Gabriel Grub era un enterrador y sepulturero del camposanto –‘un tipo
malparado, intratable y arisco, un hombre taciturno y solitario`- según el
Relato de Charles Dickens (1836).
Son muchas las novelas y películas posteriores sobre la figura de
enterradores de cementerios.
Pero estamos en tiempos ‘tanatoriales e incinerantes’.
Y ‘el enterrador’ va quedando obsoleto.
Actualmente asistimos a ‘absurdas reivindicaciones’ de discutibles y falsos
‘derechos’: de herencias, de nombre, de apellidos, de ‘desmemoria histórica’…
Y surgen por doquier, ‘investigadores’, ‘adeenistas’, ‘desmemoriados
rencorosos’, movidos, no tanto por la ‘verdad histórica’, sino por la ambición,
la codicia, el dinero, el famoseo, el
odio, el rencor o el resentimiento.
Y dispuestos –sin ningún escrúpulo- a sacar de tumbas, sepulcros, criptas o
basílicas a cualesquieras difuntos. Sean
artistas, pintores, generales republicanos, milicianos, falangistas, curas o
monjas.
No les mueve la ‘verdad histórica’. Sino el odio y el dinero.
Es la figura del nuevo ‘desenterrador’.
Por favor. Deja descansar en paz, a los muertos.
Con ‘tós’ los tuyos.
DNI 31062170
Cádiz.
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