jueves, 19 de octubre de 2017

QUEBRAR EL ALABASTRO



María quebró un vaso de alabastro de gran valor y derramó el perfume de nardos sobre Jesús mientras almorzaba en casa de un fariseo. El autor de “La lucha por el poder (1815-1914)”, Richard Evans, concluye “Y en última instancia la economía manda”. Libero Milone nombrado en 2015 por el propio Papa Francisco como auditor de las finanzas, y cuentas, de la Sede Apostólica, ha contado en “Il corriere de la sera” que  el sustituto de la Secretaría de Estado vaticana y el comandante de la gendarmería pontificia le obligaron a dimitir para encubrir el resultado de sus pesquisas por las finanzas de la dicha sede. Milone, antiguo presidente de Deloitte Italia, también ha relatado que pidió entrevistarse con el pontífice, pero este no le ha contestado ni siquiera para negarse a recibirlo.

La santidad del papa Bergoglio habla a tiempo y a destiempo. El nueve de septiembre pasado en un encuentro privado con clérigos volvió a repetir que “el diablo entra por el bolsillo siempre”’. Sin duda se refiere al dinero como aliado del Enemigo.

Giuseppe Profiti, presidente hasta hace unos meses de la Fundación del Hospital pediátrico Bambino Gesú, propiedad de la Santa Sede, incluida por tanto en su patrimonio, ha sido condenado a un año de cárcel por derivar casi medio millón de euros de la fundación hospitalaria  al pago de las obras de adaptación del ático en el que iba a residir, y reside, el cardenal Tarsicio Bertone, antiguo secretario de Estado de los pontífices Benedicto XVI y Francisco, felizmente reinante éste y felizmente emeritado aquel.

El cardenal, injustamente beneficiado con la malversación efectuada por Profiti, no sólo no ha sido juzgado, sino que ni siquiera ha sido citado como testigo a declarar ante el tribunal. O sea un cavaliere, prevaliéndose de su poder otorgado por la Sede Apostólica, detrae, es un decir, de una fundación benéfica destinada a niños, medio millón de euros para que el que ha sido hasta casi ese momento el dueño de horca y cuchillo del patrimonio de la misma Sede en su condición de secretario de Estado se arregle un ático en la colina vaticana. Y al prevalente le condenan a un año de cárcel,  cabe recurso, y al prevalido lo dejan disfrutando de la malversación a su favor, sin siquiera llamarlo a declarar.

Es cardenal de la Santa Romana Iglesia y viste de rojo en señal de estar dispuesto a morir mártir. En su apartamento, claro, arreglado con dinero para los niños enfermos. Y la santidad de este Papa, advirtiendo que el diablo siempre entra con el dinero. Con medio millón de euros deben haber entrado más demonios que los de la legión que el Señor dejó irse con los dos mil puercos de Gerasa al mar.

Alberto Revuelta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El que no sea frágil y quebradizo, que le tire el primer frasco de alabastro.

Anónimo dijo...

Te doy gracias por no ser como 'los demás'...'ladrones, adúlteros'...'ni como ese publicano'...

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