lunes, 14 de marzo de 2016

Claves del bienestar: puente





21.- Contactar, conectar y comprometernos
José Antonio Hernández Guerrero
Nuestra existencia humana alcanza su bienestar pleno cuando orientamos nuestras actividades –los movimientos corporales y las operaciones mentales- hacia el establecimiento de contactos, de conexiones y de compromisos con los otros; cuando mantenemos un diálogo fecundo, una comunicación productiva y una solidaridad fecunda mediante palabras generosas y a través de hechos coherentes. Uno de los procedimientos más eficaces para sentirnos bien con nosotros mismos es tender puentes que unan esos márgenes culturales, económicos, sociales e ideológicos que, a veces, están excesivamente separados.
En este tiempo en el que abundan los constructores de barreras y de barricadas, hemos de tender puentes entre el pasado y el futuro, entre los jóvenes y los adultos, entre los que tienen ideologías de izquierdas y los de derecha, entre los que cultivan la cultura popular y los que prefieren la cultura más elaborada, entre los científicos y los literatos, entre los agricultores y los industriales, entre los administrativos y el personal de servicios, entre los creyentes y los agnósticos, entre los políticos y los ciudadanos, entre los homosexuales, los heterosexuales y los bisexuales, y, por supuesto, entre las mujeres y los hombres.
Hemos de partir del supuesto de que nuestra prosperidad sólo será posible cuando miremos más allá de los intereses personales y nos decidamos a la construcción de unos proyectos colectivos más amplios, integradores, llenos de sueños y de visiones comunes. Creo que, en estos momentos, todos tenemos el deber de -entendiendo las diferencias y aceptando las diversidades- instalar en el debate público la cuestión de la visión compartida y de las metas comunes.

A mi juicio, la única manera de solucionar muchos de los problemas que nos acucian es uniendo nuestros esfuerzos y colaborando solidariamente en proyectos comunes. No se trata, por lo tanto, de que renunciemos a las peculiaridades, sino de que, aunque transitemos en diferentes direcciones, nos paremos de vez en cuando para conocernos, para conversar, para deshacer malentendidos y para favorecer la búsqueda de una vida más humana. Es urgente que superemos la indiferencia y los enfrentamientos, y que colaboremos estimulados por propósitos compartidos. En esta encrucijada que nos ha tocado vivir, nadie sobra; tenemos que contar con todas las manos para que los esfuerzos converjan en el crecimiento individual y en el progreso social, económico y cultural.

1 comentario:

Un admirador de Esteban Torre dijo...

¿Ha visto usted el artículo de García Martín sobre Esteban Torre? En su sitio, en la rúbrica "Contacto", el sr. Torre no da su mail. ¿Podría usted decirle que si no lo ha leído ya, puede leer el texto del crítico en este enlace?

http://crisisdepapel.blogspot.fr/2016/04/esteban-torre-creacion-y-recreacion.html

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