen en el que luces y colores se funden con el lejano brillo de las olas.

No hay comentarios:

Sortear la vejez y vivir la ancianidad

José Antonio Hernández Guerrero El comienzo de un nuevo año es –puede ser- otra nueva oportunidad para que re-novemos nuestr...