lunes, 8 de noviembre de 2010

EL SENTIDO COMÚN

Es sinónimo de razonable, lógico, sensato, que cae por su peso, que tiene cordura y un sinfín de locuciones que nos llevan a una conclusión, pensar y hacer las cosas bien de tal forma que no ofendan la inteligencia humana.
Nos percatamos que éste se ha perdido cuando llegan a nuestros oídos u observamos situaciones o actitudes que rayan más o menos la insensatez.
Hace algún tiempo me enteré que unos padres, como obsequio por la primera comunión, habían regalado a sus hijos unas vacaciones de una semana en el parque de atracciones de Disney World Paris, el hecho no tendría mayor importancia si no se hubiera producido en el mes de mayo y los niños hubieron de faltar a clase de enseñanza obligatoria durante ese tiempo. Podría ser un ejemplo a nivel individual; todos conocemos a poco que analicemos casos de parecidas características.
Con ser preocupante la dimensión personal, lo es muchísimo más la política, la institucional, donde los que ostentan el poder se mueven en un mar proceloso de falta del más mínimo sentido común; ¿Cómo se podría calificar si no que en el SENADO ESPAÑOL haya traductores de los distintos idiomas vernáculos de esta nación cuando todos los asistentes tienen una nexo común en el que se entienden? Han aprobado una ley que resulta esperpentica y se quedan “tan panchos”, les importa un bledo este absurdo y lo implantan cueste lo que cueste con el dinero de todos los españoles.
En algunas comunidades autónomas rotulan carreteras, señales de tráfico, establecimientos y espacios comunes en su lengua y como mucho lo compaginan con el español; es un alivio la doble redacción, ya que de no ser así algunos nativos ni siquiera comprenderian lo anunciado. Que absurdo tener un instrumento de comunicación que hablan mas 400 millones de personas y fabricar barreras artificiales en este solar común llamado España. Prevalece la insensatez de crear divisiones, cuando hemos conseguido, no sin es fuerzo, tener algo tan valioso que nos une.
Me llegan noticias de que en Andalucía se va introducir en los colegios como segunda lengua optativa el árabe, si esto fuera cierto, nos encontraríamos con la extravagancia de tener un enorme déficit en inglés, primera lengua en este mundo globalizado, e introducir un idioma extraño de poca utilidad práctica para los niños andaluces. A lo mejor sería conveniente aprender catalán, vasco o gallego por si en un futuro nos pudiera hacer falta para desenvolvernos por este país.
Habría que estudiar las competencias de las 17 autonomías más Ceuta y Melilla, porque el aparato burocrático se ha engrandecido hasta limites insospechados, con unos beneficios para el ciudadano mas que discutibles y un coste elevado sin discusión alguna que pagamos todos de nuestros bolsillos. El solapamiento de funciones se produce, la duplicidad es manifiesta. Algunas autonomías hasta tienen “embajadores “ y representaciones por el mundo, el derroche salta a la vista. Me viene a la mente, a modo de ejemplo, la famosa gripe “A” del año 2009. Produjo tal revuelo social y confusión que los 17 consejeros de sanidad tuvieron que reunirse en Madrid en el Ministerio correspondiente para solucionar el problema y eso que esta competencia estaba transferida.
Ni pie ni cabeza tiene que alcaldes y concejales de común acuerdo fijen el salario que van a percibir; es como si en una sucursal de una entidad bancaria se reúnen los empleados y deciden cuales van a ser sus retribuciones.
Voy a terminar citando a la Escuela igual que al comienzo, porque parece ser que es allí donde hay que solucionar todos los problemas con los que en el futuro se va a encontrar la sociedad, para ello sugiero que se implemente una asignatura más llamada “SENTIDO COMUN”, solo que se tendría que elegir muy bien a los docentes para no caer en contradicción con el titulo y contenido de esta enseñanza.

Algeciras 28.10.10
Andrés Baquero

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